Santa Barbara

Santa Barbara es una montaña mágica en Horta de Sant Joan, una pirámide rocosa de materiales conglomerados rojizo, adornados por cipreses en sus laderas, sus altas paredes delicias de escaladores y sus senderos placer intenso de multitud de senderistas, desde el pueblo la aproximación se realiza por carreteras vecinales, una de ellas es el cami del convent pasa por un viejo molino ruinoso de aceite y nos lleva hasta el cenobio de Sant Salvador de Horta, de orden franciscana fundado en 1543, está construido por la unión de varios edificios de distintas épocas con un claustro renacentista y una iglesia gótica de los templarios, por detrás parten dos senderos tomaremos el de la izquierda mas horizontal y fácil de caminar, la única dificultad la provocaremos nosotros mismos al mirar sus altas paredes repletas de oquedades y grietas, espectáculo asombroso, visitamos la cueva de Sant Salvador, tiene una imagen introducida en un gran agujero enrejado, el desnivel ahora arduo, nos entibia las piernas, tendremos como gran aliado unas rampas, construidas con toda intención para hacer más sencillo el ascenso, no nos daremos cuenta y nos encontramos en las ruinas de la ermita de Sant Antoni pocos metros antes, de enfilarnos por un ancho y sencillo canal hacia la cima, en ella, se encuentran las ruinas de la capilla de Santa Bárbara, al final de la cresta vemos una gran cruz y una bandera local, su acceso es por una cresta difícil, no aconsejable en los días de viento que por estas tierras son muchos, el descenso lo realizamos retrocediendo unos metros y bajamos por una senda vertical de fácil deslizamientos, cosa que nos hace extremar la precaución, pasada la ermita de Santa Pau llegamos de nuevo al Convento, y el retorno al pueblo lo hacemos por otras carreteras, estrechas y tranquilas rodeadas de amapolas y olivos centenarios de época musulmana, cruzaremos una vía verde que perteneció al tren del Valle de Zafrán desmontado en 1942, pero antes veremos la Font Major y un lavadero, entramos al pueblo por la calle del Castell, desaparecido, la plaza del Ayuntamiento de carácter medieval, con arcadas de piedra groenca, denota paz y el sosiego de sus calles, quizás fue el motivo de los paseos de Pablo Picasso. Hemos andado juntos Belén, Lidia, Antonio y Julián.