Sel de Haya y Sel del Cedo.

Lo que en principio iba a ser una ruta sencilla para explorar el arroyo que transcurre por el Sel del haya, después de seguir diferentes pistas, sendas y monte a través, buscando una ruta circular asequible, acabo siendo una ruta un poco heavy, solo para aventureros. Arriba del hayedo del Sel del Haya me tope con una pista ancha que bajaba en la dirección del punto de partida,parecía perfecta para mi propósito, lo que no esperaba es que una vez situado justo encima del lugar donde había aparcado, en el poste de alta tensión muere la pista y no hay forma de bajar a la pista inferior, por esta zona es literalmente imposible. Retome otra vez a la pista principal que más arriba continuaba en dirección al Sel del Cedo, pero apenas recorridos cincuenta metros, también muere, se transforma en un santiamén en camino de animales. Decidí seguir este sendero hasta donde fuera necesario y al cabo de un rato un antiguo argayo había sepultado el sendero, aquí es preciso seguir a media montaña buscando tu propio sendero, no es tampoco difícil, superado el argayo se dejan entrever diferentes sendas de animales y continúo bordeando las lomasque tiene este monte hasta puedo comenzar a bajar en paralelo al arroyo. En este tramo de bajada es donde hay que poner especial cuidado, en algún momento hay bastante desnivel y en otros hay pasos expuestos, si tienes vértigo, coge altura. Una vez abajo se llega a una cabaña, cuyo dueño ha decidido cerrar el paso con una barrera. Si fuera solo lo saltaría ignorando esta barricada ilegal y solo quedaría salir a la carretera que nos va a devolver al punto de origen. En mi caso me complico la vida yo solo por el perro, al que no puedo izar en la barrera que ha levantado el paisano. Salto la tapia y después entre matorrales y piedras salgo también a la carretera. Solo resta llegar al coche.