Semillas-Santotís-Semillas

Itinerario senderista de media montaña y media jornada, variado en los sustratos y biotopos transitados , con una arraigambre tradicional y rústica importante y valores paisajisticos y botánicos únicos.
Subimos a la cima del Santotís, desde Semillas, en un dia de otoño y anuncio del invierno, con vientos, aguaceros, nublados y primeras ventiscas.
Aparcamos en la casa consistorial y paseamos por el pueblo admirando las casa tradicionales y las dignas actualizaciones. Llegamos hasta la humilde pero confortable Ermita de San Miguel y las eras y prados aledaños, dignos de una noche bajo las estrellas o de una ideal pista de aterrizaje para el descenso en parapente desde la cima; para nosotros será el punto de inicio y final del sendero circular.
En sentido horario, rodeamos las eras por su borde este, en ligero descenso hacia el sur, adentrandonos ligeramente en el jaral y bosque de ribera del barranco que nace en el pueblo, y tras contemplar una monumental encina, por trochas pastoriles retomamos el sendero ancestral, que entre tupido y bien conservado, bosque mixto mediterrraneo-atlantlantico desciende en diagonal hasta el cauce del barranco de majada sancho, vadeandolo de salto garrucho debido a las recientes lluvias, por un paraje de juntas de arroyos en majada mediana muyyy bucólico….
Remontamos después por la loma cobertera del barranco simetrica a donde se asienta el pueblo, por un sendero esta vez algo estropeado por el agua y por el paso de motos que por su erosión deslucen el paso del senderista y del ciclista, y si te cruzas con alguno la peste y el ruido te amargan un rato (habría que por lo menos de vez en cuando arreglar los caminos). Desde lo alto de la loma, cuando el sendero se cruza con un camino ancho transversal, hay ya unas estupendas vistas del pueblo y de la cima.
Suavemente vamos ascendiendo inmersos ya en el barranco del canalizo, cuenca de todo el circo Este del Santotís, y que cerca de su cauce, forma un valle de robles centenarios, y cerradas ganaderas en desuso, y vegetación de rios de alta montaña.
Tras cruzarlo seguimos ascendiendo y en seguida vemos las primeras repoblaciones de pino sivestre y el sendero vuelve ha estar endurado.
Mientras andamos y pensamos en una sostenible medida de regulación y subsanación del impacto que suponen las motos, e hipotetizamos sobre si la causa comportamental radica en la no consciencia de sus consecuencias por parte de los motoristas, a lo que haría falta información, o un consciente incivismo, a lo que haria falta penalización….nos encontamos con huellas de metodos más drásticos, como son colocar muretes de manposteria, de los que no estamos de acuerdo, pues pagan justos por pecadores y son contraproducentes pues acrecientan la agresividad entre los distintos usuarios y fomentan trazadas alternativas de más impacto todavía….
Al terminar el estadio de arbolado y entrar en estadio montano con sustrato calizo, la pendiente se acentua, alcanzando por terreno de guijaros sueltos, la loma contrafuerte Este, situandonos en el cambio de vertiente. En vez de descender hacia el poblado de Santotis continuando el sendero que llevamos, enfilamos por este cordal dirección a la cumbre, ciñendose nuestros pies a la trocha levemente intuida sobre pizarras plateadas sin hitos, con alguna agradable sorpresa botánica como la presencia de Guillomos; pendiente al principio con varias trochas posibles, y despues en la cresta ancha en la cota 1500 con la opción más clara, en contexto alpino por el fuerte viento y la incipiente ventisca y la considerable prominencia hacia el Este. Aunque la nubosidad nos ha impedido haver vertice visual con cimas y sierras lejanas (Ocejón, Guadarrama)
Cerca de la cima, por la conjuntura de varios cordales que la conforman, la culminación se hace muy llanamente, incluso hay restos de derrumbe de una antigua ermita; nosotro nos hemos comido el bocata, abrigados en una pequeña falla al NO de la cima….
El retorno lo iniciamos por el cordal priincipal que lo une con el Mojon Grande, y debido a las inclemencias de viento, frio y niebla, hemos tenido dudas de orientación, comprobando en situación real la eficacia de los instrumentos de navegación via satélite que disponemos, y asi hemos corregido a tiempo la trayectoria.
Al perder altitud, cerca de un collado, el “marrón” amaina, y elgimos el pinar que se ve a nuestra derecha para ir buscando níscalos mientras acortamos el circulo bsucando conectar con la pista que regresa al pueblo por la ladera norte.
Aquí el track es sinuoso y parece errático, pero no hay perdida pues la pista estará a rumbo claro, y el eslalom improvisado es para peinar la zona en busca del deliciosus y tambien para esquivar por el mejor paso el enmarañado cúmulo de ramas de clareo sobre el sotobosque, que debido a la humedad se convierten en una aparatosa y desagradable trampa digna de la máxima precaución para evitar un súbito y descontrolado resbalón….
Una vez en la pista avivamos el paso para recuperar el tiempo de dedicación al rastreo, espoleados además por el voluminoso aguacero que nos cae del cielo, que encharca la pista pero que le da un aire atlántico al paisaje muy intenso y real, y nos dan la explicación de porque aquí los liquenes y demas seres del bosque gozan de tan buena salud y bello lustre.
Una vez en el collado del Azoquejo, que según nuestro contacto local se llama del Conyao, dejamos la aburrida pista y optamos por el sendero legendario que recorre los arroyos cabezeros del barranco de majada sancho, hasta las eras y la ermita de San Miguel en el nucleo de Semillas, descubriendo bajo una serena lluvia vestigios de usos agropecuarios tradicionales enmarcados en una geografia dura pero hermosa y potente, con el encanto actual betusto y asilvestrado, ideal para bucólicas ensoñaciones amoroso-pastoriles o para proyectos de neoruralismo económico-cultural….
Hasta aquí la narración de este paseo, que espero os anime ha hacerlo y al menos os entretenga su lectura.