Santa Elena desde Alaiza

SANTA ELENA DESDE ALAIZA

Bilbao a nueve de diciembre de 2012.
Bonito paseo mañanero por los montes de Iturrieta.
En realidad vamos a hacer una ruta circular por estupendos y mágicos hayedos, cortados espectaculares, con grandiosas vistas a la Llanada alavesa.
Atravesaremos caminos ancestrales, y descubriremos lugares donde hubo ermitas y aún se conservan dólmenes, pero seguramente lo más sorprendente de este recorrido se encuentre, no en los altos, si no en la llanada.
Hace ahora 30 años que se redescubrieron las pinturas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Alaiza. Si se quieren visitar debéis llamar primero a la oficina de turismo de Salvatierra 945302931
Sencillamente unas pinturas que no deberían estar ahí.
Se trata de las pinturas que decoran, enigmáticamente, el ábside. Son del siglo XIV y permanecieron mucho tiempo tras varias capas de cal, hasta que el párroco Juan José Lekuona comenzó a “raspar la pared con una navajita y mucho cuidado por si aparecía algo, como pasó en el vecino Gazeo, y así fue, pues tras tres capitas de cal fui viendo la cabeza de un caballo”. (Así lo narró él a la cadena ser)
En todo el conjunto no aparece un imagen religiosa, al contrario son escenas bélicas, el asedio a un castillo por caballeros extranjeros (según sus ropajes y armas), un hilo conductor nos sitúa en un cortejo fúnebre, también se ve una contienda medieval, escenas de violaciones, otras escatológicas, peregrinos oferentes, y aparentemente desordenados vemos ciervos, aves, un árbol, un centauro y otras figuras que componen un mural intrigante.
Existen varias teorías que tratan de explicar el porqué de estas pinturas, aunque no hay unanimidad sobre el tema.
Últimamente a algún “iluminado” se le ha ocurrido hablar de alienígenas, esoterismo y de códigos secretos, sin embargo, lo más probable es que estas pinturas fueran realizadas durante la invasión de las tropa de Eduardo Príncipe de Gales –el ‘Príncipe Negro’–, cuando vino en ayuda del rey don Pedro de Castilla el Cruel contra su hermano bastardo Enrique de Trastámara (1367), al que vencieron en la batalla II de Nájera. Y cuya estancia por la zona quedo documentada.
Aquel que pueda no debería dejar pasar la oportunidad de ver este curioso conjunto pictórico.
Bueno venga, vámonos al monte.
Comenzamos el camino al lado mismo de la iglesia y salimos del pueblo por la pista que se dirige al San Cristobal, que rodeamos y enfilamos hacia la sierra. Al llegar a la balsa de regadío la bordeamos y tomamos la senda que asciende por el bosque de robles y después hayas, hasta el “Puerto de Luzcando” debajo del cual habremos apreciado un escarpe rocoso, medio acondicionado como aterpe.
Ya hemos salvado el desnivel, a partir de ahora será un cómodo sube y baja.
Si giramos al Este ganamos la cima del Santa Elena en un periquete, pero primero vamos a ir al Oeste y pronto llegamos a la -por algunos denominada- cima del Berabileta, zona rocosa que no aparece en el catálogo actual (parece ser que hubo confusiones toponímicas con el Marabileta, además de errores cartográficos y de coordenadas, todo ello corregido en el 2009).
Proseguimos nuestro camino bordeando la pieza de cultivo y ascendemos por el bosque a la cima del Zorrikobaso, sin vistas. Una breve bajada nos pone en la pista del repetidor del Marabileta al que según nos dijeron unos montañeros que nos encontramos justo allí le han debido de quitar el buzón.
Bajamos por la pista y nos encontramos con varios coches por la zona porque hay un batida de jabalís, menos mal que nosotros vamos a rodear la pieza de cultivo y alejarnos de allí (ayer sábado murió el segundo cazador en lo que va de temporada, esta vez fue en Sopuerta, y como siempre el disparo fue accidental).
Ascendemos hacia el Santa Elena por Artigain y pasamos por Gorosabel donde hay un cartel indicando la zona de salto en parapente del Santa Elena con térmica N-NO, pronto llegamos a su cima un tanto boscosa, esta vez con buzón y cruz en recuerdo de la ermita que allí hubo en el siglo XVIII.
Hasta aquí hemos venido con niebla y bastante frio pero sin viento y justo ahora tenemos la suerte de que comienza a soplar una ligera brisa que consigue helar las ramitas de los árboles en un santiamén, dejándolas blancas, y a la vez despejar la llanada, ofreciéndonos una preciosas vistas, primero del mar de nubes deshaciéndose y seguido, en frente de Aizkorri, su cresterio, del Aratz, al oeste Gorbea… “es pa verlo”
Continuamos camino por el cordal hasta el Soil señalado con un mojón de piedras, convenientemente aumentado por nosotros, y seguimos hasta alcanzar el Dolmen del Puerto de San Juan, del que se conservan levantadas dos losas, un poquito más adelante encontramos al borde del cortado una cruz que nos recuerda la existencia de la también desparecida ermita de San Juan, así como una losa de piedra clavada en la tierra con una cruz en cada cara.
La bajada por el puerto de San Juan es preciosa y por un camino en el hayedo sensacional hasta que salimos al pinar y enlazamos con el gr, aquí la cosa se embarra hasta los… y como puedes vas avanzando hasta salir a la carretera de Eguileor a Alaiza, a donde llegamos sin mas contratiempos.