Santikurutze Kanpezu/Santa Cruz de Campezo-La Plana-Yoar/Ioar-Grudo-Peña Humada-Genevilla-Bujanda

Le tenía ganas a este monte, uno de los más altos de Euskadi, pero no daba con la forma de poder incluirlo en mi Vuelta a Euskadi.
Sabía que me llevaría bastante tiempo completar el recorrido, así que he ido a lo seguro y me he desplazado hasta el punto de partida un día entre semana, con el fin de disponer del mayor número de horas entre el comienzo y el final, y poder volver a casa a tiempo.


Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 107:

Para ello, he cogido el bus de la línea 6 de Alavabus, que va de Vitoria a Estella, parándome en la localidad de Santa Cruz de Campezo. Desde aquí ya se ve mi principal objetivo, la cima del monte Yoar o Ioar, inconfundible por tener una antena en lo alto, y por ser la mayor elevación de la sierra de Kodes.

Hay varias maneras de llegar al cordal cimero de ésta sierra, pero yo he optado por la más sencilla de todas, es decir, seguir casi de principio a fin por un ancha pista de tierra y piedras, que hace numerosos giros hacia todas las direcciones, con el fin de poder ascender de la forma más suave y cómoda posible.

La mayor parte del ascenso se realiza por bosque, lo cual es bueno porque en un día soleado como el de hoy te protege del sol, pero por otra parte te impide ver panorámica alguna.

De seguir dicha pista hasta el final, alcanzaría directamente la cima del Yoar, pero yo tenía otras intenciones. Para darle mayor interés y espectacularidad al recorrido, he querido incluir otras 3 cimas de esta sierra de Kodes; La Plana, Grudo y Peña Humada.

Cerca del final de la pista, la abandono girando a la izquierda y avanzo por un sendero que alterna tierra y hierba, hasta llegar a un pequeño punto elevado donde veo mis primeros 2 objetivos, a la izquierda La Plana y a la derecha Yoar.

Desciendo hasta llegar a un cruce de caminos, en el cual primero sigo recto pero acto seguido giro a la izquierda. Ahora, me dirijo hacia la ladera de La Plana, aunque antes me detengo un rato para disfrutar de una preciosa vista del extremo oriental de esta sierra de Kodes como por ejemplo el monte Costalera.

De frente ya tengo la empinada ladera Norte de La Plana, y por lo que veo en mi track, tengo que encararlo por la vía directa, sin ningún tipo de desvío. Como era de esperar, las rampas son descomunales, de al menos el 40%, y por si fuera poco, el terreno estaba algo resbaladizo por las ligeras lluvias de la última semana. Pude subir por aquí sin la ayuda de bastones, aunque en ciertos momentos tendría que haberlos sacado de la mochila y usarlos. Subir se sube, a paso de tortuga pero bien, pero quien quiera bajar por aquí mucho ojo porque el riesgo de resbalón es muy alto.

Al cabo de un rato, llego a lo alto del cordal. Aquí me encuentro en territorio de la comunidad foral de Navarra (lo mismo ocurre en la tercera cima del recorrido, Grudo), ya que el resto se sitúan en la línea fronteriza natural con Euskadi y Navarra).

Por la izquierda veo que hay un poste y mas allá está el precipicio. Entiendo que se trata de una antecima o cumbre secundaria de La Plana.
Merece la pena visitarlo, ya que las vistas que antes hice mención son ahora mucho mejores, pudiendo observar sierras de montaña como San Donato/Beriain, Aizkorri, Altzania, Izki, Lokiz, Montes de Vitoria, Marañón y sus torres eólicas o La Demanda con el Pico San Lorenzo entre otros, y también los pueblos de Nazar, Mirafuentes, Ubago, Cabrega, Mendaza, Espronceda...

Ahora si, me dirijo al otro lado, hacia la cima principal, custodiada por un gran rebaño de ovejas y alguna cabra.
Rápidamente, alcanzo la cumbre del monte La Plana (1338m). Vistas muy similares a su predecesora, pierde panorámica hacia el Este pero lo gana hacia el Oeste, destacando la mole del Yoar.

Tras las fotos de rigor, sigo en dirección Oeste por el cordal, precisamente rumbo hacia el monte Yoar. Hay que ir con precaución durante el primer tramo de bajada, ya que el sendero es muy estrecho, hay bastante piedra, roca y tierra que resbala un poco.

Más abajo, cerca del collado que separa ambas cumbres, hacia la izquierda hay una vista que pone los pelos de punta. Se trata de la vía donde se encuentra la Peña de los Cencerros, uno de los accesos a estos montes desde la vertiente Sur. La verdad es que la ladera Norte (que es todo bosque y con poca roca) no tiene nada que ver con la Sur (que es muy escarpada y está repleta de rocas y piedras).

Enseguida llego al collado, y ahora toca volver a subir. Por fortuna, el ascenso no es tan duro e incómodo como el de La Plana. Sigue teniendo rampas altas y exigentes, pero el terreno está en mejores condiciones (no tanto en el tramo final, por bosque, que la tierra está muy blanda y sucia, pero en general se puede avanzar bien). Además, en el suelo hay círculos verdes que indican el camino a seguir (y seguirán apareciendo hasta llegar al monte Peña Humada).

Finalmente, alcanzo la antena de radio, y poco después, el geodésico y el doble buzón del monte Yoar (1417m). Tremendas vistas también desde aquí, aunque la panorámica varía según en que punto de la cima te encuentres. Por un lado se ve la antena, varios picos rocosos en la base del monte, alguna de ellas conocidas como Dos Hermanas, los distintos valles y llanadas que hay hacia el Sur como la Rioja Alavesa y al fondo la ciudad de Logroño, toda la sierra de Cantabria o Toloño o la cercana cumbre del Grudo, entre otros. Y por otro lado, se observa limpiamente la vertiente Norte, destacando los montes del condado de Treviño, la sierra de Izki y Lokiz, y abajo Santa Cruz de Campezo entre otros pueblos.
Esta es la razón por la que he incluido 2 waypoints, para poder incluir imágenes de las 2 variantes.

Prosigo la marcha por el cordal, rumbo a mi siguiente objetivo, el monte Grudo. Aparentemente se distinguen 2 caminos, uno hacia el lado izquierdo y otro al derecho, pero da la sensación de que el derecho lo que hace es bajar y adentrarse por el bosque. Lo que me interesa es seguir el cresterío de la sierra, así que avanzo por el lado izquierdo.

Llego a otro collado y encaro una nueva subida, aunque nada que ver con las 2 anteriores. El tramo final es empinado y algo rocoso, pero es muy corto y apenas ofrece dificultades.

En pocos minutos llego a la cima del monte Grudo (1363m). Mismas vistas que desde los buzones del Yoar, pero pudiendo ver este mismo monte hacia el Éste. Al Oeste, el cuarto y último objetivo, el Peña Humada.

Ahora hay que descender por la vertiente contraria del Grudo. Ojo durante toda la bajada, ya que el sendero es muy estrecho, la pendiente es muy elevada (posiblemente no baje del 30%), y está repleto de piedra y arenilla, así que una vez más las posibilidades de resbalar o incluso torcerse el tobillo es bastante alto.

Lento pero seguro, desciendo poco a poco hasta llegar a un pequeño llano. Enseguida llego a un cruce de caminos. A la derecha me llevaría hasta el pueblo de Genevilla y a la izquierda accedería a la cima del Peña Humada. Iba bien de tiempo así que decido apuntarme un nuevo tanto e ir al Peña Humada.

No tiene demasiado misterio. Desciendo unos metros para luego ascender otro repecho por un terreno mayormente de piedra y roca, pero que no tiene ninguna dificultad.

Enseguida alcanzo la cumbre del Peña Humada (1155m). Bonito el buzón que hay aquí (al igual que la de sus predecesoras, son bastante originales). La panorámica sigue sin variar demasiado. Espectacular vista del Grudo y al lado la antena del Yoar.

Ahora, retrocedo hasta el cruce y encaro la bajada en dirección a Genevilla.
Este descenso no se parece en nada al primer ascenso desde Santa Cruz de Campezo. Aquí el camino es casi inapreciable, y se encuentra cerrado por la vegetación, que es alta por momentos (en esos puntos eché de menos el pantalón largo) y hay mucha piedra que incómoda el avance.

La pendiente no es que sea demasiado elevada, pero el terreno es tan complejo que tengo que ir muy despacio y asegurando cada paso. En el suelo de este lugar vais a encontrar todo tipo de cosas: tierra, hierba, piedra, roca, troncos...

No he encontrado otra forma de poder llegar hasta mi destino, el pueblo de Bujanda, sin adentrarme demasiado en territorio navarro, tener que dar demasiadas vueltas o alargar el recorrido en exceso.
Lo positivo es que en la mayor parte del descenso se aprecia mínimamente el dibujo del sendero, además de que voy en línea recta, con lo cual es imposible equivocarse o perderse.

Tras un largo rato de bajada y de conexión con otros senderos más anchos pero igual de rotos, llego al fin a uno que es de buena calidad.
En este punto tengo que tomar una decisión. O girar a la derecha para buscar un sendero que me lleve hasta Bujanda, o saltarme mis propias normas y visitar un pueblo que no pertenece al País Vasco, sino a Navarra. Genevilla.

Seguía yendo bien de tiempo, así que he optado por dar prioridad a hacer y subir a Wikiloc una ruta lo más bonita y completa posible, y por tanto pasar por Genevilla.
Aquí tenéis 2 fuentes donde poder llenar vuestras botellas.

Tras visitar el pueblo, ahora sí pongo rumbo hacia Bujanda, primero por carretera y luego por varias pistas anchas y cómodas.
Esto mismo se puede hacer de varias maneras, ya que hay múltiples accesos a la localidad, alguna yendo más cerca de la frontera con Euskadi y otros que se adentran más por Navarra.

Una vez mas hago caso omiso a mis principios y camino más distancia por territorio navarro, ya que por lo que veía en la lejanía el entorno parecía ser más bonito.
Y lo cierto es que lo es. Bonito final de ruta el que he improvisado, hasta dar con la pista asfaltada que accede al pueblo de Bujanda, donde pongo punto y final a esta dura pero preciosa ruta. Muy recomendable.


Para la vuelta, reservé el día anterior el taxi comarcal que va desde Bujanda hasta Antoñana. Luego allí cogí el bus de la línea 6 hacia Vitoria.

La duración de la ruta parece elevada, pero entre el físico que yo tengo, y lo mucho que me detengo para sacar fotos, esta vez si que es un tiempo realista. En la mayoría del recorrido he ido al máximo de mis posibilidades, así que no he tenido mucho margen de poder acabar más pronto.

Ojo si hacéis la ruta habiendo llovido mucho recientemente, la dificultad de la ruta podría ser de DÍFICIL, por los numerosos tramos donde uno puede resbalar, con las consecuencias que ello conlleva.

Aún así, si decidís afrontarlo independientemente del estado del terreno, lo mejor es que llevéis un buen par de botas, con buen agarre al suelo, e y también importante los bastones, os ayudarán mucho.