Senda de los Majuelos: Trigueros del Valle

NO SEÑALIZADA.
Salimos desde Trigueros del Valle por el camino de las bodegas. Conviene visitar el castillo, las casas-cueva y la iglesia románica pero, además, antes de empezar el sendero, tenemos algo único y diferente: deberíamos subir al mirador de Nuestra Señora del Castillo para contemplar horizontes y también para asombrarnos con los restos de las viejas casas cueva, horadadas bajo la cornisa del páramo y en uso hasta hace no muchos años. Recorriendo el barrio de bodegas contemplando las puertas, ventanas, habitaciones, alacenas, chimeneas, como cualquier otra vivienda, pero bajo tierra.

Aparejado con el sendero GR296 "Senderos del Clarete", se sube por la cuesta de Sallana hasta llegar a un mar de majuelos con pagos característicos como nos dicen su nombre en un cartelillo: Valdeátima, Zapatera...

Protegida por altos chopos lo recorremos en un agradable paraje. Bajamos al paramillo y ahora los árboles son almendros y las tierras se encuentran cubiertas de majuelos, preciosos por lo bien cuidados. Además, junto al camino, existen los restos de un viejo guardaviñas.

Siguiendo todo recto el camino nos encontramos con un cruce. Al llegar al mismo nos desviamos de nuestra senda hasta el arroyo, donde se encuentra -bajo álamos- la fuente de Canalejas. Aquí hubo un poblado con ese mismo nombre. Muy cerca, aguas abajo, cruza el antiguo camino que unía Palencia y Valladolid, que es también la cañada real leonesa. Subimos la cuesta del páramo pero vemos a la derecha -después de dejar atrás una nave- un lugar curioso y cubierto de árboles: es la Higueruela. Posee un manantial, con una especie de alberca que antaño se utilizó para regar a la huerta, y una casa, hoy abandonada. Pero aun siguen creciendo y dando frutos higueras, cerezos, morales y membrillos.

Retomando la senda todo recto se llega hasta Trigueros, pasando por unas viviendas familiares. Se llega hasta Fuente Tovar, preciosa hondonada con dos fuentes y dos sauces, además de mesas dispuestas para merendar, y nos encaminamos dejando a la izquierda una suave caída del páramo. Un punto ideal para disfrutar de este paraje justo antes de llegar nuevamente al municipio recorriendo el lateral de la fortaleza.