Santa Fe

Santa Fe es una pared rocosa, firme, e inexpugnable, adorno natural del valle de Cabó, valle habitado desde tiempos muy remotos, pues ya, los hombres del neolítico se asentaron en estas tierras, gente sedentaria que se hicieron agricultores y cuidaban de sus rebaños, también el culto a los muertos, como son muestra los múltiples dólmenes que se han descubierto, tres de los cuales hoy visitaremos, la excursión la iniciamos desde Organya, pueblo de buenos restaurantes, el recorrido está muy bien señalizado con balizas y carteles rojos dando datos, como las distancias y porcentaje de desnivel, casi todo el recorrido esta al 18% de desnivel, un desnivel que te deja progresar sin cansarte en demasía, a mitad de esta senda encontramos el monumento a Jacinto Verdaguer, gran defensor del montañismo catalán, llegados al Coll den Prats, la senda antes curvilínea, gira a la izquierda y algo más directa nos deja a los pies de los muros de una sencilla y simpática ermita, con una terraza mirador donde con un poco de osadía podrás hacer sonar la campana, fotos, descanso y fascinación durante unos minutos donde sentimos que el mundo se para o cuando no, gira más despacio, haciendo más largo este bienestar, abandonamos nuestro hechizo, y preparamos la bajada, suave hasta el Coll del Prat, donde un poco más abajo tomamos a la izquierda una senda peligrosa y muy vertical, con unas rampas de vértigo, unos bastones hubieran sido de gran ayuda, no los llevo, estas vertiginosas bajadas están señalizadas de pintura azul-amarillo, terminadas estas, nos encontramos en un camino donde visitaremos los dólmenes del Mal Pas, Dolmen Colomera, y el del Serrat de Cobertrades, con ellos terminamos esta excursión y con la atenta mirada en la gran pared que donde unos buitres, quizá leonados emprenden su vuelo, hemos andado juntos, Neus, Belén, Lidia y Julián.