SANTIBÁÑEZ DE MURIAS (691) (Aller)-PICO BOYA (1.737)-MONTE FARO (1.661) (Vía Carisa)

SANTIBÁÑEZ DE MURIAS (691) (Aller)-PICO BOYA (1.737)-MONTE FARO (1.661) (Vía Carisa)


DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 21,1 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.737 m.
ALTURA MÍNIMA: 691 m.
ASCENSO TOTAL: 1.246 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 5,40 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Octubre de 2009.

SANTIBÁÑEZ DE MURIAS (691) es una población allerana, situada al final de la AE-3 que, rumbo suroeste, parte de MOREDA (300), de la cual dista once kilómetros, y es población cabecera del Valle de Río Negro. A su vez, la VÍA CARISA es una antigua calzada romana de 42 kilómetros, que comienza en PENDILLA DE ARBÁS (1.340) (Villamanín-León) y termina en UJO (249) (Mieres-Asturias), pasando por CARABANZO (490) (Lena), siendo considerada en su momento una vía estratégica desde el punto de vista militar. Del trazado original sólo se conserva un pequeño tramo en la cara occidental del P. TRES CONCEJOS (2.020).

Una pista, a gran altura, cruza de sur a norte la cordillera cantábrica, marcando la divisoria entre los CONCEJOS DE LENA Y ALLER, siguiendo la línea del CORDAL DE CARROCEDO-RANERO. De la misma se desprenden sucesivamente diferentes ramificaciones, que descienden hasta los valles del RÍO NEGRO, por el este, y de los RÍOS PAJARES y LENA por el oeste. Toma el nombre del general romano Publio CARISIO, legado de LUSITANIA entre los años 26 y 22 a. C. que, según parece, intervino en las guerras contra los astures.

Por su parte, el PICO BOYA o CURRIECHOS (1.737) es la cima más aislada entre las altas cumbres del CORDAL DE CARROCEDO, con largas y suaves vertientes en todo su contorno. Por su emplazamiento, fue una zona de fortificaciones, en la que se ubicó un campamento militar romano, CASTIECHU LA BOYA (1.650), según reza en panel informativo junto a Vía Carisa, donde se han realizado excavaciones, habiéndose encontrado numerosos objetos, entre ellos herramientas y equipamiento militar de legionario.

El MONTE FARO (1.661), también conocido como HOMÓN DEL FARO, se encuentra a 1 kilómetro al norte del P. Boya, del que le separa el PORTILLÍN DE LA BOYA (1.593). Es otra zona de fortificaciones con dos murallas oblicuas que, cruzando VIA CARISA, conectarían por el oeste con el CANTU BUSIÁN (1.500), donde se conservan restos de lo que se cree fue una torre circular. Las primeras excavaciones del HOMÓN parecían indicar un origen astur, dando a entender un enfrentamiento entre romanos y astures con sus respectivos campamentos. Pero las pruebas del carbono-14 datan los restos entre los siglos VII y VIII.

Tomamos una pista, rumbo oeste, poco antes de llegar a Santibáñez, que cruza el Río Negro y asciende en sucesivos zigzags a través de una tupida y rica foresta, especialmente vistosa en época otoñal. Son varios kilómetros de subida, pasando por algunos enclaves con cabañas, ente ellos SESETA (870), para remontar un desnivel de 550 metros desde la salida hasta el MAYÉU CARNUSU (1.281). Es una pradería cercada por muros de piedra, con casa y cuadras, que marca la divisoria entre vertientes. Podríamos continuar la ruta sorteándola por la izquierda, siguiendo la trayectoria más directa camino de P. BOYA (1.737) y vía CARISA, opción que preferimos a la vuelta.

Decidimos rodear la majada, quedando a nuestra derecha, para asomarnos a las extensas camperas del RASÓN (1.200), con distintas brañas intercomunicadas y sus correspondientes construcciones, donde divisamos incluso restos de minas de carbón, CHAMARGU (1.150). La pista principal, que aquí abandonamos, continúa hacia el suroeste, por el denominado CAMINO DEL RASÓN hasta la COLLADA FIERROS (1.604) o TUNELÓN, encrucijada de caminos y divisoria del cordal. Atravesando una tupida mancha de frondosos acebos, circunvalamos el perímetro del mayéu hasta retomar la senda, que provisionalmente habíamos obviado.

Proseguimos nuestro camino en ascenso, a caballo entre dos vertientes, rodeados de altos piornos. A nuestras espaldas, emerge al fondo, tras el P. RENORIOS (1.134) con su antena de TV, el núcleo de PEÑA MEA (1.560) y PEÑAS VIEJAS (1.536). A la derecha, el CORDAL DE MURIAS Y SANTIBÁÑEZ, más próximos, al que sigue el CORDAL DE CUAÑA. Más al sur, la SIERRA DEL CUADRO, con los picos ESTORBÍN (2.115), REBOQUERAS (2.110), CAMPARÓN o PISONES (2.050) y TRES CONCEJOS (2.020).

Según avanzamos, aparece al fondo la cima del P. BOYA (1.737), con recuestos de suaves ondulaciones, alfombrados de brezo y foresta, principalmente abedul. La senda continúa, discurriendo a los pies de las estribaciones septentrionales del pico, estribaciones que descienden por esa vertiente hasta los CANALES DE LA BOYA (1.450) y asimismo damos ya vista al MONTE FARO (1.661) que, a su vez, se desliza por su cara suroriental en fuerte pendiente hasta los mismos canales, revestido de un tupido bosque de hayas, con algún tejo entremezclado.

Unos metros antes de cruzar el PORTILLÍN DE LA BOYA (1.593) en la Vía Carisa, un sendero entre matorral se revuelve a la izquierda para, tras una ligera subida, situarnos en una extensa plataforma desbrozada, antesala oriental de la cima, que coronamos poco después, cima marcada con vértice geodésico. La cumbre es una amplia meseta en la que, según algunos, podrían haberse guarecido hasta dos legiones romanas, unos 10.000 hombres aproximadamente. Las excavaciones se sitúan en las estribaciones suroccidentales de la misma, rodeadas por un espeso manto de brezos. A las panorámicas ya descritas añadimos, por el oeste, el profundo y extenso valle de Lena con el MACIZO DE LAS UBIÑAS(2.417) al fondo y, más a la derecha, la SIERRA DEL ARAMO (1.791).

Descendemos directamente hacia el PORTILLÍN DE LA BOYA (1.593), sin cruzarlo, siguiendo la divisoria geográfica entre concejos, desbordados por el alto matorral, sin sendero definido. Llegados a la pista, subimos rumbo norte, por una vereda en el límite de ambas vertientes, hasta toparnos con las fortificaciones del MONTE FARO (1.661). Abajo divisamos CANTU BUSIÁN (1.500) y su majada homónima, al borde de la Carisa, con cuya supuesta torre conectarían por el oeste las murallas del HOMÓN DE FARO (1.661). Espléndida la panorámica del P. BOYA (1.737), en el frente sur, y de las demás cumbres del CORDAL DE CARROCEDO, por cuyas laderas occidentales discurre la VÍA CARISA. Retrocedemos por el mismo itinerario hasta la senda, que nos llevará al punto de partida.

Una ruta larga, sin dificultades técnicas, que requiere cierto esfuerzo por el desnivel a superar en un tramo de diez kilómetros. Pero en ella se conjugan la belleza y riqueza de los paisajes, valles y cumbres, con el halo mítico de una calzada romana, junto a la cual se estableció el asentamiento militar de mayor altitud de la Hispania. Y, a decir de los arqueólogos que trabajaron en las excavaciones del CASTIECHU LA BOYA (1.650), “el conjunto bélico es uno de los más destacados de Europa por su magnitud y su expresividad. El paisaje donde está enclavado es soberbio y eso aporta magnitud a los acontecimientos históricos que allí tuvieron lugar”. Si a ello añadimos los asentamientos del HOMÓN (1.661), fueran astures, visigodos o árabes, cabe parafrasear la cita de cierto personaje: “… siglos de historia nos contemplan”.