San Velián, Morcat y pozas de San Martín, circular

Ruta circular que nos conduce por dos núcleos abandonados repletos de curiosidades entre los que destacan determinados aspectos arquitectónicos, numerosos pozos o fuentes y como colofón final, las pozas de San Martin congeladas.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

Comenzaremos esta excursión en la carretera que une el Monasterio de Boltaña y el núcleo de las Casas de San Martín de Sieste. Un punto situado a 4,2 km. del Monasterio en el cual se localiza la remozada Casa Matías, estacionando el coche en un acceso al cauce por un corto camino.

Dejamos aquí el coche porque es un buen lugar donde tomar el camino que asciende pegado al río de Sieste y lo cruza algo más arriba.

Nuestra ruta continúa por el camino sin dejarlo, ascendiendo en un tiempo total de una hora hasta el núcleo despoblado de San Velián. El último trecho es por una bonita senda en la cara norte del pueblo, el lugar es solitario pero bonito y observamos que a una casa le han arreglado el tejado.

Las edificaciones que quedan en pie dan idea de lo hermoso del lugar, hay unos robles enormes y todo el entorno es muy chulo.

Nos dirigimos ahora a Morcat por una senda de losas de arenisca muy muy vieja, luego cruzamos un camino en el que vemos muy diversas indicaciones a algunos sitios que todavía no conocemos, como Luparuelo y Gabardilla.

Continuamos subiendo ahora por una muy vieja pista que nos irá acercando primero a una bonita fuente (pozo) y finalmente a Morcat, un despoblado impresionante con sus casas medio arruinadas en mitad de unos prados que poco a poco va engullendo la maleza.

La localización de Morcat es fabulosa, si hubiera una carretera y luz este pueblo estaría entre los más restaurados y bellos de toda la provincia. Las vistas desde el alto son poco menos que increíbles, divisándose el pirineo nevado.

Aparte de hurgar en el despoblado para descubrir entresijos, la iglesia merece mención aparte ya que conserva su torre casi entera y alguna dependencia interesante.

Pasamos un rato allí pero hay que continuar porque es invierno y el frío acecha. Encontraremos unas indicaciones a las Pozas de San Martín, hacemos esta ruta de descenso encontrando las mismas completamente congeladas, un espectáculo que no esperábamos y que nos ha alegrado el final de la jornada.

El último trecho se hace por la carretera de San Martín a Boltaña, sin mas novedades.