SANTIBÁÑEZ DE MURIAS (691) (Aller)-PICOS DE LA LIEBRE (1.869) (Lomas de Cuaña-Circuito)

SANTIBÁÑEZ DE MURIAS (691) (Aller)-PICOS DE LA LIEBRE (1.869) (Lomas de Cuaña-Circuito)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 23,8 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.869 m.
ALTURA MÍNIMA: 687 m.
ASCENSO TOTAL: 1.640 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 6,03 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Noviembre de 2009.

SANTIBÁÑEZ DE MURIAS, en el Concejo de ALLER, perteneciente a la Parroquia de Murias, se encuentra a 11 kilómetros de MOREDA, al final de la AE-3, y es población cabecera del valle de RÍO NEGRO. A su vez, los PICOS DE LA LIEBRE forman una hilera dentada de cuatro conos, midiendo el más alto 1.887 metros. Se integran en un cordal, LOMAS DE CUAÑA, que se desgaja de la Cordillera Cantábrica, al norte del P. ESTORBÍN DE VALVERDE (2.123), con el que conectan a través del P. COTÓN (1.961), PEÑA CUAÑA (2.028) y P. RAÑAORIU (1.993). Dividen, asimismo, los VALLES DE LA FRESNOSA, al norte, y de LAS MESTAS al mediodía, con suaves laderas tapizadas de bosque y camperas de majadas pastoriles.

Aparcamos el vehículo a la entrada del pueblo. Atravesamos sus calles y, dirección sur, tomamos una pista bien acondicionada, que al cabo de poco más de un kilómetro nos lleva hasta PUENTE EL BELLO (700), con zona de aparcamiento, donde algunas guías marcan el comienzo de la ruta. El puente es encrucijada donde convergen las aguas procedentes de los valles FRESNOSA y LAS MESTAS. Proseguimos manteniendo el mismo rumbo, a la vera derecha del río, mientras de la otra orilla parten diferentes pistas en dirección a minas y escombreras hoy ya abandonadas.

Dejamos el cauce de las aguas a la altura de EL ESCALAR (820), donde una senda continúa recta hasta MINA LA ENCOMISA (810), visible al fondo. Giramos momentáneamente rumbo noreste, hasta superar en ascenso los restos de MINA LA CARMINA (900). La pista discurre de nuevo dirección al mediodía hacia las Mestas entre frondoso arbolado. Transcurridos unos setecientos metros, encrucijada con cartel indicador (1.050) que nos señala el camino a LA FRESNOSA, en cuyo recóndito valle nos introducimos virando al este.

El sugestivo valle, encajado entre el CORDAL DE MURIAS Y SANTIBÁÑEZ (P. Renorios-1.334), el CORDAL DE CARRESCU (Alto de la Tejera-1.557 y Jurvio-1.525) al norte, y PICOS DE LA LIEBRE (1.869) al sur, es un extenso y rico paraje, típico rincón alleriano, en cuyas vertientes se emplazan brañas de excepcional encanto, entremezcladas con el bosque.

A lo largo de tres kilómetros aproximadamente la pista se va ajustando a la curvatura de la ladera norte, discurriendo junto a camperas y majadas, cercadas por muros de piedra, con cuadras y cabañas acondicionadas para vivienda. Vamos dejando atrás brañas ENCOMISA (1.050), DIEZ TIMONES (1.150) y LA FRESNOSA (1.200), para terminar en la COMUNIÁ (1.200), última vega del recorrido, donde finaliza la pista.

Es el momento de encarar la prolongada y dura subida a los Picos de la Liebre por su vertiente norte. Un sendero bastante marcado nos conduce rumbo sur, a la vera de un arroyo, que fluye precipitándose en cascadas, siendo la de LOS VAHÚES (1.300) la más espectacular. Lo cruzamos para introducirnos, ascendiendo en zigzag, en un tupido bosque de hayas y terminar desembocando en la amplia campera de LA LLANA (1.400), donde se asentaron cabañas hoy derruidas.

Atalaya privilegiada desde la que se abarca una amplia panorámica, divisándose ya por encima, al mediodía, alguno de los conos que configuran los Picos de la Liebre. Al norte, formando parte de los cordales antes mencionados, los picos RENORIOS (1.334), ALTO DE LA TEJERA (1.557), LOS POZOS (1.563) y JURVIO (1.525), más peñas MEA (1.560) y NEGRAS (1.525) en planos ulteriores, seguidas del CORDAL DEL RETRIÑÓN (1.799) al fondo. Por el este emergen, en planos sucesivos, P. CUETO (1.551), PEÑA REDONDA (1.836), NOGALES (2.074) y JEJE (2.064). Tras ellos, el P. TORRES (2.105) y, asomando en el horizonte lejano, los PICOS DE EUROPA (CORNIÓN).

Abandonamos la campera dirigiéndonos al extremo noroccidental de la misma, donde tomamos un sendero, que asciende serpenteante durante un tramo largo, sendero que dejaremos a la altura del collado previo al primer pico, collado que coronamos campo a través, y nos devuelve a la vertiente de las MESTAS. En esta vertiente destacan el resto de las cumbres de las LOMAS DE CUAÑA, la SIERRA DEL CUADRO al sur, con el ESTORBÍN (2.123) de protagonista, y el CORDAL DE CARROCEDO (Vía Carisa) al poniente.

Rodeamos la base sur del pico, denominado CANTO LA QUEMAONA (1.869), y alcanzamos su cima poco después. Las bellas panorámicas de norte a sur se repiten desde la misma. Para ofrecer una visión más realista de estos picos, desde una perspectiva en la distancia, hemos acompañado la descripción con imágenes tomadas en montes del entorno, donde se aprecia nítidamente el carácter dentado de las lomas en sucesivos conos. Cumbreando por el cordal se alcanzan los demás picos. Pero el fuerte viento nos hizo desistir.

Regresamos retrocediendo hasta la collada, para seguir después ladera abajo un sendero, rumbo norte-noreste, por las estribaciones que se deslizan al valle de las Mestas. Al cabo de un par de kilómetros bajaremos hasta BRAÑA LAS CAMPAS (1.350), tras haber atravesado restos de explotaciones mineras abandonadas. Prosiguiendo dirección norte, la pista termina enlazando con el camino de ida, en la encrucijada (1.050) al Valle de la Fresnosa, tras pasar junto a nuevas cabañas, incluido un hermoso y centenario ejemplar de tejo.

Ruta larga, sin dificultades técnicas, que requiere cierto esfuerzo físico para superar el acusado desnivel. Picos de cimas irrelevantes, pero balcones excepcionales desde los que se abarcan panorámicas muy sugestivas hacia ambas vertientes. Tal vez la silueta que forman sus conos en fila resulte más sorprendente y cautivadora vistos a la larga distancia. Mención especial merece todo el paisaje que rodea el circuito propiamente dicho. Las majadas con sus cabañas y cuadras, suspendidas en las repisas de las laderas, en medio de la foresta, componen un escenario de singular belleza, que refleja la tradicional dedicación al pastoreo de los pueblos allerianos. ¡Parajes desconocidos para muchos senderistas y montañeros!