Palau-saverdera - Castell de St.Salvador - St.Pere de Rodes - Puig del Vaquer - St.Helena - Mas Ventós - St.Onofre - Palau

Con esta ruta cumplo 2 objetivos que hacía tiempo tenía pendientes; la subida a St. Salvador desde Palau y visitar el Puig Vaquer, al que nunca le había prestado mucha atención.

He subido a St. Salvador muchas veces y por casi todas sus vertientes; desde Llançà, Roses, Mas Estela, La Selva, pero me faltaba desde Palau, pues había oído que era complicada y eso me tiraba para atrás. Pero al final me ha podido más el reto... Así que diseño una ruta chula, también para quitarme la otra espinita de la zona, el Vaquer.

He de decir que para mi no es la subida más dura que he hecho al castillo, ni tampoco la he visto tan complicada. Algo pedregosa y en un par de puntos hay que ayudarse de las manos para subir, pero nada difícil, pero para mi sí puede que sea de las más bonitas.

Salgo del aparcamiento de la Font de Dalt en Palau y tomo un camino que enseguida me lleva hasta un aparcamiento (exclusivo para clientes de un restaurante cercano) donde hay un poste de señales y giro a la izquierda.

El camino atraviesa el pequeño aparcamiento y sigue ancho y plácido durante los primeros kilómetros, paso por varios cruces con postes de orientación y empiezo a ascender de forma suave y paulatina.

Llego a un cruce con poste indicativo y tomo el ramal de la derecha (no hacia St Onofre)

A partir de aquí la subida empieza a ser algo más dura, aunque sólo tengo que girarme para recuperar ánimos, pues las vistas empiezan a ser preciosas con la bahía de Roses como principal protagonista.

La subida sigue transcurriendo por un terreno rocoso, pero el camino es franco y marcado con tocones e hitos; aunque algunos repechos son durillos.

De vez en cuando levanto la cabeza para disfrutar del castillo de St. Salvador desde este ángulo y la verdad es que sus restos desde aquí impresionan, ya que se ven colgado sobre un alto precipicio.

Paso por el cruce que lleva a la cueva de la Veta Negra, la verdad es que tenía pensado acercarme, pero cambio de planes y prefiero seguir ascendiendo.

A partir de aquí es cuando la cosa se pone algo más intensa. El sendero empieza a coger una buena vertical y se convierte casi en un pedregal. En algún punto me ayudo con las manos y el viento empieza a soplar más fuerte y frío, señal de que estoy a punto de llegar al Coll de Les Palomeres (655 mts) y la dureza de la subida es más patente.

A pocos metros del collado decido parar a cubierto de unos matorrales, para ponerme ropa y el cortavientos, pues sé cómo se las gasta el collado y el castillo.

Así que bien abrigado y algo cansado venzo el último tramo hasta el Coll de les Palomeres., desde donde me dirijo al castillo, al cual entro por una pequeña puerta que hay en su muralla y encaro una corta subida hasta el punto más alto de éste.

Como casi siempre St Salvador me recibe con mucho viento; pero eso no impide que pueda disfrutar de las magníficas vistas que me ofrece. Situado en la cima más alta de la sierra de Rodes se abarca una panorámica que enamora.

Desde aquí se domina todo el Cap de Creus, la bahía de Roses y la plana ampurdanesa con los Pirineos nevados al fondo. El macizo de Les Salines, el Querroig y el P. d' Esquers y hacia el norte Llançà, Portbou y el nacimiento de la Costa Bermeja y a mis pies Port de la Selva y St Pere. Una vista a ojo de pájaro impresionante, que por más que la conozco nunca deja de sorprenderme.

No es de extrañar que Joan I d' Empúries se hiciese construir una estancia personal en la torre del homenaje para gozar con la vista que abarca gran parte de lo que eran sus dominios.

Hago unas cuantas fotos, aunque ya lo tengo todo muy fotografiado, a resguardo de los muros, pues el viento es bastante frío. Su ulular parecen los lamentos que cuentan diferentes leyendas de damas que por diferentes motivos se lanzaron al vacío y a veces aún se oyen sus llantos; en fin......

Voy dejando la fortaleza y empiezo a bajar hacia St Pere, saliendo del castillo por la zona de las cisternas e inicio una rápida bajada al monasterio.

Paso por el Coll del Mosquit y voy gozando de las buenas vistas sobre el Port de la Selva y sobre todo de la grandiosidad y majestuosidad de St. Pere, donde llego en poco tiempo.

St. Pere de Rodes es uno de los monasterios románicos más impresionantes de Catalunya. Como simple cenobio ya está datado en el 878 y en poco más de 60 años ya se había convertido en monasterio benedictino.

Alcanza su esplendor el los siglos XI - XIII, ligado siempre al condado de Empúries del que fue su centro espiritual.

Diferentes saqueos en el s. XVIII hace que los monjes lo abandonen definitivamente. Durante más de un siglo estuvo a merced de saqueadores hasta que en 1960 se inició una lenta restauración.

Abandono el espacio del monasterio por la zona de la Font dels Monjos y en una corta bajada llego a una carretera, la cual cruzo.

Sigo bajando a buen ritmo y con buenas panorámica del monasterio y del castillo de Verdera. Por desgracia esta parte del monte está quemada por el fuego del verano del 2021, pero esto no desmerece el paisaje.

Llego a la Vall de Sta. Creu, que es el núcleo habitado más cercano a St. Pere, y giro a la izquierda, siguiendo las indicaciones de un poste indicador tomando dirección a Llançà.

Apenas 300 metros camino por la Vall y enseguida recupero el camino de tierra e inicio una vigorosa subida marcada de amarillo que me lleva hasta el Coll del Perer (360 mts)

En este collado y punto de intersección, hay un poste de señales donde giro a la derecha para dirigirme al Puig Vaquer, el otro punto de esta zona que tenía pendiente.

El camino es estrecho, pero esta bien definido y hay algunas marcas amarillas, si bien cuando llego a una pequeña llanura desaparecen y el camino se torna menos nítido, esto también pasará a punto de llegar a la cima; son parte de los estragos del fuego en la zona, aunque es fácil orientarse.

La subida hasta el Vaquer es fácil y paulatina y desde luego vale la pena este pequeño desvío de apenas 10' para contemplar un paisaje maravilloso.

El Puig Vaquer (426 mts) es otro de esos balcones que me dejan estupefacto, por ser un mirador excepcional y desde ahí no entiendo cómo he estado tanto tiempo ignorándolo.

La bahía del Port se dibuja a mi pies, cerrada por Punta s' Arenella y Punta de la Creu. Más al norte Llançà, Garbet y el Cap de Cerbère bañadas por un Mediterráneo que hoy luce con un azul especial.

St. Pere y el castillo se alzan majestuosos dominando la sierra de Rodes y parte del Cap de Creus se vislumbra perfectamente. Cerrando el círculo las sierras de la Balmeta, del Garbet y Socarrats a tiro de piedra y más allá Les Salines.

Hago fotos, muchas y sé que volveré, descanso un rato llenándome los ojos con el paisaje y vuelvo sobre mis pasos hasta el Coll del Perer.

De nuevo en el Coll tiro recto y empiezo a seguir el GR 11. Toca subir de nuevo y aunque no es mucho trecho el repecho se las trae.

Al final conecto con un sendero muy ancho y empiezo a llanear a buen ritmo. Hace calorcito y enseguida llego a la carretera GIP-604; apenas camino por ella unos cuantos metros y llego a un aparcamiento, al final del cual giro a la derecha tomando una estupenda vereda que en poco tiempo me deja a la entrada de los restos de Sta. Creu de Rodes.

Sta. Creu es un antiguo pueblo del que sólo quedan restos de los muros de algunas casas y la bien conservada puerta de Tramuntana. Fue progresivamente abandonado entre los siglos XIII - XIV.

Se edificó alrededor de la iglesia de Sta. Helena, ya documentada en el siglo X. Sta. Helena está hoy en día bien restaurada y es el único edificio que ha quedado del antiguo pueblo y es una auténtica maravilla.

Así que entro por la puerta de Tramontana y llego a la iglesia admirando su precioso campanario y me dirijo a su parte trasera que es un precioso mirador sobre buena parte del recorrido que llevo hecho.

Descanso un poco y acabo de rodear la iglesia para dirigirme a un poste de señales que tengo frente a mi y hacer un corto tramo de escaleras desde donde hay una buena panorámica del pueblo.

Poco más adelante hay un desvío a mi izquierda que pone "Menhir" pero tengo que seguir recto por el camino que llevo y que en unos cientos de metros acaba desembocando en uno mayor donde giro a la derecha.

Este cómodo camino acaba conectando con otro, aquí hay otro poste y tomo dirección Mas Ventós; poco después en otro poste vuelvo a girar a la derecha tomando el camino que me lleva al Ventós y a su precioso mirador sobre el golfo de Roses, que veo cómo dibujado en un mapa a mis pies.

Estoy un buen rato en el lugar. Desando unos cuantos metros y tomo un camino a mi derecha, que pasa cerca de algunas mesas del merendero que hay en el lugar.

OJO, poco después tengo que girar a la izquierda para seguir a St. Onofre, justo a escasos 5 metros de tomar el Camí del Mas Ventós y donde hay un letrero.

Pues bien, tomo este desvío que hace una leve subida y en 20 metros conecto con un camino ancho y que en suave bajada me lleva hasta St. Onofre. Durante este trayecto vuelvo a disfrutar de excelentes vistas del golfo de Roses y del castillo de Verdera.

St. Onofre es una pequeña ermita documentada en el siglo XIV y renovada en el XVII. Tuvo ermitaños hasta el XIX y sobre todo destaca su magnífica situación.

Está colgando sobre un precipicio y tiene unas vistas impresionantes. Nunca había estado aquí y la verdad es que me encanta y a pesar de que la imagen del golfo y la plana ampurdanesa la vengo disfrutando durante el camino no puedo dejar de admirarla una vez más.

Dejo el lugar por un corto tramo de escaleras y giro a la derecha para iniciar la bajada a Palau.

Una vez que he girado parece que no haya camino, pero es que algún matorral lo ha invadido un poco, pero se pasa sin problemas (son apenas 3 metros) y el camino ya se dibuja perfectamente.

La bajada por el Pas Estret, como es conocida, es muy divertida; es estrecha, con tramos sobre roca y en algún punto un buen desnivel, pero bien trillada, y eso sí, sigo disfrutando de buenas vistas, pues siempre voy de cara al golfo.

Poco a poco el camino se va suavizando, paso por una construcción conocida como Cal Governador, que a mi me parece un depósito de agua y poco después conecto con el camino del Mas Ventós.

Sigo por éste hasta conectar con la C/Ciutat, la sigo unos cientos de metros y en la siguiente confluencia de calles ya veo el aparcamiento a 50 metros escasos, donde llego para dar por cerrada esta magnífica excursión.

APARCAMIENTO : El coche lo dejo en el estacionamiento público y gratuito de la Font de Dalt.

CAMINOS : Son de buen hacer, con algún punto un poco conflictivo y bastante limpios. Sólo 400 metros de asfalto.

NIVEL TÉCNICO : La considero moderada, si bien se ha de estar acostumbrado a caminar por zonas pedregosas. No entro en valorar el esfuerzo físico requerido para realizar la ruta, ya que esto depende del estado de forma de cada persona.

WAIPOINTS : Marco los principales giros indicando rumbo y dirección. EJEMPLO. Si marco DERECHA - N. E quiero indicar que hay que tomar el camino de la derecha rumbo nordeste

Ruta realizada, comprobada y después trazada en BaseCamp sobvre mapa OSM para mayor precisión del track

Otros detalles
Tiempo total = 5h 4' Tiempo parado = 54'
Velocidad en mov = 4,4km/h

ESPERO QUE LA DISFRUTÉIS