Senda de la Peña del Águila (San Rafael, Segovia)

La Senda de la Peña del Águila es una deliciosa rutilla circular de poco más de 6 kilómetros que, saliendo de las afueras del pueblo segoviano de San Rafael (en concreto de la calle del Arroyo Mayor, junto a la carretera Nacional VI), nos guía hasta el mirador de la Peña del Águila (1.460 m aproximadamente), un balcón natural recogido y evocador bajo la imponente tutela de Cueva Valiente (1.903 m) y Cabeza del Buey (1.537 m) y con panorámica norteña a la Sierra del Quintanar y La Mujer Muerta.

Se trata de un recorrido señalizado con balizas (con marcas blancas y amarillas) y señales verticales orientativas, aunque sin marcas de pintura en árboles o piedras. En un par de ocasiones [banderas 5 (una pradera) y 19 (cruce de caminos)] hay que prestar atención para no extraviar el camino señalizado.

Una vez coronado el mirador (bandera 12 y 50 minutos de pateo a ritmo muy suave y con pausas fotográficas) pasamos por una cancela (bandera 11) a la provincia de Ávila, hasta dar 250 metros más adelante con el punto de retorno del recorrido (bandera 13 y con señal), que enfila por un sendero de bajada. Este discurre paralelo durante un rato al arroyo Mayor, cuyas aguas se franquean varias veces por pasarelas de madera, que facilitan el paso en época de lluvias.

INICIO DE RUTA
La ruta comienza en la calle del Arroyo Mayor, que nace a izquierda de la carretera Nacional VI, a la altura de la ermita de la Virgen del Carmen, según se baja del puerto de Guadarrama, tras pasar el km 61. Un cartel vertical explicativo, en la zona de aparcamiento, marca el inicio de la ruta.

A 200 metros de la salida, dejamos la carretera forestal asfaltada (bandera 2) y superamos a nuestra izquierda el puente de madera que salva el arroyo Mayor (bandera 3), cuyo cauce volveremos a sortear montaña arriba en varias ocasiones, en el camino de descenso. Unos 250 metros más adelante nos topamos con una cancela con torno (bandera 4), que se abre a una explanada y enfilamos por el camino que tira a derecha, tal como nos marca la señal informativa de la Senda de la Peña del Águila. A nuestra derecha desfila la tapia de una finca conocida como la cerca de las Monjas.

Llega luego otra praderita, con una señal informativa que guía los pasos por un camino balizado ligeramente a derecha y que supone abandonar la pista que traíamos (bandera 5). Ojo en este punto porque hay quien continúa por la pista, sin percibirse del cartel, y pierde la senda al mirador.

El sendero progresa ladera arriba, con un par de cruces donde toca seguir recto (banderas 6 y 7), pasando al rato por un tramo que llanea entre otra zona de pradera con pinos. Siguiendo el camino principal damos con una nueva bifurcación (bandera 8), donde tomamos el ramal de la izquierda, el que sube y sigue siendo el itinerario balizado. El sendero de la derecha, más estrecho y en llano al principio, es una vía más recóndita que conduce al mirador de la Peña del Águila, pero no por la ruta señalizada.

Enseguida llega una nueva bifurcación, en la que un cartel rojo marca expresamente el rumbo a la Peña del Águila: recto, por el camino pista que llevamos (bandera 9).

En breve toca vadear un arroyo que cruza la pista, sin profundidad (bandera 10), y en nada alcanzamos una especie de collado con cancela y torno (bandera 11), que precede al mirador de la Peña del Águila, situado a nuestra derecha, a apenas 70 metros, entre roquedos, y al que se va en un ida y vuelta desde el collado.

En el mirador (bandera 12), una mesa panel describe las cumbres del lugar que se divisan al norte y oeste desde este balcón natural: Cueva Valiente, Sierra del Quintanar y La Mujer Muerta. Hasta aquí hemos tardado 50 minutos, a ritmo suave y con alguna que otra parada fotográfica. Llevamos 2,4 kilómetros de marcha.

De vuelta a la cancela del collado, la superamos y seguimos por el camino principal (recto y que es cañada real Leonesa), que llanea entre la pinada, pasando a la provincia de Ávila, municipio de Peguerinos. Unos 250 metros después de la cancela, alcanzamos el punto de retorno, en una curva con doble señal y que dibuja un giro de casi 180° (bandera 13).

El sendero de bajada, que es tramo del GR-88 (le vendría bien un repaso de pintura a las escasas marcas rojiblancas), cruza por pasarelas tres veces el arroyo Mayor (banderas 14, 16 y 20) y dos afluentes del mismo (banderas 15 y 21).

Entre medias, y como a unos 900 metros del punto de retorno de la bandera 13, nos apartaremos del camino para subir en un rápido ida y vuelta hasta un roquedo coronado por un hito de piedras (bandera 18), a derecha de la senda y con panorámica del entorno (prescindible si no se quiere subir: serán unos 25-30 metros de desnivel, con cuesta empinada).

De nuevo en la senda tras bajar del peñasco, a unos 600 metros, y tras cruzar de nuevo por pasarela el arroyo Mayor (bandera 20), alcanzamos una hermosa pradera, un claro de bosque que, en época de lluvias, verdea que da gusto.

El camino se hace pista y nos lleva hasta el esquinazo suroeste de la cerca de las Monjas, esa tapia con la que nos encontramos al principio de la ruta, pero entonces en su vertiente este (entre las banderas 4 y 5).

Una señal situada en una bifurcación a unos 150 metros más adelante (bandera 24), nos indica que el recorrido oficial continúa recto por la pista. A derecha de la señal se abre un sendero que dobla en paralelo a la cerca de las Monjas: en realidad es un atajo (por donde, además, avanza el GR-88), pues desemboca en un punto de la carretera forestal por el que más tarde pasaremos. Pero como la intención de esta ruta es seguir el recorrido de la Senda de la Peña del Águila, hacemos caso al cartel.

La pista muere 200 metros más adelante en una cancela (bandera 25) con una pequeña explanada para aparcamiento de vehículos, y a cuya espalda pasa la carretera forestal que, cogiéndola a derecha, nos devuelve, en zigzag y en 1,1 kilómetros, al punto de salida de esta pequeña pero hermosa caminata.