Sencillo y precioso paseo por la Senda Fluvial del río Miera: Praderas de Brenaescobal y Huyoceda hasta la Casa del Rey

Nos acercamos a la comarca de los Valles Pasiegos, llamada así por que está formada por tres valles recorridos por sus respectivos ríos: Pas, Pisueña y Miera. Hoy nos centramos en el Valle de Miera, del que el Pico de la Miel es su seña de identidad.
En el siglo XVI la vida económica de este valle se focalizó río abajo hacia Liérganes, donde se estableció una pequeña industria ya en el siglo XVIII con la Real Fábrica de cañones, para abastecer a los barcos que se construían en los astilleros de Guarnizo y Colindres, además de a las baterías costeras de todo el imperio español.

Geográficamente, la cuenca alta del río Miera está conformada por un relieve abrupto y poco apto para el hábitat humano. A pesar de ello se han descubierto en su entorno cuevas de asentamientos prehistórico en la zona de Piélagos, Rascaño y Salitre, una de las estaciones con arte paleolítico situada a más altura de Cantabria.
El valle medio del río Miera, que coincide con el municipio de Miera, se encuentra encajonado entre los abruptos lapiaces cársticos del Porracolina y Las Enguizas.
Por último, en el curso bajo pueden destacarse, entre otras, las cuevas de la Fuente del Francés, La Garma y Los Moros.

Hoy seguiremos la vía fluvial del río hasta la conocida como "Casa del Rey": una construcción de estilo neoclásico compuesta de una sola planta, de la que los lugareños llegaron a decir que era la casa de veraneo del rey Carlos III, y visitaremos el que puede ser unos de los pastizales más bellos de toda la Cantabria Oriental, las Praderas de Brenaescobal.

Ruta sin dificultad para toda la familia, apta para disfrutar de la montaña sin cosas raras.