Senda de los Caballos y Senda de Ismael (La Alberca)

Una ruta preciosa de verdad, pero exigente y trialera, perfecta para meternos un poco de caña por un entorno magnífico, tanto por los paisajes diáfanos en el tramo de la Senda de los Caballos, como del corazón de la sierra en el interior de la Senda de Ismael.

He aparcado a mitad de la carretera de acceso al centro hípico, en un ensanche, pero también se puede llegar hasta el final del asfalto, donde hay aparcamiento de sobra.

La cuestión es tomar el camino junto a una tubería y que asciende bordeando un cabezo. Se trata de la conocida como Senda de los Caballos, y en su primer tramo estamos transitando por el SL-MU 29 Sendero de las Trincheras del Valle, aunque por poco tiempo, en cuando finaliza la subida, en un rellano, salimos a la izquierda por otro sendero que sigue subiendo hasta una pequeña cumbre con mojón de monte público.

La senda, muy pisada, no ofrece dudas, si bien nos saldrán un par de senderos menores que anotamos mentalmente para explorar en el futuro.

Las vistas son excepcionales, estamos en un balcón hacia el valle que se abre hasta Sierra Espuña, Carrascoy, la Pila y Orihuela. Pero también si miramos al interior de nuestra sierra y su densa masa forestal.

Tras un par de repechos, el sendero llanea por un tramo verdaderamente bonito. Es la antesala del trecho más exigente y empinado. La senda se va haciendo más vertical, aunque siempre perfectamente transitable. Sólo al final nos encontramos con un paso de roca inclinada, pero estando seca no debe suponer ningún problema. Además, no está expuesta, así que subimos con seguridad. Sólo si se hace de bajada podría complicarse un poco, pero tampoco demasiado.

Superado este paso salimos a un valle a los pies del Cerro de las Columnas. De la derecha viene un sendero muy recomendable, pero hoy no toca. Salimos a la replaceta de salida de la Senda de las Columnas y seguimos por la pista forestal a la derecha (PR-MU 21). Es un tramo relajado, desde donde otearemos el Campo de Cartagena, destacando en el horizonte las siluetas de Peñas Blancas y la Sierra del Algarrobo.

Dejamos el camino y el PR en una zona abierta en la que el suelo es rojo. A la izquierda una barrera de madera pretende evitar el paso a vehículos rodados. Es uno de los extremos de la Senda de Ismael, una de las más agrestes y hermosas del Valle Perdido.

Hacía mucho que no realizaba este sendero, tantas veces recorrido tanto de subida como de bajada. Qué gozada volver a pasar por este lugar oscuro que desciende a las entrañas de la sierra.

Hoy no procedía porque no me sobraba el tiempo, pero próximamente volveré para hacerlo de subida, visitando la cueva escondida y tomando la bifurcación que acaba por desembocar junto a la Senda de las Columnas.

Desciendo tranquilamente, recreándome del entorno y de la soledad (aún no me he cruzado con nadie). Al final nos unimos a la rambla, entre vistosas paredes y llegamos al mítico coche en ruinas.

Salimos a la pista forestal (PR-MU 21.1) y bajamos hasta la Senda de las Columnas, que tomamos unos trescientos metros, hasta el cortafuegos. Aquí cogemos un sendero a la derecha entre pinos, otro tramo muy bonito para cerrar esta ruta, ya que en pocos minutos estaremos en la carretera del centro hípico.

Un recorrido muy, muy recomendable.