Salceda de Caselas. Ríos Caselas y Landres. Espicho do Faro.

La iglesia de Santa María de Salceda marca el inicio y fin de esta ruta circular que tiene como protagonistas a los ríos Caselas y Landres, con sus muiños cargados de historias y sus cantarinas aguas que nos acompañarán durante buena parte del trayecto.

Nada más salir, nos desviamos de la carretera hasta alcanzar la Senda del río Caselas, bien acondicionada y señalizada. Después de seguirla durante 1.5 km la abandonamos desviándonos a la derecha para ir en busca del inicio de otra senda, la del río Landres. Antes de alcanzarla hay que prestar mucha atención para cruzar la PO-510, para más seguridad recomendamos ir hasta la rotonda y cruzar allí.
El río Landres es un afluente del río Caselas que atraviesa las parroquias de Parderrubias y Entenza. A lo largo de esta bonita senda se puede apreciar un importante conjunto etnográfico formado por el muiño e lavadoiro do Seixo y los muiños de Ghurito, Medio, Buraco y el das Laxes do Torrón. Los cinco son muiños de "herdeiros", es decir, de propiedad comunal.
Dejamos el río Landres al pasar el Muiño das Laxes y seguimos por un camino que nuevamente nos conduce al río Caselas.
LLegamos hasta otro estupendo tramo de senda que va paralela al río, a lo largo de ella se pueden ver varios paneles informativos y algunos muiños como el de Picado, donde también hay un antiguo puente en mal estado; o el de Bernárdez -Herdeiro ubicado en un entorno agradable del río y casi al final del sendero.
Desde aquí emprendemos camino hacia o Espicho do Faro, transitando buenos caminos y algo de asfalto pasamos por la Iglesia dos Santos Xusto e Pastor de Entenza, por el cementerio y más adelante iremos muy cercanos al regato da Fraga siempre en subida hasta alcanzar el merendero y parque vecinal do Espicho do Faro.
Este monte estuvo a punto de desaparecer debido a las dos canteras de granito que lo rodean. Sin embargo, una buena actuación en el 2007 lo salvó de la desaparición realizando una gran labor de acondicionamiento, convirtiendo al Espicho do Faro en una interesante área recreativa, dotada de dos fuentes con estanques, mesas y diferentes árboles.
Desde el espicho, una pequeña columna de hormigón a modo de vértice geodésico, hay muy buenas vistas hacia el valle del Miño y Tui, algunos creen que en este estratégico lugar pudo existir el desaparecido Castelo de Toroña.
El camino de descenso transcurre por caminos y pistas donde predomina el eucalipto. Volvemos a cruzar la P0-510 y atravesamos el núcleo de Salceda de Caselas, buen lugar para hacer una parada, aprovechar comer y tomar algo fresco.
A partir de aquí iremos unos kilómetros por carreteras secundarias apenas transitadas. Pasamos junto a la gran extensión de tierra y plantaciones del Pazo de Pegullal, un sorprendente lugar que guarda en su interior un tesoro botánico de más de 370 ejemplares de camelias, pero también viñas y olivos donde se fraguan vinos y aceites. Ofrecen visitas guiadas para quien esté interesado en recorrerlo.
Un par de kilómetros más y llegamos otra vez al río Caselas, nos acercamos primero hasta el muiño de Pitón y luego recorremos otra agradable senda que va pegada a sus aguas. Durante este recorrido, un espacio de gran valor etnográfico, se pueden ver 5 muiños rehabilitados: el de el muiño de Marcial o Fondóns, los de Figueiras (uno de azufre y otro de granos) el muiño dos Cregos o da Laxe y por último el muiño de As Covas.
Seguimos el sendero hasta alcanzar la carretera y nos desviamos a la izquierda para finalizar esta estupenda ruta en la iglesia de Santa María.

Un recorrido agradable, sin dificultades técnicas y que se puede realizar en ambos sentidos, nosotros seguimos el de las agujas del reloj. Excepto las sendas, no se encuentra señalizado, por lo que sería conveniente el uso de GPS.