Santa Cruz de la Serós-Cuculo

DATOS TÉCNICOS:
-desnivel, 840 metros.
-duración, entre 5 y 6 horas, sin contar paradas.
-Cuculo a 1549m.

En Santa Cruz de la Serós hay que buscar la calle aledaña a la gran iglesia de Santa María, pasando a la vera del ayto. La calle cementada asciende y llega a un ramal que tomaremos a la derecha. Enseguida sale el arranque del sendero junto a las ruinas de una borda. Hay un mojón de piedras que señala este camino que sube a cortar a la carretera de los monasterios.

Los hitos de piedra ayudan a seguir la traza de esta senda que acomete el ascenso al Cuculo por su ralla este. La pendiente se gana sin apenas respiros, a través de una ladera donde se alternan las carrascas con manchas de pinar.

Antes de alcanzar el cordal de la sierra se pasa junto a una peña aislada, de nombre Castillamón según indica el IGN. Se puede acceder a su cúspide airosa gracias a una senda tenue a la izquierda del camino principal.

Ya en la cuerda se obtiene un panorama amplio a las montañas del Pirineo y hacia la ancha y larga Canal de Berdún. El sendero vence la pendiente de manera clara, sin apartarse demasiado del filo de la cresta. Al final hay que superar unos resaltes de conglomerado donde asegurar el paso.

Unos mojones limítrofes señalan la cima del Cuculo, volcada hacia la ribera de campos y pueblos desperdigados del río Aragón. Al norte se alzan sierras y picos emblemáticos de la cordillera.

El descenso al Cuello Betito se realiza por una ladera desprovista de arbolado donde aflora el erizón. El camino traza una amplia lazada y desemboca en el marcado collado de separación con el monte de San Salvador. Aquí llega la ruta de subida por el Barranco de la Carbonera y sale un carril en ascenso hacia la pista de acceso a la ermita y refugio de San Salvador. Hay que marchar unos metros por ese carril y pronto desviarse a mano izquierda por un sendero. Aquel día un hito discreto de piedras indicada el desvío.

El siguiente tramo de la ruta discurre a media ladera por un camino emboscado, entre hayas y abetos, con ventanas abiertas en el follaje del arbolado hacia el Cuculo y el Pirineo. A ratos la senda se convierte en una faja airosa sobre los abismos de las peñas, sin que las asomadas al vacío entrañen excesivo riesgo. Se pasará al lado de tres fuentes con sus abrevaderos, para al final salir a una pista donde se ubica un depósito de aguas.

El llaneo venidero ofrece un extenso panorama teniendo a nuestros pies el pueblo de Santa Cruz de la Serós. Habrá que estar atento al desvío señalizado con mojones que nos hace abandonar la pista. Ésta lleva a una nave próxima y desemboca en la pista de acceso a San Salvador. La senda baja ahora con decisión y dibuja una lazada rocosa a la vera de la muralla de conglomerado. Resta una diagonal para salir a la carretera del Monasterio.

Atravesar la carretera para así descubrir un sendero inferior que progresa en la misma dirección traída. Enseguida se llega a un giro de 180º para seguir a media ladera por debajo de la carretera a la que ya no volveremos. La senda pierde definición en el tramo siguiente, en un repecho donde salir a una pista que viene del Monasterio Viejo. El carril lo tomaremos en subida hacia la Collada de Cuatro Caminos.

Un poste indicador señala la dirección hacia el Monasterio Nuevo, la traída por el Viejo, la que marcha al pueblo de Atarés, y la nuestra de bajada a Santa Cruz de la Serós. Atraviesa una foz con las típicas paredes de conglomerado del espacio natural de San Juan de la Peña, en la que han instalado paneles descriptivos de la flora y un pasamanos.

Sólo queda tomar el desvío indicado hacia el pueblo para concluir esta circular tan amena.