Santa Eulalia de Abamia - Cruz de Priena - Santa Eulalia de Abamia.

Punto de partida: Iglesia de Santa Eulalia de Abamia (Cangas de Onis).
Para llegar al punto de partida nos desplazamos desde Oviedo por la autovía A-64. Salimos en Lieres para incorporarnos a la N-634 por la que circulamos hasta Arriondas, donde nos desviamos por la N-625 hasta Cangas de Onis, donde tomamos la AS-114 para salir en Corao y continuar por una carreterilla interior hasta la cercana localidad de Abamia.
La ruta más habitual y la más corta para subir a la emblemática Cruz de Priena es la que parte de Covadonga, por lo que representa este lugar Santo para los asturianos, pero hay otra ruta de acceso, si se quiere más desconocida, también cargada de historia y con paisajes más bonitos y más abiertos. Es la que parte desde Corao o desde la Iglesia de Abamia.
Según hemos leído, "los orígenes de la Iglesia, bajo la advocacion de Santa Eulalia de Merida (como fue tan frecuente en todo el norte peninsular alto medieval y suele ser indicio de su antigüedad) se remontan a la época de Pelayo. Aunque parte de su arquitectura puede ser de época visigótica, en su aspecto actual es románica"
"La iglesia de Santa Eulalia situada en la localidad de Abamia en el concejo de Cangas de Onis, data del siglo XII, si bien se tiene constancia de un templo del siglo VIII.
La primera referencia que se tiene de ella es del 737.
Durante varios siglos permanecieron sepultados en esta iglesia los restos de Don Pelayo y los de su esposa, la reina Gaudiosa".
La Iglesia fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1962.
Junto a la iglesia hay varios ejemplares de tejos centenarios, árboles que eran considerados sagrados por los astures.

La mayor parte de la ruta discurre por el PR.PNPE-1, conocido como la "Ruta de Frassinelli".
Roberto Frassinelli y Burnitz (Ludwisburg 1811- Corao 1887), también conocido como el "Alemán de Corao", fue un personaje muy peculiar en la zona, especialmente en Corao, de donde era su esposa Ramona Domingo Díaz, lugar donde se retiró hasta su muerte.
Poseía conocimientos de arqueologia y arquitectura, y aunque carecía de titulos participo en los diseños de la Basilica de Covadonga y dirigió las obras de La Cueva de Covadonga.
Ejerció una actividad montañera, cazadora, naturista que alimentó el mito.
De él cuenta D. Alejandro Pidal y Mon "Su verdadero teatro eran Los Picos de Europa, Peña Santa, la Canal de Trea, los gigantescos Urrieles asturianos. En ellos se perdía meses enteros llevando por todo ajuar un zurrón con harina de maiz y una lata para tostando al fuego de la hierba seca, su carabina y sus cartuchos. Bebía agua, carne sólo la del rebeco y dormía sobre las matas de enebro; se bañaba al amanecer en los solitarios lagos de la montaña y al regresar de la penosa excursión a los Picos se refrescaba revolcándose desnudo sobre la nieve".
Uno de los lugares que utilizaba Roberto Frassinelli para sus baños eran las pozas de las frías aguas del río Pomperi, cercano a Pan de Carmen. De ahí que ese lugar es conocido como el "Pozo del Alemán".
Sus restos permanecieron en el cementerio de Abamia hasta que en 1977 fueron trasladados al interior de la Iglesia de Santa Eulalia de Abamia.

Iniciamos la ruta bajo una intensa niebla, con la esperanza de que el sol pudiera con ella. Las informaciones meteorológicas eran favorables.
Por carretera ascendemos hasta el poblado del Cueto Abamia, para seguir subiendo hasta llegar a una zona donde la carretera termina y nos incorporamos a una pista llena de agua y muy embarrada, que no recordábamos así en una subida anterior. Menos mal que este tramo es muy corto.
Continuamos subiendo hasta La Cañal, ahora por una pista hormigonada. Aquí hay un cruce de caminos. Uno de ellos comunica con el pueblo de Teleña, desde donde tambien se puede iniciar está ruta.
La niebla ha desaparecido en las alturas, sólo permanece en el fondo del valle. Ya disfrutamos de un sol maravilloso y unas bonitas vistas sobre los cordales que cierran el valle por el norte, con las cumbres del Cuera, Mofrechu, Hibeo...
Ya podemos ver nuestro objetivo, con la "Cruz de Priena" allá en las alturas.
Atravesamos un cierre metálico para el ganado y seguimos ascendiendo. Pasamos junto a la Majada Tombonu y llegamos a las cabañas de Ordoreño.
A continuación hay una bifurcación de caminos, por el de la derecha bajaremos a la vuelta, nosotros seguimos por la "Ruta de Frassinelli".
Proseguimos adelante, a veces por pista hormigonada, a veces terrera, caminamos por la cara norte de Priena a través del Monte Orientes.
Llegamos al Collado de La Piniella, con algunas cabañas muy acondicionadas y en muy buen estado.
En los Invernales de Uporquera abandonamos la "Ruta de Frassinelli" para introducirnos en una senda que rodea por la izquierda una cabaña reformada y cercada. La senda va girando a la derecha y nos lleva al Collado Pasadero, que separa el Pico Priena del Pico La Estaca.
Desde el collado ponemos rumbo oeste hasta enlazar con la senda que sube desde Covadonga. A los pocos metros ya estamos en "La Cruz de Priena", también llamada "Cruz de Pelayo".
Después de tomarnos un respiro y contemplar la impresionante panorámica que se puede admirar desde la cumbre, desde el entorno de Covadonga con la Basilica y Cueva, situadas allá abajo a los pies de Priena, a las vistas de las impresionantes montañas que a lo largo de los 360° en derredor se pueden divisar desde esta cumbre, que sólo tiene 722 m de altitud, pero que su ubicación le hace ser un mirador privilegiado, iniciamos el descenso por la cara oeste del pico.
Al principio no hay una senda muy marcada, pero luego conforme vamos descendiendo se nos hace visible.
La senda desemboca la campa de Fuentes de Campos, donde vacas y caballos pastaban a sus anchas, y hasta donde se puede llegar en todoterreno.
Atravesamos la campa hasta el fondo, donde enlazamos con una pista que va hacia el este y que nos lleva a enlazar con la "Ruta de Frassinelli", por la que regresamos hasta Abamia. Ahora, con el valle despejado de niebla, tenemos buenas vistas de Corao, Teleña y pueblos de la zona.