Senda de las Encañizadas de San Pedro del Pinatar
near Los Albaladejos, Murcia (España)
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Itinerary description
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Las Encañizadas están situadas donde el Mar Mediterráneo se comunica con la laguna del Mar Menor a través de dos de las cinco golas que hay en la Manga. Estas consisten en un laberinto de cañas clavadas al suelo y redes que desembocan en una paranza donde por el paso migratorio de los peces entre ambos mares éstos entran pero no logran salir, sólo los de menor tamaño, consiguiendo un gran número de especies como el mújol, la dorada o el lenguado.
Este tradicional arte de pesca, es bastante antiguo, ya se tiene constancia de su uso por los árabes en la Edad Media. Las Encañizadas fueron recuperadas para su funcionamiento en 1995 y son las únicas que quedan en todo el Mediterráneo. Para visitarlas disponemos de este sendero que nos propone recorrer íntegramente, a través de las marcas blanca y amarilla del PR-MU 65, los límites del Parque Regional de las Salinas de San Pedro, disfrutando de sus múltiples paisajes.
El comienzo de esta ruta la tenemos en San Pedro del Pinatar, concretamente en la rotonda dedicada al flamenco, (imagen emblemática del parque). El sendero transcurre entre la Avenida de las Salinas y las charcas del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro y perfectamente balizado con una baranda de madera que nos aísla de la carretera. Desde la senda podemos avistar algunas de las aves más singulares del parque, tales como la garza real, o el flamenco.
Llegando a una curva bastante pronunciada, llamada Curva de la Culebra, se une la senda local (marcas de pintura blanca y verde) del Coterillo.
La Charca del Coterillo es la única de este humedal que no tiene uso salinero, siendo de gran importancia para la conservación de las aves nidificantes, migratorias e invernantes. Esta Charca nos queda a nuestra izquierda mientras que a la derecha tenemos la central y explotación Salinera, con sus características Charcas Rosadas.
Llegamos a la zona recreativa del Coterillo donde tenemos un punto de observación de aves de la Charca del Coterillo y uno de los accesos a la playa de Torre Derribada, un paso elevado de madera sobre las dunas, donde nos recreamos acercándonos hasta dicha playa.
Muy cerca está el puerto de San Pedro por el que pasamos paralelo a este y su amplio aparcamiento, llegando así al inicio de la playa de la Llana, franqueada por una serie de plafones informativos y la antigua estación de salvamento de la Cruz Roja.
Nada más iniciar la larga caminada que supone atravesar toda la playa de la Llana, junto al mar y sobre su compacta arena, nos llama la atención la gran acumulación de algo parecido a bolas de estropajo. Son los arribazones de posidonia que se acumulan en la playa y aunque parezca lo contrario, no son residuos, sino restos naturales de plantas marinas, que éstos en tierra, evitan la pérdida de arena... Por este motivo, se mantienen en las playas de este Parque Regional y solo se autoriza su retirada en zonas concretas durante la temporada de baño.
La kilométrica playa finaliza en Punta de Algas, punto donde abandonamos la playa para seguir por nuestra derecha, un sendero arenoso al principio que luego se transforma en el camino Quintin, transitando entre las charcas salineras y las aguas del Mar Menor. Es en esta zona donde distinguimos el uso de pesca tradicional de las Encañizadas.
A lo lejos avistamos uno de los elementos constructivos insignes del parque: el Molino de la Calcetera. Éste, junto con el posterior Molino de Quintín, se utilizaban para el vaciado y llenado de las salinas.
Solo nos queda superar la interminable recta que nos acerca a San Pedro del Pinatar, donde poco antes de llegar descubrimos los populares “baños de Lodo”. Los lodos de Las Charcas de las Salinas, son fruto de siglos de acción del sol y de las aguas de elevada salinidad del Mar Menor. El resultado es un lodo arcilloso que aplicado sobre la piel tiene un gran valor terapéutico en todo tipo de afecciones: reumatismo, artritis...
El camino finaliza en el mencionado Molino de Quintín, donde comienza otro largo tramo, ahora marchando por el paseo urbano que, junto al límite del parque, nos conduce de nuevo a la rotonda dedicada al flamenco, desde donde partimos, dando por finalizada esta interesante y plana ruta.
Salud y buenas caminadas!!
Las Encañizadas están situadas donde el Mar Mediterráneo se comunica con la laguna del Mar Menor a través de dos de las cinco golas que hay en la Manga. Estas consisten en un laberinto de cañas clavadas al suelo y redes que desembocan en una paranza donde por el paso migratorio de los peces entre ambos mares éstos entran pero no logran salir, sólo los de menor tamaño, consiguiendo un gran número de especies como el mújol, la dorada o el lenguado.
Este tradicional arte de pesca, es bastante antiguo, ya se tiene constancia de su uso por los árabes en la Edad Media. Las Encañizadas fueron recuperadas para su funcionamiento en 1995 y son las únicas que quedan en todo el Mediterráneo. Para visitarlas disponemos de este sendero que nos propone recorrer íntegramente, a través de las marcas blanca y amarilla del PR-MU 65, los límites del Parque Regional de las Salinas de San Pedro, disfrutando de sus múltiples paisajes.
El comienzo de esta ruta la tenemos en San Pedro del Pinatar, concretamente en la rotonda dedicada al flamenco, (imagen emblemática del parque). El sendero transcurre entre la Avenida de las Salinas y las charcas del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro y perfectamente balizado con una baranda de madera que nos aísla de la carretera. Desde la senda podemos avistar algunas de las aves más singulares del parque, tales como la garza real, o el flamenco.
Llegando a una curva bastante pronunciada, llamada Curva de la Culebra, se une la senda local (marcas de pintura blanca y verde) del Coterillo.
La Charca del Coterillo es la única de este humedal que no tiene uso salinero, siendo de gran importancia para la conservación de las aves nidificantes, migratorias e invernantes. Esta Charca nos queda a nuestra izquierda mientras que a la derecha tenemos la central y explotación Salinera, con sus características Charcas Rosadas.
Llegamos a la zona recreativa del Coterillo donde tenemos un punto de observación de aves de la Charca del Coterillo y uno de los accesos a la playa de Torre Derribada, un paso elevado de madera sobre las dunas, donde nos recreamos acercándonos hasta dicha playa.
Muy cerca está el puerto de San Pedro por el que pasamos paralelo a este y su amplio aparcamiento, llegando así al inicio de la playa de la Llana, franqueada por una serie de plafones informativos y la antigua estación de salvamento de la Cruz Roja.
Nada más iniciar la larga caminada que supone atravesar toda la playa de la Llana, junto al mar y sobre su compacta arena, nos llama la atención la gran acumulación de algo parecido a bolas de estropajo. Son los arribazones de posidonia que se acumulan en la playa y aunque parezca lo contrario, no son residuos, sino restos naturales de plantas marinas, que éstos en tierra, evitan la pérdida de arena... Por este motivo, se mantienen en las playas de este Parque Regional y solo se autoriza su retirada en zonas concretas durante la temporada de baño.
La kilométrica playa finaliza en Punta de Algas, punto donde abandonamos la playa para seguir por nuestra derecha, un sendero arenoso al principio que luego se transforma en el camino Quintin, transitando entre las charcas salineras y las aguas del Mar Menor. Es en esta zona donde distinguimos el uso de pesca tradicional de las Encañizadas.
A lo lejos avistamos uno de los elementos constructivos insignes del parque: el Molino de la Calcetera. Éste, junto con el posterior Molino de Quintín, se utilizaban para el vaciado y llenado de las salinas.
Solo nos queda superar la interminable recta que nos acerca a San Pedro del Pinatar, donde poco antes de llegar descubrimos los populares “baños de Lodo”. Los lodos de Las Charcas de las Salinas, son fruto de siglos de acción del sol y de las aguas de elevada salinidad del Mar Menor. El resultado es un lodo arcilloso que aplicado sobre la piel tiene un gran valor terapéutico en todo tipo de afecciones: reumatismo, artritis...
El camino finaliza en el mencionado Molino de Quintín, donde comienza otro largo tramo, ahora marchando por el paseo urbano que, junto al límite del parque, nos conduce de nuevo a la rotonda dedicada al flamenco, desde donde partimos, dando por finalizada esta interesante y plana ruta.
Salud y buenas caminadas!!
Waypoints
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13 ft
av. del Puerto
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