Sant Miquel del Mont, Sant Andreu del Coll, i Sant Valentí desde l'Hostalnou de Bianya

Empezamos esta ruta muy atentos para no perder camino, día con espesa niebla, paisaje triste pero especialmente atractivo, con escalofríos, por la fresca mañana, o por las sombras del paisaje, al no ver más allá de unos metros en ese mundo de Lilit por donde desaparecemos entre campos, llegando a la parroquia de Santa Margarida de Bianya, lugar campestre y gentil, continuamos por un robledal donde unos tímidos rayos de sol lo intentan atravesar, llenando de misterio el susurro de nuestros pasos, ahora tomaremos una senda, toda la ruta está muy bien señalizada con pintura amarilla de Itinerania y algunos carteles, llegamos al Coll de Bastons, carenando hacia la ermita , nuestro objetivo de hoy, el sol empieza a brillar en lo alto relegando a las nubes a una cota inferior, formando un bello manto blanco que nos impide ver la ciudad de Olot, la ermita de Sant Miquel del Mont la primera construcción románica data del 958, la actual fue reconstruida en el 1933, de una sola nave, tejado a dos aguas con teja árabe y campanario en espadaña, junto a la ermita vemos el vértice geodésico y una monstruosa antena de telecomunicaciones tan necesaria en nuestros días con tantas redes sociales y transferencia de datos, descendemos por un sendero rocoso y rápido por donde llegamos Sant Andreu del Coll, templo religioso, con campanario reconstruido en 1876 por la caída de un rayo, en su interior la lapida de Berenguer del Coll, señor del castillo que visitamos a pocos metros, gótico del 1132 de paredes recias, fue una casa fuerte y posteriormente masía, nuestro próximo objetivo es el Oratorio de Sant Valentí, pequeña capilla en la cima de una colina, el último tramo de descenso lo realizamos por camino ancho y bajo un fageda frondosa y fresca, surcada de arroyos alegres, como el de Fonals, con la música de su chapoteo, pues los días anteriores ha estado lloviendo, de ahí también que las botas las tenemos manchadas de barro, como hacía tiempo que no ocurría, entonces te das cuenta que el agua es la flor de la vida en la montaña y si no llueve como antes, será porque algo no estamos haciendo bien, nuestra próxima visita es la iglesia de Sant Andreu de Socarrats que ya se conocía en el 979 y fue parroquia del municipio de Socarrats hasta el 1875, después de la Torre, casa fuerte que data del 1150, entramos en unos prados con caballos, no se alarman de nuestra presencia, pero mantenemos la distancia, para no incomodarles, están en su hábitat y nosotros somos los intrusos, y terminamos, terminamos esta ruta de forma muy distinta a como la comenzamos, con un sol que calienta el ambiente, será el veranillo de San Miguel, no lo sé, pero una ruta como hacía tiempo no habíamos disfrutado, típica de la Garrotxa, con boira i fang, hemos andado juntos Belén y Julián.