Senda de los Molinos- Área recreativa La Gitana- Camino Mozarabe de Santiago- Haza de la Cabaña. La Peza. Sierra Nenada.
near Lapeza, Andalucía (España)
Viewed 2230 times, downloaded 88 times
Trail photos
Itinerary description
La Peza se encuentra a las faldas de Sierra Nevada y muy próxima a la zona de contacto entre esta y la Sierra de Huétor. El paisaje montañoso domina en prácticamente todo el término municipal y favorece el predominio de las actividades relacionadas con la explotación del monte: ganadería, apicultura, madera, carbón...
La leyenda del Alcalde Carbonero, transmitida por P.A. de Alarcón, nos recuerda que hasta hace pocos años la fabricación de carbón vegetal era una actividad fundamental en La Peza.
La Peza fue la estación viaria más importante en el "camino viejo de Guadix a Granada" hasta principios del siglo XIX, momento en que se privilegió la actual vía por el Puerto de la Mora. A partir de entonces La Peza quedó en un segundo plano, aunque el "atraso" económico ha permitido que se conservara uno de los cascos urbanos medievales y moriscos más interesantes de la comarca.
En época romana, La Peza estaba situada al borde de la calzada, era un Castrum Romano, para servir de descanso y abastecimiento a soldados y viajeros. Esta calzada unía Granada con Guadix pasando por Beas de Granada, el Cortijo de la Plata, el Collado de Puerto Blanco, el Cortijo de Aguas Blancas, el Collado de Blancares, en verano se pasaba por la cerrada del Umbrión y debido a las heladas, en invierno por los Trancos de la Carrehuela hasta llegar a La Peza. Desde aquí transcurría por el valle del río Morollón, por la margen derecha del río, entre el Cerro Montante y la Loma de Santa Lucía, por los Tajos de Molicias. Una vez que este río se unía al Fardes continuaba hasta Lopera, por donde ascendía hasta los Baños y desde allí bordeando Purullena, llegaba a Acci.
Una vez aparcado el coche en la Avd. del Alcalde Carbonero y tras Cruzar el Río Morollón, nos encaminamos por la céntrica Calle Triana y lo primero que encontramos es La Fuente de los Caños Gordos. Consta de cuatro grandes caños por el que mana gran cantidad de fresca agua. Aunque en la actualidad lo hacen a la mitad de su potencia. Esta fuente fue construida a finales de los años 50 cuando se hizo el depósito de agua para abastecer al pueblo. Y su principal uso ha sido para abrevadero. De aquí tomaban, y toman todavía, agua los propietarios de cortijos. Llenando grandes garrafas de agua para el consumo personal.
Ascendiendo por las intrincadas calles nos salimos de la población por una calzada asfaltada en dirección a la ribera del Río Morollón que veremos a la derecha. Al poco nos desviaremos por el pequeño y precioso sendero de los molinos. Antes en La Peza, había mucha agua y muchos animales, era casi la única industria que tenía La Peza.
Daría alegría ver los campos de trigales, de cebada, de garbanzos y de lentejas. Antes en Lapeza, había muchos molinos, porque solo bastaba con moler el grano para convertirlo en harina y la harina en pan. Sería digno de ver, solo por sentir el agua y ver la gente entrar y salir con los costales cargados en las bestias.
Según vamos avanzando por este sendero, que circula junto a una acequia, encontramos el primer molino, el Molino de Santiago. Aunque algo ruinoso es uno de los mejores conservados de los que encontraremos. La puerta estaba abierta y pudimos entrar sigilosamente para ver su deteriorado interior. Junto a él nos sorprende una bonita cascada y por encima otras dependencias con dos grandes arcadas de ladrillo.
Retomamos nuevamente el sendero y al poco nos desviaremos a la izquierda para tomar una calzada asfaltada con escaso tráfico. Tras cruzar los Barrancos de la Parra y de Cucadero, en su parte baja, vadearemos el Río Morollón llegando a la Ctra. 3201. La tomaremos a la izquierda llegando al segundo Molino, el de la Pimienta, y muy cerca de este se encuentra el Molino de Botines; este último en un estado ruinoso avanzado .
Seguiremos por la Carretera pasando junto a los Molinos de Diego y del Compae Roseto o de Roseta; ambos en buen estado de conservación, pero que no se pueden visitar al ser viviendas particulares.
Unos metros más y accedemos al Área Recreativa la Gitana, donde llenamos las cantimploras con el agua pura que mana del suelo en este nacimiento artesiano. El sendero PR-A 246 regresaría desde aquí, atravesando un bonito encinar, hasta la población de la Peza. Pero nosotros decidimos alargar la ruta siguiendo la carretera 1,5 km más, para enlazar con el Camino Mozárabe de Santiago. En este corto tramo de carretera debemos andar con precaución, porque aunque no tiene demasiado tráfico que normalmente es de ciclistas y moteros, no deja de ser carretera. Este tramo junto a la Rambla de la Venta es precioso, circulando por los Corrales de la Gitana ( a la derecha) y de Emilio (a la Izquierda), con unas caprichosas formaciones rocosas en forma de pináculos que dejan volar nuestra imaginación.
Junto al Cerro Umbrión, nos desviaremos a la izquierda por el Camino Mozarabe de Santiago de Quentar a la Peza o Camino del Umbrión. Pista forestal que asciende cruzando el Barranco de la Cabaña, entre pinares y encinares y que según va ganando altura nos ofrece unas fantásticas panorámicas: Sierra de Huétor Santillán (Majalijar y Jinestral), Diezma, Sierra Nevada, Umbría de la Gitana, Cerro de Alabacín, Caseta forestal del Cerro Montefría y Valles de los Ríos Morollón y Fardes.
Siguiendo por este camino cruzaremos nuevamente los Barrancos de Cucadero y la Parra, esta vez en su parte alta. Y más adelante enlazaremos con el sendero SLA.222 que habíamos abandonado en el A.R. de la Gitana.
Al pasar la Loma de la Arcuilla nos sorprende una pequeña imagen de una virgen, en una peña, y justo debajo una tumba con unos apellidos bastante llamativos. Seguiremos con el largo y suave descenso por la pista pasando por la pintoresca Ermita de San Antón desde donde hay unas buenas vistas.
Algo más abajo llegamos al Castillo de la Peza. Emplazado sobre una escarpada peña al norte del casco urbano de La Peza, de este castillo, formado por dos recintos, quedan importantes elementos que nos dan idea de su perímetro. Del primer recinto, el exterior, se conservan restos de la muralla de mampostería que lo cerraba al norte. En el segundo recinto, hay restos de muralla de tapial al sudeste y de tres torres. Una de tapial sobre base de mampostería al este, hueca, de la que quedan dos de sus caras. Entre la muralla anterior y esta torre debía encontrarse la puerta de acceso al recinto. La segunda torre, situada al noreste, es de tapial de cal y canto, también hueca y de la que sólo se conserva su cara norte. La tercera, ubicada al sudoeste, es la de mayor tamaño, siendo maciza y construida de mampostería árabe la parte baja y cristiana la zona alta, teniendo en esta parte reforzadas las esquinas con cantería.
En el centro de este recinto se sitúa el aljibe, de planta rectangular y dimensiones interiores de 4,8 x 3,4 metros. Sus muros están construidos de hormigón de cal y no conserva restos de la bóveda que lo cubría. Lo encontramos con algo de agua en su interior.
El castillo de La Peza, por su situación geográfica, ha constituido a lo largo de la historia un punto estratégico de gran importancia, ya que cubre el paso entre la Hoya de Guadix y la Vega de Granada. En él pernoctó J. Münzer médico e historiador alemán a finales del siglo XV.
Tras comer plácidamente en una preciosa pradera del castillo con unas vistas y acústica maravillosas, continuamos con el descenso pasando por un tradicional lavadero restaurado de la Calle Horno, antes de llegar a la Plaza Oficios donde se halla una Fuente y una escultura homenaje a los afamados encierros de toros de la localidad junto a la Plaza del Ayuntamiento.
Seguiremos dirigiéndonos a la Iglesia de la Anunciación. En la esquina superior de la fachada de la Iglesia se ve una columna que según Luis José García Pulido (2008), podría ser resto de un miliario de la calzada romana a su paso por el lugar.
Junto a la Iglesia encontramos La Fuente de Los Cañillos. Detrás de ellos se encuentra la casa del Pañero, que en la actualidad está abandonada. Se cuenta como anécdota, que hay gente que no suele beber de uno de sus caños porque este hombre tenía la costumbre de limpiar su dentadura en ese caño. La fuente sirve para las personas y para las bestias, ya que por detrás tiene un abrebadero. En la actualidad es normal encontrar a la gente llenando botellas y garrafas de agua de estos ya que la prefieren a las de las casas.
Para algunos, el origen se remonta a los romanos, pero no es cierto. Esta fuente (no la construcción actual) se remonta al tiempo en que La Peza era morisca. En la Iglesia, que está justo al lado, se encontraron unos baños. Es de suponer que el manantial que se utilizaba para uno y otro es el mismo.
Unos metros más y llegamos al punto de inicio y final de esta bonita ruta.
La leyenda del Alcalde Carbonero, transmitida por P.A. de Alarcón, nos recuerda que hasta hace pocos años la fabricación de carbón vegetal era una actividad fundamental en La Peza.
La Peza fue la estación viaria más importante en el "camino viejo de Guadix a Granada" hasta principios del siglo XIX, momento en que se privilegió la actual vía por el Puerto de la Mora. A partir de entonces La Peza quedó en un segundo plano, aunque el "atraso" económico ha permitido que se conservara uno de los cascos urbanos medievales y moriscos más interesantes de la comarca.
En época romana, La Peza estaba situada al borde de la calzada, era un Castrum Romano, para servir de descanso y abastecimiento a soldados y viajeros. Esta calzada unía Granada con Guadix pasando por Beas de Granada, el Cortijo de la Plata, el Collado de Puerto Blanco, el Cortijo de Aguas Blancas, el Collado de Blancares, en verano se pasaba por la cerrada del Umbrión y debido a las heladas, en invierno por los Trancos de la Carrehuela hasta llegar a La Peza. Desde aquí transcurría por el valle del río Morollón, por la margen derecha del río, entre el Cerro Montante y la Loma de Santa Lucía, por los Tajos de Molicias. Una vez que este río se unía al Fardes continuaba hasta Lopera, por donde ascendía hasta los Baños y desde allí bordeando Purullena, llegaba a Acci.
Una vez aparcado el coche en la Avd. del Alcalde Carbonero y tras Cruzar el Río Morollón, nos encaminamos por la céntrica Calle Triana y lo primero que encontramos es La Fuente de los Caños Gordos. Consta de cuatro grandes caños por el que mana gran cantidad de fresca agua. Aunque en la actualidad lo hacen a la mitad de su potencia. Esta fuente fue construida a finales de los años 50 cuando se hizo el depósito de agua para abastecer al pueblo. Y su principal uso ha sido para abrevadero. De aquí tomaban, y toman todavía, agua los propietarios de cortijos. Llenando grandes garrafas de agua para el consumo personal.
Ascendiendo por las intrincadas calles nos salimos de la población por una calzada asfaltada en dirección a la ribera del Río Morollón que veremos a la derecha. Al poco nos desviaremos por el pequeño y precioso sendero de los molinos. Antes en La Peza, había mucha agua y muchos animales, era casi la única industria que tenía La Peza.
Daría alegría ver los campos de trigales, de cebada, de garbanzos y de lentejas. Antes en Lapeza, había muchos molinos, porque solo bastaba con moler el grano para convertirlo en harina y la harina en pan. Sería digno de ver, solo por sentir el agua y ver la gente entrar y salir con los costales cargados en las bestias.
Según vamos avanzando por este sendero, que circula junto a una acequia, encontramos el primer molino, el Molino de Santiago. Aunque algo ruinoso es uno de los mejores conservados de los que encontraremos. La puerta estaba abierta y pudimos entrar sigilosamente para ver su deteriorado interior. Junto a él nos sorprende una bonita cascada y por encima otras dependencias con dos grandes arcadas de ladrillo.
Retomamos nuevamente el sendero y al poco nos desviaremos a la izquierda para tomar una calzada asfaltada con escaso tráfico. Tras cruzar los Barrancos de la Parra y de Cucadero, en su parte baja, vadearemos el Río Morollón llegando a la Ctra. 3201. La tomaremos a la izquierda llegando al segundo Molino, el de la Pimienta, y muy cerca de este se encuentra el Molino de Botines; este último en un estado ruinoso avanzado .
Seguiremos por la Carretera pasando junto a los Molinos de Diego y del Compae Roseto o de Roseta; ambos en buen estado de conservación, pero que no se pueden visitar al ser viviendas particulares.
Unos metros más y accedemos al Área Recreativa la Gitana, donde llenamos las cantimploras con el agua pura que mana del suelo en este nacimiento artesiano. El sendero PR-A 246 regresaría desde aquí, atravesando un bonito encinar, hasta la población de la Peza. Pero nosotros decidimos alargar la ruta siguiendo la carretera 1,5 km más, para enlazar con el Camino Mozárabe de Santiago. En este corto tramo de carretera debemos andar con precaución, porque aunque no tiene demasiado tráfico que normalmente es de ciclistas y moteros, no deja de ser carretera. Este tramo junto a la Rambla de la Venta es precioso, circulando por los Corrales de la Gitana ( a la derecha) y de Emilio (a la Izquierda), con unas caprichosas formaciones rocosas en forma de pináculos que dejan volar nuestra imaginación.
Junto al Cerro Umbrión, nos desviaremos a la izquierda por el Camino Mozarabe de Santiago de Quentar a la Peza o Camino del Umbrión. Pista forestal que asciende cruzando el Barranco de la Cabaña, entre pinares y encinares y que según va ganando altura nos ofrece unas fantásticas panorámicas: Sierra de Huétor Santillán (Majalijar y Jinestral), Diezma, Sierra Nevada, Umbría de la Gitana, Cerro de Alabacín, Caseta forestal del Cerro Montefría y Valles de los Ríos Morollón y Fardes.
Siguiendo por este camino cruzaremos nuevamente los Barrancos de Cucadero y la Parra, esta vez en su parte alta. Y más adelante enlazaremos con el sendero SLA.222 que habíamos abandonado en el A.R. de la Gitana.
Al pasar la Loma de la Arcuilla nos sorprende una pequeña imagen de una virgen, en una peña, y justo debajo una tumba con unos apellidos bastante llamativos. Seguiremos con el largo y suave descenso por la pista pasando por la pintoresca Ermita de San Antón desde donde hay unas buenas vistas.
Algo más abajo llegamos al Castillo de la Peza. Emplazado sobre una escarpada peña al norte del casco urbano de La Peza, de este castillo, formado por dos recintos, quedan importantes elementos que nos dan idea de su perímetro. Del primer recinto, el exterior, se conservan restos de la muralla de mampostería que lo cerraba al norte. En el segundo recinto, hay restos de muralla de tapial al sudeste y de tres torres. Una de tapial sobre base de mampostería al este, hueca, de la que quedan dos de sus caras. Entre la muralla anterior y esta torre debía encontrarse la puerta de acceso al recinto. La segunda torre, situada al noreste, es de tapial de cal y canto, también hueca y de la que sólo se conserva su cara norte. La tercera, ubicada al sudoeste, es la de mayor tamaño, siendo maciza y construida de mampostería árabe la parte baja y cristiana la zona alta, teniendo en esta parte reforzadas las esquinas con cantería.
En el centro de este recinto se sitúa el aljibe, de planta rectangular y dimensiones interiores de 4,8 x 3,4 metros. Sus muros están construidos de hormigón de cal y no conserva restos de la bóveda que lo cubría. Lo encontramos con algo de agua en su interior.
El castillo de La Peza, por su situación geográfica, ha constituido a lo largo de la historia un punto estratégico de gran importancia, ya que cubre el paso entre la Hoya de Guadix y la Vega de Granada. En él pernoctó J. Münzer médico e historiador alemán a finales del siglo XV.
Tras comer plácidamente en una preciosa pradera del castillo con unas vistas y acústica maravillosas, continuamos con el descenso pasando por un tradicional lavadero restaurado de la Calle Horno, antes de llegar a la Plaza Oficios donde se halla una Fuente y una escultura homenaje a los afamados encierros de toros de la localidad junto a la Plaza del Ayuntamiento.
Seguiremos dirigiéndonos a la Iglesia de la Anunciación. En la esquina superior de la fachada de la Iglesia se ve una columna que según Luis José García Pulido (2008), podría ser resto de un miliario de la calzada romana a su paso por el lugar.
Junto a la Iglesia encontramos La Fuente de Los Cañillos. Detrás de ellos se encuentra la casa del Pañero, que en la actualidad está abandonada. Se cuenta como anécdota, que hay gente que no suele beber de uno de sus caños porque este hombre tenía la costumbre de limpiar su dentadura en ese caño. La fuente sirve para las personas y para las bestias, ya que por detrás tiene un abrebadero. En la actualidad es normal encontrar a la gente llenando botellas y garrafas de agua de estos ya que la prefieren a las de las casas.
Para algunos, el origen se remonta a los romanos, pero no es cierto. Esta fuente (no la construcción actual) se remonta al tiempo en que La Peza era morisca. En la Iglesia, que está justo al lado, se encontraron unos baños. Es de suponer que el manantial que se utilizaba para uno y otro es el mismo.
Unos metros más y llegamos al punto de inicio y final de esta bonita ruta.
Waypoints
Intersection
3,315 ft
Desvío Izquierda hasta pista asfaltada
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
La ruta está muy chula y es fácil de seguir.
Gracias VARAPERC por tu valoración y comentario