Santa Eulalia - Peña Cabrera

¡Por fin ha vuelto la nieve! La intensa borrasca de esta semana ha dejado media región cubierta de un blanco manto que ya echábamos de menos. Para disfrutar de ello, sin demasiadas complicaciones, retomamos las rutas a cotas bajas, cercanas a la costa.

En esta ocasión, estaremos en el concejo de Cabranes, concretamente en Santolaya, para coronar la modesta Peña Cabrera.

Cabe apuntar de antemano que se trata, con bastante seguridad, de la ruta mejor señalizada y conservada que he visto en mucho tiempo, por lo que mi más sincera enhorabuena.

Partimos del amplio aparcamiento situado delante del consistorio de Cabranes, en Santolaya, para pasar a la izquierda de su iglesia, bajando por una pista algo peliaguda con agua, pero sin demasiadas complicaciones.

No tardaremos en llegar, tras un buen desnivel de bajada, a la carretera principal para continuar por la senda oficial que discurre junto al río Viacaba y que conecta Santolaya con Viñón. En este tramo disfrutaremos de unas vistas magníficas de este bonito río, así como de las espesas arboledas que pueblan los valles de la zona.

Una vez lleguemos a Viñón, no podemos dejar escapar la oportunidad de visitar tanto su iglesia, San Julián de Viñón, como el museo de la Escuela Rural, el cual constituye un viaje en el tiempo a las costumbres y metodologías escolares de principios del sigo XX en la zona, realmente digno de ver.

Precisamente a la derecha de este edificio comienza, de forma oficial, la subida a Peña Cabrera, con paso intermedio por Ñao. Hay que destacar de este pintoresco pueblo su rótulo de bienvenida, un panel indicador que nos marca la distancia a Holanda (la pregunta que nos hacemos en Asturias a diario) y ¡un pez de acuario en un lavadero! No se puede ser más auténtico. Genio y figura.

Tras un potente desnivel a la salida de Ñao, llegaremos al área recreativa, amplia, bonita y cuidada, con unas vistas de escándalo, donde poder coger fuerzas para la subida final. A destacar el bonito mirador de Villaviciosa y todo el cordal de Peón.

Continuando por unas escaleras que llevan, a su derecha, a una fuente, seguiremos, ahora a la izquierda, para iniciar el ascenso por una cómoda pista, tremendamente marcada y señalizada, con una portilla de entrada fácilmente superable.

Ya en las inmediaciones de la cumbre, nos desviaremos por un tímido sendero que lleva, sin posibilidad de duda, al vértice geodésico que corona la cima de hoy. Las panorámicas de la Sierra del Sueve o del Vízcares, La Xamoca y El Pierzu son una constante en esta zona.

A la bajada, completaremos un trazado circular siguiendo las indicaciones de la PR AS-52, como avanzaba al comienzo tremendamente bien señalizada si posibilidad alguna de confusión.