Ubiarco, Playa Santa Justa, Torre San Telmo, Fuente, Ermita Santa Justa
near Ubiarco, Cantabria (España)
Viewed 298 times, downloaded 4 times
Trail photos
Itinerary description
En el reciente paso por Cantabria, decidimos visitar las playas menos turísticas pero mejor valoradas por una senderista, confirmada por imágenes de Internet, que además nos ofrecieron alicientes extras para visitar, una de nuestras opciones y después de muchas investigaciones, decidimos venir a esta playa que resultó ser bastante sorprendente, la playa de Santa Justa, el sendero es verdaderamente muy corto, pero lo verdaderamente interesante es la localización de esta pequeña joya.
Escondida en la costa occidental de Cantabria y dentro del municipio de Santillana del Mar, condensa esa belleza salvaje y autenticidad tan buscadas en el norte de España. Una pequeña joya natural que, más allá de su arena dorada, custodia una pequeña ermita adosada en una gran balma, como si surgiera de la misma roca y las ruinas de una vieja atalaya con vistas espectaculares, entre localidades costeras como Suances, Cóbreces, Comillas y San Vicente de la Barquera. Lo más curioso de esta preciosa playa es que, a pesar de la espectacularidad del paisaje, se trata de un lugar muy tranquilo y alejado del turismo masivo.
Siempre se ha dicho que Santillana ni es santa, ni es llana, ni tiene mar y resulta que estábamos completamente engañados porque sí lo tiene. El municipio de Santillana del Mar abarca un pequeño tramo costero muy abrupto que cuenta en su haber con una sola playa, la que hoy nos ocupa, la Playa de Santa Justa.
A sólo 8 kilómetros de distancia del centro histórico de Santillana y apenas un kilómetro del disperso caserío de Ubiarco, el acceso hasta la playa es sencillo y está bien señalizado. El desvío indicado desde la carretera principal nos lleva en apenas unos minutos hasta el aparcamiento habilitado (de pequeño tamaño) y el acceso directo a la arena.
Es uno de estos rincones que, aunque las imágenes dan buena cuenta de lo espectacular del paraje, gana mucho más al natural. Chiquita, apenas 100 metros de anchura, pero completamente encajada entre acantilados y con un plus de espectacularidad por su pequeño templo adosado y los restos de la Torre medieval de San Telmo.
El edificio de la ermita que data del siglo XVI es extremadamente sencillo. Carece por completo de ornamentos. No hace falta más. Su propia ubicación le imprime ese halo de misterio y dramatismo que tanto sorprende cuando la ves por primera vez. El acceso se realiza por un sencillo camino que bordea los acantilados con piedras resbaladizas por el uso, tras una bifurcación hacia la izquierda, finaliza junto al edificio de piedra. Es impresionante observar desde aquí la ubicación del templo y su verdadera exposición a la furia del Mar Cantábrico. También dispone de un caño desde donde brota agua fresca y cristalina, no podemos saber si potable o no.
Justo en la bifurcación de caminos, si escoges el sendero de la derecha ascenderás a lo que queda en pie de la Torre de San Telmo. Una construcción defensiva del siglo XIV de la que hoy apenas quedan un par de lienzos en pie y en estado tremendamente lamentable. En sus tiempos gloriosos formó parte del sistema de desfensa costero contra invasiones y también fue un importante punto de referencia para los navíos.
En realidad, lo mejor de ascender hasta este punto son las impresionantes vistas panorámicas que se obtienen de la propia Playa de Santa Justa y también de su vecina la hermosa Playa del Sable de Tagle, su arenal vecino, otra espectacular joya natural de 200 metros de longitud y una belleza salvaje, pertenece al municipio de Suances y a la que puedes acceder a pie desde este punto en pocos minutos.
El acceso está totalmente acondicionado y cuenta con instalaciones muy modernas que ofrecen un parque infantil, un chiringuito y una serie de terrazas a modo de mirador con una perspectiva excelente desde la que fotografiar la escena.
Nos encontramos ante uno de los tramos costeros más espectaculares de Cantabria o, al menos, así lo es bajo mi punto de vista. Como ya hemos visto desde lo alto de la atalaya en ruinas,
Escondida en la costa occidental de Cantabria y dentro del municipio de Santillana del Mar, condensa esa belleza salvaje y autenticidad tan buscadas en el norte de España. Una pequeña joya natural que, más allá de su arena dorada, custodia una pequeña ermita adosada en una gran balma, como si surgiera de la misma roca y las ruinas de una vieja atalaya con vistas espectaculares, entre localidades costeras como Suances, Cóbreces, Comillas y San Vicente de la Barquera. Lo más curioso de esta preciosa playa es que, a pesar de la espectacularidad del paisaje, se trata de un lugar muy tranquilo y alejado del turismo masivo.
Siempre se ha dicho que Santillana ni es santa, ni es llana, ni tiene mar y resulta que estábamos completamente engañados porque sí lo tiene. El municipio de Santillana del Mar abarca un pequeño tramo costero muy abrupto que cuenta en su haber con una sola playa, la que hoy nos ocupa, la Playa de Santa Justa.
A sólo 8 kilómetros de distancia del centro histórico de Santillana y apenas un kilómetro del disperso caserío de Ubiarco, el acceso hasta la playa es sencillo y está bien señalizado. El desvío indicado desde la carretera principal nos lleva en apenas unos minutos hasta el aparcamiento habilitado (de pequeño tamaño) y el acceso directo a la arena.
Es uno de estos rincones que, aunque las imágenes dan buena cuenta de lo espectacular del paraje, gana mucho más al natural. Chiquita, apenas 100 metros de anchura, pero completamente encajada entre acantilados y con un plus de espectacularidad por su pequeño templo adosado y los restos de la Torre medieval de San Telmo.
El edificio de la ermita que data del siglo XVI es extremadamente sencillo. Carece por completo de ornamentos. No hace falta más. Su propia ubicación le imprime ese halo de misterio y dramatismo que tanto sorprende cuando la ves por primera vez. El acceso se realiza por un sencillo camino que bordea los acantilados con piedras resbaladizas por el uso, tras una bifurcación hacia la izquierda, finaliza junto al edificio de piedra. Es impresionante observar desde aquí la ubicación del templo y su verdadera exposición a la furia del Mar Cantábrico. También dispone de un caño desde donde brota agua fresca y cristalina, no podemos saber si potable o no.
Justo en la bifurcación de caminos, si escoges el sendero de la derecha ascenderás a lo que queda en pie de la Torre de San Telmo. Una construcción defensiva del siglo XIV de la que hoy apenas quedan un par de lienzos en pie y en estado tremendamente lamentable. En sus tiempos gloriosos formó parte del sistema de desfensa costero contra invasiones y también fue un importante punto de referencia para los navíos.
En realidad, lo mejor de ascender hasta este punto son las impresionantes vistas panorámicas que se obtienen de la propia Playa de Santa Justa y también de su vecina la hermosa Playa del Sable de Tagle, su arenal vecino, otra espectacular joya natural de 200 metros de longitud y una belleza salvaje, pertenece al municipio de Suances y a la que puedes acceder a pie desde este punto en pocos minutos.
El acceso está totalmente acondicionado y cuenta con instalaciones muy modernas que ofrecen un parque infantil, un chiringuito y una serie de terrazas a modo de mirador con una perspectiva excelente desde la que fotografiar la escena.
Nos encontramos ante uno de los tramos costeros más espectaculares de Cantabria o, al menos, así lo es bajo mi punto de vista. Como ya hemos visto desde lo alto de la atalaya en ruinas,
Waypoints
Comments (6)
You can add a comment or review this trail
Preciosas playas amigo 👌, un cordial saludo 👋.
Playas preciosas, un día espectacular y unas fotos de 10!!!
Esas fotos del mar rompiendo en las piedras es una pasadaaa me encantaaaaaa que hermosuraaaaaaa JAVISHHHH una beleezaaa
¡Rompiendo mitos!
Visitando el mar de Santillana del Mar.
Saludos.
Bonitas fotos de la playa de Santa Justa. Un fuerte abrazo.
Preciosa fotos para esta bella playa.....saludos