SANTAS CÉNTOLA Y ELENA, Valdelateja
near Valdelateja, Castilla y León (España)
Viewed 557 times, downloaded 19 times
Trail photos
Itinerary description
Valdelateja donde subiremos a la Ermita de las santas Centola y Elena de Siro.
Desde arriba tienes unas vistas buenas para sacar fotos.. Importante dar a la campana de la hermita y pedir un deseo.
Situada sobre una alta meseta, desde la que se domina un paisaje espectacular sobre un cañón que forman los ríos Rudrón y Ebro, encontramos esta pequeña ermita dedicada a las santas Centola y Elena de Siro.
Situada sobre una alta meseta, desde la que se domina un paisaje espectacular sobre un cañón que forman los ríos Rudrón y Ebro, encontramos esta pequeña ermita dedicada a las santas Centola y Elena que, según la tradición, recibieron martirio en este lugar en la época de Diocleciano y en la que se conservaron sus reliquias hasta 1317, año en el que se trasladaron a la catedral de Burgos, donde aún se conservan. En su entorno se encuentran también los restos de un castillo y, dada su magnífica ubicación defensiva, es muy probable que existiera en él algún tipo de castro anterior a la época visigoda.
La iglesia, que ha sido restaurada recientemente, es de muy pequeño tamaño, formada únicamente por una nave rectangular de 5,25 por 4,07m, con cobertura plana de madera y con una especie de banco corrido en piedra adosado internamente a cada muro lateral, y un ábside de 2,17 por 2,40m, cubierto por bóveda de cañón en forma de herradura. La nave y el ábside están separados por un muro en el que existe un arco de acceso, también de herradura, prolongado 1/3 del radio como es habitual en la arquitectura visigoda, sobre impostas incrustadas en el muro y con un absidiolo a cada lado del arco, formando dos pequeños altares laterales que parecen simular los ábsides triples tan habituales en las cabeceras visigodas. Su única iluminación proviene de la puerta de acceso en el lado oeste, que no conserva su estado original y al que se ha añadido una espadaña muy posterior, y por una ventana en el centro del ábside. Esta ventana es muy estrecha, con derrame interior y terminada en un arco de herradura tallado en una sola piedra que en su lado exterior contiene una inscripción en la que se lee claramente «FREDENANDUS ET GUTINA», entre dos cruces patadas visigodas con la alfa y la omega, que se completa debajo con «ERA DCCCXX» y a la derecha con una decoración vegetal que nos recuerda más a la época mozárabe que a la escultura visigoda. La fecha grabada corresponde al año 782, por lo que si suponemos que toda la inscripción corresponde a su fecha de construcción, estaríamos ante un edificio de estilo visigodo setenta años posterior a la invasión árabe.
Sin embargo, nos parece muy poco probable que tan al principio de la reconquista hubiera interés y tiempo para construir un edificio religioso incluso de un tamaño tan reducido, aunque ya se hubiera ocupado y comenzado a fortificar esta zona tan próxima a Amaya, que era objetivo prioritario en gran parte de los ataques árabes en esa época, y por lo tanto de alto riesgo. Por otro lado, todas sus características más significativas, como el arco de herradura interior, los tres altares y la forma de cobertura y la ventana del ábside, corresponden al más puro estilo visigodo del siglo VII, radicalmente distinto al que encontramos en Santianes de Pravia, iglesia asturiana construida en esos años.
Desde nuestro punto de vista es mucho más probable que se tratara de una construcción del siglo VII, situada en un entorno próximo – unos 70 kms – a la nueva ciudad de Vitoriacum y en una zona en la que encontramos al menos otro monumento visigodo importante en San Vicente del Valle, unos 90kms al sur. Posiblemente la zona fue abandonada durante la invasión árabe y al recuperarla, en el último tercio del siglo VIII, existiera aún la ermita en buen estado, dada su difícil acceso, y la restauraran en lo que fuera necesario para volver abrirla al culto, posiblemente por monjes procedentes de Al-Andalus, siendo de esa época toda o parte de la inscripción. En efecto, sería interesante estudiar si toda la inscripción es de la misma mano y de la misma época, ya que a simple vista se observan diferencias importantes entre el estilo de la dedicatoria, incluidas las cruces patadas que la encierran y el de la fecha y la decoración vegetal, lo que podría demostrar que estas últimas corresponden a una fase posterior a la dedicatoria, que sería de la época de la construcción inicial.
Otro tema de interés son el ara del altar y un disco de piedra procedentes de esta ermita que se encuentran en el Museo Arqueológico de Burgos. En el ara del altar, cuya decoración parece también aproximarse a la escultura mozárabe, existe otra inscripción borrosa que se interpreta como «CIPRIANUS FECIT», y que podría corresponder al nombre de la persona que la recuperó para el culto en la fecha que indica la inscripción exterior.
Desde arriba tienes unas vistas buenas para sacar fotos.. Importante dar a la campana de la hermita y pedir un deseo.
Situada sobre una alta meseta, desde la que se domina un paisaje espectacular sobre un cañón que forman los ríos Rudrón y Ebro, encontramos esta pequeña ermita dedicada a las santas Centola y Elena de Siro.
Situada sobre una alta meseta, desde la que se domina un paisaje espectacular sobre un cañón que forman los ríos Rudrón y Ebro, encontramos esta pequeña ermita dedicada a las santas Centola y Elena que, según la tradición, recibieron martirio en este lugar en la época de Diocleciano y en la que se conservaron sus reliquias hasta 1317, año en el que se trasladaron a la catedral de Burgos, donde aún se conservan. En su entorno se encuentran también los restos de un castillo y, dada su magnífica ubicación defensiva, es muy probable que existiera en él algún tipo de castro anterior a la época visigoda.
La iglesia, que ha sido restaurada recientemente, es de muy pequeño tamaño, formada únicamente por una nave rectangular de 5,25 por 4,07m, con cobertura plana de madera y con una especie de banco corrido en piedra adosado internamente a cada muro lateral, y un ábside de 2,17 por 2,40m, cubierto por bóveda de cañón en forma de herradura. La nave y el ábside están separados por un muro en el que existe un arco de acceso, también de herradura, prolongado 1/3 del radio como es habitual en la arquitectura visigoda, sobre impostas incrustadas en el muro y con un absidiolo a cada lado del arco, formando dos pequeños altares laterales que parecen simular los ábsides triples tan habituales en las cabeceras visigodas. Su única iluminación proviene de la puerta de acceso en el lado oeste, que no conserva su estado original y al que se ha añadido una espadaña muy posterior, y por una ventana en el centro del ábside. Esta ventana es muy estrecha, con derrame interior y terminada en un arco de herradura tallado en una sola piedra que en su lado exterior contiene una inscripción en la que se lee claramente «FREDENANDUS ET GUTINA», entre dos cruces patadas visigodas con la alfa y la omega, que se completa debajo con «ERA DCCCXX» y a la derecha con una decoración vegetal que nos recuerda más a la época mozárabe que a la escultura visigoda. La fecha grabada corresponde al año 782, por lo que si suponemos que toda la inscripción corresponde a su fecha de construcción, estaríamos ante un edificio de estilo visigodo setenta años posterior a la invasión árabe.
Sin embargo, nos parece muy poco probable que tan al principio de la reconquista hubiera interés y tiempo para construir un edificio religioso incluso de un tamaño tan reducido, aunque ya se hubiera ocupado y comenzado a fortificar esta zona tan próxima a Amaya, que era objetivo prioritario en gran parte de los ataques árabes en esa época, y por lo tanto de alto riesgo. Por otro lado, todas sus características más significativas, como el arco de herradura interior, los tres altares y la forma de cobertura y la ventana del ábside, corresponden al más puro estilo visigodo del siglo VII, radicalmente distinto al que encontramos en Santianes de Pravia, iglesia asturiana construida en esos años.
Desde nuestro punto de vista es mucho más probable que se tratara de una construcción del siglo VII, situada en un entorno próximo – unos 70 kms – a la nueva ciudad de Vitoriacum y en una zona en la que encontramos al menos otro monumento visigodo importante en San Vicente del Valle, unos 90kms al sur. Posiblemente la zona fue abandonada durante la invasión árabe y al recuperarla, en el último tercio del siglo VIII, existiera aún la ermita en buen estado, dada su difícil acceso, y la restauraran en lo que fuera necesario para volver abrirla al culto, posiblemente por monjes procedentes de Al-Andalus, siendo de esa época toda o parte de la inscripción. En efecto, sería interesante estudiar si toda la inscripción es de la misma mano y de la misma época, ya que a simple vista se observan diferencias importantes entre el estilo de la dedicatoria, incluidas las cruces patadas que la encierran y el de la fecha y la decoración vegetal, lo que podría demostrar que estas últimas corresponden a una fase posterior a la dedicatoria, que sería de la época de la construcción inicial.
Otro tema de interés son el ara del altar y un disco de piedra procedentes de esta ermita que se encuentran en el Museo Arqueológico de Burgos. En el ara del altar, cuya decoración parece también aproximarse a la escultura mozárabe, existe otra inscripción borrosa que se interpreta como «CIPRIANUS FECIT», y que podría corresponder al nombre de la persona que la recuperó para el culto en la fecha que indica la inscripción exterior.
Waypoints
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
Muy facil de seguir gracias a wikiloc
I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Muy facil de seguir gracias a wikiloc