Pradoluengo 10 RUTAS 10: La Cascada de Itúrbero en Santa Cruz (8/10)*

Tengo que indicar que he calificado la ruta con un nivel "Moderado" debido a la zona de escobas por la que hay que caminar por su margen y con cuidado de no meterse de lleno en ellas. Para la gente acostumbrada a disfrutar de esta dura sierra, o por lugares similares, les diría que la ruta es "Fácil".

Este track nos introduce de lleno en uno de los parajes más vírgenes, singulares y auténticos de la Sierra de La Demanda, o de Arándio (los Montes Distercios que llamaban los romanos), que muy poca gente ha tenido el privilegio de disfrutar. A poco o ningún paisanaje saludarás en este corto pero intenso recorrido, contrario a lo que ocurre en la ruta que se encuentra en el barranco de enfrente: Altuzarra y sus 3 cascadas. Otra maravilla de la zona pero con un trafico humano creciente muy interesado en empaparse de la frescura de estos hayedos de bella factura, que rebosan magia y tranquilidad. Tela bien cortada.

Nos acercamos en coche hasta el aparcamiento de la zona recreativa de Zarcia y, desde aquí, comenzamos nuestro camino en falso llano ascendiendo el río Urbión. Dejando a tu derecha la entrada a la senda de las cascadas de Altuzarra, seguimos de frente hasta encontrarnos, a la izquierda, con la antigua senda, amplia al principio, que se adentra en el Barranco Itúrbero.

Una corta rampa nos da la bienvenida a un mundo intransitado, frágil y duro, donde la naturaleza ha recuperado sus dominios dolida por el arañazo del hombre que en su día tatuó un sendero en sus entrañas.

En cuanto llegues a la zona de escobas, fíjate en los hitos de piedra y vete pegado al pequeño cortado de tu izquierda, entre el pinar y las escobas. Pasado este paraje, un estrecho y descendiente pedrero te anuncia la inminente llegada al paraíso. Tendrás que seguir de frente y a la derecha, fijándote en algún hito de piedras que sigue facilitando el camino correcto a un mundo sublime, anunciado por el sonido del arroyo que de momento no ves.

En cuanto encuentres el hayedo tienes que ir descendiendo al fondo del barranco hasta el arroyo Itúrbero. Acabas de llegar a un paraíso. Sigue desendiendo oblicuamente al barranco, disfrutando del pispireto arroyo y darás de lleno con un mundo virgen, mágico y acogedor, capaz de calmar el espirito más revuelto. Sencillamente maravilloso el sitio. Respira hondo, admira una naturaleza original en su propia esencia, empápate de ella y retornarás con el alma diferente, más limpio, lleno de sensaciones difíciles de encontrar en nuestro día a día.

El entorno de la cascada Itúrbero invita a la tranquilidad de un trago y un bocado. Es imposible que aquí te siente mal el bocado, y las limpias aguas del arroyo ayudarán a digerirlo aderezándolo con esencia del paraíso.

La vuelta la realizamos por el mismo camino de ascenso, llevándonos una sensación inolvidable que solo proporcionan los lugares muy especiales.