Senda de la Fortaleza de Tedeja. Desfiladero de la Horadada. Sta. María de los Reyes Godos. Desde Trespaderne

Ruta circular con salida desde la estación de tren de Trespaderne.
Vamos a realizar la Senda de la fortaleza de Tedeja, marcada recientemente por el Parque Natural de Montes Obarenes.

Partimos desde el aparcamiento que se ha acondicionado junto a la extinta estación de tren de Trespaderne.

Tomamos la vía verde dirección sureste hacia el desfiladero de la Horadada.
Curiosamente este recorrido comienza a los pies de la Fortaleza de Tedeja.
Vamos a avanzar por esta vía verde hasta llegar a un cruce bien marcado a la derecha y de ahí comenzar a subir de manera continuada hasta la parte baja de la muralla de la fortaleza, que es lo único restaurado y vigente del que fue en los siglos V-VI uno de los elementos defensivos más antiguos de la Península.

El ascenso por la ladera de este promontorio está limpio gracias al buen trabajo del Parque Natural de montes Obarenes.
Las tablillas y los desbroces en un monte de encina y boj permiten ganar altura con sólo nuestro esfuerzo.
Además, las panorámicas que se van presentado hacen que tengamos que detenernos para recrearse con los grandes paisajes hacia el norte del sinclinal Villarcayo-Tobalina y en la cara contraria la sierra de Larra con sus cejos arcados bajo su cima.

Así llegamos a la parte más baja de la fortaleza.
En este nivel se encontraba la entrada principal al castillo de Tedeja.
Es un rellano donde se puede ya otear el desfiladero de la Horadada y el valle de Tobalina. Espectacular.

El sendero sube en paralelo a la muralla que ha sido restaurada, pero nosotros decidimos continuar por los mismos muros escalonados hasta llegar a la parte superior.
En ella se encuentra una balconada metálica acondicionada para disfrutar de las vistas hacia el desfiladero.

De ahí bajamos hasta el cubo que más se acerca al precipicio de la Horadada.
Sencillamente impresionante.

Volvemos a la muralla para dirigirnos ahora hacia la torreta de alta tensión que se sitúa enfrente y, entre el bosque de encinas, ganamos el collado por el que nos adentramos en el vallejo de Santillán.
La bajada hasta la vía verde se realiza cómodamente gracias al perfecto acondicionamiento que han realizado, tanto en el desbroce como en la señalización.
Entre un bosque cerrado y unos farallones calcáreos imponentes vamos descendiendo.

Así llegamos a la vía verde.
Frente a nosotros se nos presentan los restos de una de las Iglesias más antiguas y que ahora sólo resta su planta.
Se trata de Santa María de los Reyes Godos.

La vía verde permite dirigirnos hacia Oña, pero aún no se han acondicionado los puentes sobre el Ebro.
Nosotros nos acercamos junto al puente pasando por el túnel que hay junto a la canal que hemos descendido.

Así podemos contemplar Peña Partida. Se trata de un pequeño crestón aislado que se formó al dinamitar el monte para el tren que atravesaba el desfiladero.

Regresamos pues hacia Trespaderne por la misma vía verde hasta nuestro punto de partida.

Ruta sencilla y muy recomendable para todos.
Un poco de esfuerzo en la subida y mucha aventura para realizarse con familia.