SENDA DE LA GENCIANA DESDE VALMALA. INVERNAL. CIRCULAR.

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
De nuevo en el pequeño pueblo de Valmala para disfrutar de la denominada "Senda de la genciana".
El entorno nos resulta familiar. Desde esta localidad hicimos una ruta por el precioso hayedo hasta los Trigaza. En aquella ocasión no nos acercamos al Mirador de la Genciana.
Iniciamos el itinerario siguiendo una dirección SW por el Camino de Aranquiza, dejando a nuestra izquierda el Arroyo de la Genciana. En 1,5 km dejamos esta cómoda pista para continuar, ahora con rumbo SE y en paralelo a este arroyo. Sin dejar esta orientación iremos ascendiendo para adentrarnos en el hayedo, ahora esquelético. En invierno la ausencia de hojas verdes en sus ramas da un encanto especial al bosque resaltando el manto marrón de las hojas muertas que cubren el suelo en prácticamente su totalidad. Este tono oscuro contrasta con el color claro de los troncos y sus líquenes, el color azulado de las aguas que bajan cantarinas de lo alto de la sierra por las innumerables barranqueras, el verde intenso de los acebos que resaltan especialmente en el paisaje en esta estación. El contraste es llamativo y con esa belleza típica propiciada por el invierno.
Recorriendo la bien marcada senda de este hayedo y disfrutando también del profundo valle excavado por el Arroyo de la Genciana nos presentamos en las pequeñas cascadas. No tienen grandes caídas pero son dignas de ser admiradas por el amante de la naturaleza. Tres pequeñas cascadas nos forzaron a detenernos para gozar del espectáculo que supone la precipitación y el sonido de sus aguas cristalinas formando pequeñas charcas de agua.
Ascendiendo unos metros más alcanzamos la pista que nos hará desviarnos a nuestra izquierda para obedecer lo que nos indica la señal de madera que nos dice que a unos 500 m tenemos el Mirador de la Genciana.
Este mirador permite admirar y disfrutar del paisaje de montaña. En un día tan claro como este podemos ver muy a lo lejos la Cordillera Cantábrica vestida de blanco. Mas cerca tenemos las peñas de la Vinaza donde se ubica la Casa de los ingenieros, los Trigaza con algo de nieve y el hayedo por el que hemos ascendido. Merece la pena contemplar el barranco excavado por el Arroyo de la Genciana y las paredes rocosas pobladas por los buitres leonados que planean tranquilamente sobre nuestras cabezas.
Nos toca descender. Por cómodas pistas y entre bosque de pino silvestre vamos progresando hasta llegar a un cruce de pistas. Aquí elegiremos la denominada Camino del Cagigal que en una componente NW nos va a llevar de nuevo a Valmala. El último tramo lo hacemos tomando un atajo ya conocido que acorta algo el recorrido.
Ruta fácil, sin complicaciones técnicas. Una buena forma física, un buen equipamiento y ganas de disfrutar de la naturaleza nos harán pasar un agradable jornada en la naturaleza.