Sant Mateu i Roca d'en Toni desde la Creu d'en Boquet

Comenzamos esta ruta junto a la Creu d'en Boquet, un cruce de caminos donde también vemos una torre de información sobre el parque natural de la Serralada Litoral, un tesoro natural, una sierra, nacida mirando al mar, morada de todas las civilizaciones que han pasado por el transcurrir del tiempo sobre estas amigables tierras, por pista nos acercamos al popular dolmen de la Roca d'en Toni, una galería catalana situada en unos terrenos propiedad de un pastor llamado Toni, junto a él podemos ver una necrópolis de tumbas medievales, construidas con losas de granito, hay un total de seis, continuamos por pista hasta llegar al Mal Pas, allí tomaremos un sendero por la derecha para visitar la Font Freda, un lugar sombrío y sosegado, volviendo a la pista después de sobrepasar algunos campos de masías y una hipica, llegamos a la Font de Mamet, encerrada en un vallado, ahora el recorrido nos lleva al menhir Pedra del Diable, esta tumbado junto al camino, en 1970 todavía estaba inclinado y se cree que fue en la ampliación del camino cuando cayó y se partió un trozo, volviendo a la pista nuestro principal trasporte en la ruta de hoy, pasamos por Can Riera, una casa pairal situada en terrenos que pertenecen a la familia Riera desde 1334, ahora la vemos rodeada de campos ocupados por caballos felices equinos comiendo sin descanso su heno, toca reponer fuerzas y elegimos la fuente de Sant Mateu situada en la base de la colina de la ermita, en un rincón antológico, arriba visitamos la ermita de estilo románico, datada ya en el 993, muy bien cuidada, y sobre el altar hay muchas reliquias de feligreses, deseos y esperanzas que mueren en la piedra fría del altar, salgo del templo y veo un pequeño campanario de espadaña transversal a la nave, una curiosa forma de instalar el campanil, unos metros más y hacemos cima en el Sant Mateu, cima acompañada por el vértice geodésico, descendiendo del cerro llegamos al Coll de Gallemi y entramos en un trayecto de fuentes y miradores, donde unas tuberías alimentan por goteo a unos bebederos para aves y unos miradores que nos dejan disfrutar de una panorámica muy especial, pues el paisaje de esta parte del Maresme y el mar de fondo es muy bello, a pesar de los numerosos plásticos de invernaderos donde se cultivan hortalizas y flores, una riqueza de estos pueblos, pero el punto culminante es el mirador del Sagrado Corazón, una blanca estatua de hermosa construcción, donde se puede dejar correr el tiempo mirando, una vez más, la plana y la costa, subimos hasta el refugio de la Ferrería con su zona de pernoctar libre y otra cerrada, privada, era la herrería de la Cantera donde se arreglaban las herramientas de los picapedreros, seguimos por sendero en suave ascenso, hasta unas grandes rocas de granito sobrepuestas, son las Roques d’en Riera, un mirador natural, base de unas buenas y atractivas fotografías, la ruta prosigue por el mismo sendero que se nos presenta muy vertical en las faldas del Turo d’en Baldiri, una colina de 430 metros con una torre de vigilancia en su cima, empezamos el retorno hacia la Creu d’en Boquer utilizando caminos y pistas sencillos de andar, algunas veces coincidiendo con senderos homologados de la Feec y otros locales, hemos andado juntos Laura, Fina, Belén, Rosa, Josep, Quimrio y Julián.