Senda de La Calzada del Vino. Barranco del Arroyo del Somo. Desde Valderrama. Montes Obarenes.

Ruta circular muy sencilla y también interesante para recorrer La Calzada que se construyó para salvar el desnivel que provoca en este entorno el barranco del Arroyo del Somo.

Partimos desde Valderrama, rumbo este.
Cruzamos prácticamente todo el pueblo y salimos de él por la calle de la izquierda.

Un pequeño tramo de carretera y enseguida giramos a la derecha para dirigirnos por un camino de labranza y posteriormente convertida en una senda entre quejigos en línea con el arroyo del Somo.

Al poco de comenzar el bosque, giramos a la izquierda y bajamos al mismo arroyo del Somo.
En primer término aparecen una mesas redondas de recreo.
Detrás de ellas se encuentra el cauce del arroyo y un arco de medio punto construido por grandes sillares.
Como contrafuertes, la mampostería de este puente, llamado Calleja, se impone para salvaguardar el terreno horadado por las aguas de escorrentía.

Salimos de este gran muro y continuamos por la derecha hacia el este por la Calzada.
Hay tramos que se descubre perfectamente lo que se construyó por esta depresión para asegurar el terreno y poder facilitar el tránsito de los carros provenientes de La Rioja hacia los puertos del mar Cantábrico.

Los franceses en su intento de conquistar España también utilizaron esta vía.

El camino se encuentra perfectamente señalizado y acondicionado para recorrerlo sin trabas.
Se puede realizar la ruta también en bicicleta.

Continuamos y después de sobrepasar una ladera que queda a la izquierda de la Calzada se localiza un mirador por encima del barranco y que el Parque ha creado para dejarnos embelesados con la panorámica que se da mirando hacia el oeste, teniendo a la ciudad de Frías como imagen generadora de gratificantes sensaciones internas.

El cordal de la senda de los Gitanos hacia el Pico Umión queda frente a nosotros también.
Grandes, muy grandes son estos montes.

Volvemos al barranco, que por el discurre la ruta, y avanzamos hasta llegar junto a la carretera que va a Cubilla de la Sierra.
En cuanto llegamos a ella giramos bruscamente a la derecha y atravesamos una portilla de ganado para seguir por la pista recién acondicionada para llegar al cruce que nos va a marcar el punto de referencia de la pequeña circular que se ha proyectado para disfrutar de la cabecera del arroyo del Somo.
Cruzamos un bonito tramo de un hayedo y salimos de él más arriba para dirigirnos al elemento más espectacular y llamativo de La Calzada.
Un gran muro lucha contra el peso del terreno y de la erosión manteniendo en su centro la Alcantarilla.
Se trata de un desagüe que se necesitaba para librar las venidas del agua que captaba el Somo sobretodo después de los deshielos.

Pasamos por debajo de ella y nos recreamos con la estampa que forma con el suelo rojo de la arcilla de que se constituye el piso.

Seguimos y más restos de La Calzada vamos descubriendo hasta llegar a los tres miradores del Puerto del Somo que han marcado.
Una maravilla para contemplar sin problemas todo el paisaje que rodea esta ruta.

Después del tercer mirador descendemos por las Escalerillas que han colocado en el talud de la carretera y la cruzamos para regresar y cerrar la circular del hayedo del Somo.

Llegamos al cruce de referencia por el que antes habíamos pasado y nos adentramos a la izquierda por un nuevo y precioso camino ascendente.

Vamos ganando la ladera de un frondoso bosque mixto que al mirar al norte sabemos que las hayas y todo lo que su ecosistema provoca van a marcar una serie de torrentes muy sugerentes.
Nosotros los disfrutamos desde la pista y camino Real.
Así llegamos al collado de esta ladera y de ahí descendemos por dentro del hayal que íbamos descubriendo desde su perímetro.

La bajada es espectacular y sugerente.
Hay marcas para las BTT y antes de llegar a Valderrama nos acercamos a los restos de la ermita de San Bartolomé.
Junto al pueblo coincidimos con la senda de Ranera que llega hasta aquí.

En el borde de la localidad podemos intuir las huellas de la necrópolis de San Andrés, en unas peñas de arenisca.

Llegados a Valderrama nos refrescamos en sus fuentes y damos por finalizada una senda muy bien marcada y cómoda por el perfecto estado de los senderos que permiten disfrutar de los rincones más interesantes que comprende.

Un ejemplo más de cómo se trabaja en el Parque Natural de las Montes Obarenes.