Sant Quirce de Pedret i Montsent (Serrat de Picancel)

Iniciamos esta excursión desde el puente medieval de Pedret, donde existen espacios para dejar varios vehículos, construcción de cinco arcos y pavimento de piedras, anclado sobre unas rocas en la orilla del rio Llobregat, donde también vemos una treintena de orificios donde se estaban las vigas de un antiguo puente de madera, nada mas cruzarlo subimos unas escaleras de piedra hacia la Iglesia de Sant Quirce de Pedret, construida sobre una ermita prerrománica data del 983, fue restaurada en los años 1960 y 1995, en esta ultima se tuvo que derribar el campanario de espadaña por mal estado, la puerta esta adornada por unas columnas que han sufrido el paso del tiempo y sus capiteles adornados con figuras irreconocibles, terminamos la visita de este templo y nos encaminamos dirección este, por pista pedregosa hasta encontrar a la derecha un sendero que baja y cruza el torrente de Guimbas, por el que resbala un agua transparente y escasa, paisaje húmedo de mucha vegetación, presidido por coníferas y otros árboles de ribera, robles y encinas, la senda estrecha y sombría, rocía nuestras botas al pisar un humus chorreante y blando, llegamos a un sendero local, que continua sobre pista ancha cruzando varias explotaciones ganaderas, donde unas de vacas apacibles, nos observan desde sus pastos, en silencio y sin molestar, salimos de sus dominios, al ser nosotros unos extranjeros para ellas, porque están en su territorio, en este trayecto encontramos varias fuentes con un hilillo de agua brotando de sus caños, ya en la collada de Mascaro tomamos un sendero por donde cruzaremos unas rocas los Esquers, carenamos y a lo lejos se ve la cima del Montsent, Serrat de Picansel, rey del bosque, dominante sobre los varios valles, profundos valles, de pinassa y pino rojo que le rodean, cerca de la cima vemos una lapida en memoria de Marc, adornada de banderas de plegarias budistas, un poco mas arriba en lo mas alto, hay un banco de metal blanco, para detenerse un rato y disfrutar del espectáculo, esta, acompañado de un buzón pintado de negro y un mástil con una ondeante estelada, cuando llegamos hay una pareja, nos intercambiamos el móvil para hacernos fotos, mas tarde cuando estamos comiendo, llega un joven, entablamos una corta conversación, me ha seguido algunas rutas por Tarragona, es grato saber que tu trabajo, lo utiliza otros senderistas, continua su camino, piensa subir otra montaña, me ha preguntado cuantos cims llevo, no se decirle, no tengo esa competitividad, hago todas las que puedo y disfruto de sus recorridos, no me importa el número, me quedan mas de 7000 montañas por ascender, todas las que pueda, lamento que le Feec haga publica el listado de todos los participantes y sus logros, iniciamos el descenso por sendero sobre la Sierra del Bou, pasando por la ruinas de Vilarasa, y accedemos a la via Verda de Cal Rosal, por una esquina abierta, sin valla, en una puerta metálica, cerrada para los vehículos, por la propiedad privada por donde hemos andado, el carrilet cerrado en el 1972, tenia su recorrido de Guardiola de Berguera hasta Manresa, paralelo al Llobregat, transportando carbón y cemento para las grandes ciudades, y materiales para las colonias textiles, este camino ferroviario termina poco después de pasar el refugio de pescadores en el puente donde unas horas antes empezamos la ruta, hemos andado juntos Rosa, Belén, Quimrio y Julián.