Santillán - El Beyu de Pen - Pen - Cda. Llampra - TEYÉU DE PEÑA SIÑA - Villaverde - Camín del Trexeru y la Reina - Santillán

DISTANCIA: 18 kms. TIEMPO DE SUBIDA: 3h.10m. TIEMPO DE BAJADA: 3h.10m. TIEMPO TOTAL: 6h.20m. DESNIVELES: Subir y bajar 975 metros

Santillán, lugar situado en las orillas de la carretera que sube para el Puerto del Pontón, será el punto de inicio y llegada de la ruta al picu de El Teyéu de Peña Siña. Tiene amplio aparcamiento y en él se concentran, junto con el próximo núcleo de Precendi, un importante número de servicios y equipamientos del concejo de Amieva.
El Teyéu es la máxima altura del pequeño cordal de Peña Siña, que se desprende hacia el norte desde el picu Pierzu, entre los ríos Jogaza (río El Beyu) por el oeste y Carmeneru (río Villar) por el este, hasta declinar por el norte en el Colláu Sebarella, situándose a ambos lados de este collado los pueblos de Villaverde y Siña, este último deshabitado.
Desde Santillán (156 metros) pasamos a la orilla izquierda del Sella por la inmediata pasarela metálica y corriente arriba nos acercamos en dos minutos al río Los Pontigos (también El Regatu o río del Beyu), para tomar el "Camín del Beyu de Pen", que se abre paso por la hoz por la que baja el río antes de entregar sus aguas al Sella. El camino -empedrado y armado- sube por la orilla derecha, dejando en el inicio un ramal por la derecha a las ruinas del "Molín del Regatu", que tenemos a la vista y en la orilla izquierda del río. Se ha desbrozado y limpiado este camino para el caminante, y se han creado unas figuras mitológicas con sencillos retoques en algunas peñas y árboles que hacen mas entretenido el trayecto del corto desfiladero. Rebasada la cerrazón de la foz llegamos a una bifurcación del camino, continuando nosotros por el ramal de la derecha, que salva el río por rústico puente de madera (251 m.), y convertido en senda con muchos tramos bien armados y empedrados, remonta la pendiente en continuas y cortas lazadas por Los Corralinos, ladera este de Peña Dulce, para luego seguir en llano por El Llambriu y entrar en Pen (387). Este pueblo destaca por su estética posición, sus casas de arquitectura popular y por tener una de las paneras mas grandes de Asturias, sustentada sobre 14 pegoyos. Cruzamos Pen y a la salida seguimos por el ramal que se dirige al pueblo de La Mollera, que abandonamos poco después al llegar a la Fuente La Pandiella (400), donde tomamos el camino que sale por la izquierda de la fuente, conocido con el nombre de "El Caminón"; enlaza (437) poco después con la pista que viene de La Mollera y 50 metros mas allá la dejamos para continuar por el original camino que sigue por la izquierda hasta enlazar con la pista minera que nos aproximará al picu Teyéu. Esta última parte de El Caminón es camino ancho, sombrío, algo barrizoso, llano y con poco uso; también cruza la riega Jogaza por puente en precarias condiciones (es mejor vadear la riega). Una vez en la pista minera (440), se va ganando altura por ella en larga y pausada subida; tras rebasar los prados y cuadras de Espinadal (572), que nos quedan a mano derecha, dejamos por la izquierda el ramal de una pista secundaria por la que bajaremos; mas arriba nos acercamos a la Braña Panizu (590), donde hay una extensa finca muy bien cerrada, casi toda ella plantada de pomares, además de algo de huerta y varias colmenas. La pista pasa a la margen izquierda y remonta a encumbrar la cuerda divisoria por el collado Tuel (666), con cabaña y un cercado de los utilizados para el saneamiento del ganado. La pista continúa remontando a caballo del cordal por la pradería de Gumendi (759), con maravillosas vistas a dos valles y su hermoso entorno; mas arriba ya se continúa por camino, que pasa junto a la Fuente Taramingueras (820), secos cañu y fontán; poco mas arriba la senda enllana al paso por la ladera norte del Pierzu, por terreno húmedo y encharcado donde la senda se encuentra en malas condiciones, para finalmente alcanzar la cda. Llampra (895); desde aquí, y dando la espalda a las paredes del Pierzu , subimos, asomados en todo momento a la vertiente del río Villar, a la primera y mas alta cumbre de la Sierra de Peña Siña, el Teyéu de Peña Siña (1047). Para la interpretación del paisaje se puede consultar la panorámica que desde esta cumbre ilustra el libro de Guillermo Mañana "Entre los Beyos y el Ponga". Para el descenso regresamos a la cda. Llampra, desde donde iniciamos un descenso directo por el valle del Jogaza -húmedo y encharcado- por senda que discurre bajo las laderas de Peña Siña, dejando por la izquierda la suave loma donde se asientan los prados y cabañas de Rocoru y por la derecha el prado y cabaña de Les Llanes, llegando al inicio de la pista donde está la caudalosa Fuente el Aguila (738), con una bañera como fontán. Bajando por esta pista secundaria enlazamos con la principal (582), utilizada para la subida y tras bajar por ella unos pocos minutos, la abandonamos para tomar una senda (567) que nos conducirá al pueblo de Villaverde. Es senda en desuso y por tanto en peligro de desaparición, y que casi en llano traspone el crestón por El Cantu (585) y nos lleva a Villaverde (465), tras pasar bajo la fuente de Juntanoriu (505). Por su carretera de acceso alcanzamos el Colláu Sebarella (444), con caudalosa fuente-abrevadero en dicho collado. Aquí nos incorporamos a la pista asfaltada que baja por la vertiente del río Carmeneru (Villar), que cruzamos por el Puente Villar (218) y la abandonamos inmediatamente para continuar por el "Camín del Trexerru". Tiempo atrás había otra posibilidad de incorporarse a este camino. Yo tuve la ocasión de hacerlo en enero de 1994, tomando el camino que sale también a mano izquierda un poco antes del Puente Villar. Por este camino se llega rápido a la casona-casería de Carmenero, con hórreo y capilla (que hacía las funciones de pajar), donde hablamos con un señor que nos dijo que todo este conjunto perteneció a su padre y según sus antepasados fue Venta de arriería del camín real que comunicaba los pueblos de Amieva con el que cruzaba a Castilla por Ventaniella. También nos dijo que tenía papeles que databan este conjunto en el año de 1730, lo que le convertiría en el edificio civil mas antiguo del entorno. En aquella fecha nosotros salimos de Carmenero por un camino que nos llevó al Camín del Trexerru un poco por debajo del Puente Villar, cruzando el río por un puente que ya no existe en la actualidad, pero si son visibles todavía los apoyos. Volvemos al Camín del Trexerru, que acabamos de tomar; baja por la margen derecha de la barranca que atraviesa el río Carmeneru en su tramo final antes de desembocar en el río Sella; pasa bajo la cabaña de Valdedoña (210) y al lado de una fuente de sólida construcción que está seca (siempre la conocí así), pero en la actualidad está medio enterrada por la maleza y los arbustos. En el libro de Francisco Ballesteros "Amieva y Ponga. Historia y Caminos", es en esta cabaña-edificio de Valdedoña donde sitúa el Mesón para descanso de arrieros y sus reatas. Rebasado Valdedoña el camino sube ligeramente alejándose del fondo del cauce para pasar a la vertiente del Sella por un collado (229) desde el que tenemos excelentes vistas. Vuelta a descender hasta enlazar con el ancho camino ribereño (187) de la orilla izquierda del Sella, bautizado con el nombre de "Camín de la Reina", por el que continuamos río abajo a cruzar el río Carmenerru por el Puente Regueru (155)(o Bajeru). Se encaja este llano camino en el estrecho pasillo que queda entre las despeñadas caídas de la Sierra del Trexerru y el cauce del Sella, con ocasionales ensanches aprovechados y cerrados con fines agrícolas. Va en todo momento flanqueado por castañeos que ocupan las cuestas finales de la Sierra antes que esta decline en el Sella, con ejemplares aislados de gran corpulencia y donde resiste alguna vieja corra. En algunos momentos podemos contemplar el río Sella con total cercanía, que no nos dejará indiferentes si baja con crecida. Tras dejar por la derecha el puente que nos llevaría a Precendi, pronto volvemos a cruzar a la orilla derecha del Sella por la pasarela metálica y regresar al aparcamiento de Santillán, de donde habíamos partido.
Las fotos de Juan Lovelle y Santiago Calabozo