Senda 073/23 - JUNCOS, SANTA LUCÍA, CALVARIO, SAN JULIÁN, BATERÍA DE TRINCABOTIJAS, LA CORTINA, BAÑO EN PLAYA DE SAN PEDRO

Senda 073/23 - 2023-07-08, – SENDAS CON BAÑO POR CARTAGENA, 4 de 50.- JUNCOS, SANTA LUCÍA, CALVARIO, SAN JULIÁN, BATERÍA DE TRINCABOTIJAS, LA CORTINA, BAÑO EN PLAYA DE SAN PEDRO, DÁRSENA DE SANTIAGO, JUNCOS, 15,6 Km, 4 horas 57 minutos, +416 m -394 m.

Lo que vimos:
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Hoy nos fuimos a darnos una vuelta por los montes del levante de nuestro puerto. Atravesamos el barrio pescador y nos enfrentamos, para exhalar el primer líquido de la mañana, a la subida del Calvario. Arriba la ermita, a 221 metros sobre el nivel del mar. Fue el Rey Alfonso X, quien concedió a los Padres ermitaños de la orden de San Agustín la Fuente Santa del lugar, para fundar un monasterio bajo la advocación de San Juan, de donde viene el nombre a todo aquel lugar. La tradición cuenta que ya a principios del siglo XVII existía una Gran Cruz, coronando el monte, y que desde entonces se comenzó a llamar Calvario. Actualmente hay tres grandes cruces de hierro junto a la actual ermita, como recuerdo de la primera.
En el siglo XVIII, Tomás Aparicio, que era un ermitaño que se quiso retirar a una cueva de este monte, tras solicitar el permiso al Concejo comenzó con otros fieles la construcción de esta pequeña y primitiva ermita en la cima del Monte Calvario, sufragada con las limosnas que iba recibiendo. En junta del 3 de agosto de 1777, Tomás Aparicio, en nombre propio y de los demás devotos, pidió permiso para la construcción de una pequeña sacristía, petición que le fue concedida. Allí está la nombrada.
Así, en un principio, se instituyó por fieles devotos la Cofradía de la Santísima Cruz y Santo Sepulcro del monte Calvario, en una ermita donde se veneraba una imagen de la Soledad de María, extendiéndose de esta forma el ejercicio piadoso del Vía Crucis por todo el monte, Algunos investigadores datan la primera romería en el año 1783, en el que se piensa que se creó esta primitiva hermandad. La romería se sigue haciendo cada año para celebrar la Festividad de la Encarnación del Hijo de Dios. La imagen de la Soledad es bajada a hombros hasta el barrio de Santa Lucía. Se realiza un Vía Crucis por las calles de dicho barrio y tras estos actos de culto se vuelve, al siguiente domingo, en romería hasta su sede, donde permanece el resto del año.
Muy tranquilos y en amena charla abandonamos el monte de San Juan, con Escombreras y su refinería al sur, para, embelesados con la belleza de nuestro puerto, ascender a los 295 metros de la cumbre del Monte de San Julián, patear su castillo y doblar al sur para bajar a las baterías de Trincabotijas.
Conquistadas las cumbres del levante de nuestro puerto, regresamos para avanzar por Cala Cortina, llena a rebosar, observar las baterías de Santa Ana, San Isidoro y Santa Florentina, y San Leandro. Junto a la última batería nombrada, en la Playa de San Pedro, nos dimos un refrescante baño.

Raudos pasamos junto a la Dársena de Santiago Apóstol; aunque algunas leyendas mantienen que el santo entró por algún puerto gallego, dice otra leyenda que éste llegó a España desembarcando en el marinero barrio, y Santa Lucía mantiene viva esa tradición. Comentan que, parece más lógico que, si el apóstol se desplazó desde Judea hasta nuestras costas, resultaría menos creíble que la nave atravesara el estrecho y recorriera toda la costa de Portugal para llegar a Galicia, a saber.

A medio día ya apretaba el sol, así es que, con más de 15 kilómetros en el lomo, nos fuimos a practicar el culto a la rubia. Salud.