Santa Eulalia-Marinda-Lurdondo-Sendadiano-Anda-Andagoia-Abezia-Izarra

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 140:

Comienzo la travesía en la pequeña localidad de Santa Eulalia, al cual he podido desplazarme yendo en una de las líneas comarcales de taxis que el servicio de transporte de Alavabus ofrece. Para ello hay que llamar al teléfono que aparece en los panfletos de la web y reservar como muy tarde hasta las 8 de la tarde del día anterior a dicho desplazamiento, y decirles de donde partir y a donde quieres que te lleven.
En este caso he ido en el taxi que recorre la comarca de Kuartango desde Izarra. Para ver las lineas, tanto regulares como comarcales, y sus horarios, entrad a esta página web http://alavabus.araba.eus:8080/siv-web/#/lineas
En unos minutos llego al lugar de comienzo de mi ruta, habiendo sido un viaje muy ameno gracias al conductor, Jon, un tío muy majo. Cada viaje cuesta 2,50€ o 1,70€ con la tarjeta BAT, independientemente de la distancia entre el punto A y el B.

Una vez en Santa Eulalia, justo cuando iba a dar inicio a la ruta, sendero abajo pasó un gran rebaño de ovejas, junto con un perro a la cabeza y el pastor en la cola del grupo; un precioso y fortuito momento para comenzar la jornada con buena cara.

Avanzo sendero arriba yendo por un ancho y cómodo camino de tierra/piedras en suave y constante pendiente. En el lado derecho veo el primero de mis objetivos de hoy, la piramidal figura del monte Marinda. A mis espaldas también tengo una bonita panorámica de los cortados de la larga sierra de Arkamu.

Continuo la marcha, pasando primero por una puerta metálica, y luego desviándome a la derecha en un cruce.
Dejo de ascender por un momento, hasta que llego a otro cruce donde hay otra puerta entre una valla. La paso y giro a la izquierda para comenzar oficialmente el ascenso a la cima del monte Marinda.

El ascenso, aunque corto, se hace un poco largo por culpa de las elevadas pendientes, que apenas dan respiro. El sendero es minúsculo, muy muy estrecho, pero perfectamente apreciable en zonas despejadas, no así en los ratos en el que me adentro por zonas arboladas, pero se intuye perfectamente. Además hay numerosos hitos de piedras a los lados del sendero, así que no tiene perdida.

Sin pausa pero sin prisa, sigo ganando altitud, y cuando pienso que ya he llegado a la cima, veo que el ascenso continúa, que no acaba, y así hasta 3 veces. Son pequeñas antecimas, cada cual mas rocosa, que hace que mi marcha se ralentice mas y mas, pero sin llegar a suponer un problema o riesgo.

Finalmente doy con el buzón, geodésico y cruz cimera del monte Marinda (986m). Las vistas desde aquí son magistrales; las sierras de Arkamu, Badaio, Gorbea, Sierra Salvada, Montes de Vitoria, y entre la niebla me pareció ver la silueta del Anboto, aunque no estoy seguro. Ademas de eso, todo el valle de Kuartango con sus respectivas localidades. Una chulada de vistas.

Tras las fotos de rigor, desciendo por la otra vertiente de la montaña, por un camino muy similar al de la subida. Posiblemente algo mas empinada o constante, pero también mas despeada de vegetación, lo cual me permitió bajar con mayor rapidez. Tened cuidado si el sendero estuviera mojado, en ese caso habría que ir muy despacio, mirando donde pisar, pues sería muy sencillo resbalar.

Al finalizar el descenso, me encuentro con otra puerta, la cual paso y continúo por la derecha.
Mas adelante podría seguir con el descenso rumbo hacía el concejo de Sendadiano, pero decidí desviarme momentáneamente a la izquierda para ascender una pequeña corta sin buzón llamada Lurdondo (828m). Un capricho personal, con tal de sumar una cima mas a la colección, y de paso tener una nueva perspectiva de las magnificas vistas que hay mirando en cualquier dirección.

En apenas 5 min vuelvo al anterior cruce y ahora sí, sigo bajando por un ancho sendero de tierra, bastante rota por el paso de maquinaria pesada, hasta llegar a Sendadiano.
Atravieso el pueblo y giro a la izquierda, para ir por un largo camino de tierra al principio, hierba a la mitad, y piedras al final, hasta llegar a la próxima localidad, Anda. La travesía se convierte ahora en una combinación de pequeñas localidades y anchas pistas que en su mayoría van en llano, así que ahora es momento de "volar" en ellas.

Luego ando varios minutos por una carretera hasta llegar a Andagoia. Aquí hago una breve parada para picotear algo, y después sigo a buen ritmo por una pista que al principio es ancha, cómoda, de tierra/piedras, pero que luego se cierra y pasa a ser de hierba con maleza a los lados. Poco tiempo dura así, ya que una vez paso por otra puerta metálica mas, el sendero vuelve a abrirse y a ser cómoda de andar. Eso si, durante un buen rato avanzo en suave pero constante subida, así que pierdo un poco de velocidad.

No es un problema, tengo tiempo de sobra, y hay que disfrutar también del entorno, como por ejemplo una magnifica vista de mi destino, el pueblo de Izarra, con el macizo del Gorbea al fondo.

Dejo las subidas atrás, y desciendo al fin directo al penúltimo de los pueblos, Abezia, un pequeño concejo perteneciente al municipio de Urkabustaiz.

Solo me queda desviarme a la izquierda (para evitar ir por la carretera) y llegar así en primer lugar hasta a la zona oriental del pueblo o concejo de Izarra, también perteneciente al municipio de Urkabustaiz, y después al otro lado, hasta llegar a la parada de bus de la localidad y finalizar así esta bonita ruta.