MALLORCA. LA TRAPA DESDE SANT ELM. Caminos del suroeste de Mallorca

La Trapa desde Sant Elm es una ruta muy bonita por las maravillosas vistas panorámicas sobre la isla la Dragonera, que vamos viendo durante el ascenso. Y además por la historia de esta parte de la isla de comienzos del siglo XIX.

Hay algunas zonas de pequeñas trepadas, por lo que no es recomendable para niños o cuando llueve.

Comenzamos nuestra ruta a la Trapa por una de las varias posibilidades que hay para llegar allí. pero esta ruta es sin embargo, la que ofrece mejores posibilidades panorámicas. A este camino se le llama Camí de sa Costa.

El primer tercio del camino transcurre por terreno casi llano, por bosque típicamente mediterráneo y por cotas bajas con alguna señalización espontánea con hitos, sobre todo, en zonas de cruces de caminos. ATENCIÓN AL TRAC.

Iniciamos la subida por una senda, comenzando con las panorámicas que van mejorando a medida que vamos ascendiendo, hasta llegar a la zona rocosa donde empezamos las trepadas, aunque por el sendero de la derecha, casi no se trepa.


Al terminar este tramo se llega a un alto con una panorámica extraordinaria.

Aquí cambiamos de vertiente y aparece el Vall de Sant Josep con La Trapa en la vaguada.

Nosotros no fuimos a la Trapa, pero es recomendable su visita. Aquí estuvo el Monasterio trapense que se fundó en 1810, como consecuencia del éxodo de los monjes franceses durante la Revolución Francesa de 1789. Diez años más tarde el monasterio fue abandonado como consecuencia de la desamortización de Mendizábal.

En estos 10 años, el valle se transformó y de producirse aquí solo carbón y cal paso a cultivarse trigo, vid, verduras, aceitunas y algarrobas, sin abandonar el carbón y la cal.

Llama a la atención el conjunto de bancales, que forman el valle y en los que se cultivó lo necesario para vivir, además del sistema hidráulico para el regadío. Y todo ello hecho en los 10 años que estuvieron los monjes a comienzos del siglo XIX.

Hoy, al valle de la trapa pertenece al GOB que lo adquirió en 1980 por suscripción popular, para impedir que fuera urbanizada la zona.

La reconstrucción de la antigua trapa se realiza lentamente con pequeñas aportaciones y trabajo de algunos voluntarios.

Destacan en el conjunto el edificio antiguo (en reconstrucción), y los bancales con sus paredes, que son auténticas obras de arte, las”minas” de conducción de aguas, el Molí de sang, llamado así porque su motor era una caballería.

Se han sembrado especies arbóreas propias de la zona, incluyendo encinas, por supuesto con protección para evitar que las cabras se las coma. Aquí tiene especial importancia la repoblación, porque la zona ha sufrido importantes incendios, el más importante el de 1994.

Se vuelve al camino, bajando por la vertiente este, pasando previamente por el Pas Coll de Ses Animas, Collado que sirve para denominar esta vía de acceso. Se trata de una pista forestal.

A mitad de la bajada, vimos las pequeñas presas de agua que hay en la vaguada y la caseta restaurada que suponemos que fue la del trapense limosnero.

En esta zona hay una cueva-refugio que fue ocupada durante la denominación islámica.

Finalmente encontramos varios cruces de caminos que nos llevarán a Sant Elm, y si quisiéramos, directamente a S’ Arracó

Durante todo el descenso podemos observar como la parte alta de las sierras ha perdido su vegetación arbórea como consecuencia de los incendios, siendo difícil la repoblación por la naturaleza rocosa del terreno.

Esta bajada se hace más pesada por esta pista de polvo y piedras donde no hay sombras, y el calor aprieta y el sol cae a estas horas con fuerza. Así que intentamos no demorarnos, ya que esta parte no es tan atractiva.
Que tengáis buena ruta!!!