Senda da agua do Lérez (Pontevedra)

Una ruta fácil y muy bonita.

Partimos de la zona de A Xunqueira ya que allí es fácill encontrar lugar para aparcar los fines de semana y podemos entrar directamente desde la AP-9 sin tener que cruzar el casco urbano de Pontevedra.
Allí mismo comienza una pista peatonal que nos va a llevar por A Xunqueira, una marisma, hasta el puente metálico por el que cruzamos a la otra orilla del río Lérez.
Desde allí y hasta la presa de Ponte Bora todo el camino es por la vía de servicio de la traída de aguas hasta la estación de bombeo de Monteporreiro.
Es un trayecto precioso que discurre siempre a la sombra de árboles autóctonos.

A lo largo del recorrido veremos las ruinas de algunos de los numerosos molinos de agua que había en la zona. Estos molinos de agua recibían el nombre de Aceñas y aún se pueden ver los canales que suministraban el agua a los rodicios de los molinos.

En Ponte Bora damos la vuelta y volvemos por el mismo camino hasta llegar al puente metálico de Monteporreiro. El río Lérez tiene unos 60 km de longitud. Nace en la Sierra del Candán y que tiene una gran importancia como reserva biológica de multitud de peces, aves, mamíferos y otros seres vivos que forman su ecosistema.
Hasta hace pocos años también eran importantes los molinos pero eso ya son tiempos pasados.

A partir del puente metálico vamos a ir por la margen contraria de la que vinimos y lo pirmero que encontramos son las ruinas del antiguo Balneario Villa de Buenos Aires. Construido a principios del siglo XX, por Casimiro Gómez, un personaje excepcional hijo de una familia humilde de labradores de Viascón (en el cercano municipio de Cotobade) que tuvo que emigrar a Argentina con tan solo 15 años para regresar años después a Pontevedra con una gran fortuna.

El Balneario Villa Buenos Aires contaba con unas famosas aguas, las Aguas Mineromedicinales Lérez comercializadas en medio planeta y embotelladas en una fábrica contigua (la marca llegó a ser tan importante que en Inglaterra se creo The Lérez Natural Mineral Walter Company y no son pocas las voces que afirman que numerosas botellas viajaban en el Titanic).
Este balneario fue el punto de encuentro de personajes como Montero Ríos, Vicenti, la infanta Isabel de Borbón, Muley Haffid y otras tantas personalidades de la época.

De todo ello sólo queda el edificio del fontanario, en un estado lastimoso de abandono y, curiosamente, junto a este edificio hay una roca de granito con unos excelentes petroglifos.

Siguiendo el camino llegamos a unas cascadas espectaculares que caen desde el Monasterio de San Salvador de Lérez y por fin llegamos a la playa fluvial del Lérez en donde hay una pequeña área de picnic. El entorno no es demasiado acogedor al haber construído por encima dos viaductos para el tren, uno para el tren normal y el otro para el AVE.
Desde aquí comienza otra vez la pista peatonal y en poco rato estamos de nuevo en A Xunqueira.

La caminata es muy sencilla y no hay apenas desnivel. No hay señalización pero tampoco se necesita ya que el camino a seguir es claro y no hay pérdida posible.