SENDA del AGUA. Sierra Espuña. 4-11-21

Sierra Espuña es una referencia para el senderismo, no solo para la zona levantina española sino también, y cada vez en mayor medida, para el senderismo internacional. Valor en alza. Entre todos debemos cuidar este tesoro.
En esta ocasión hemos escogido la bonita ruta de la Senda del Agua.
Se inicia y termina en el denominado Paraje Carmona, con unos pequeños enclaves residenciales y una naturaleza bien aprovechada. En un cartel (que necesita una pronta regeneración) podemos enterarnos en que consiste tal Sendero. Hay unas pequeñas señales que indican la dirección pero que el tiempo y las "adversidades" casi las han borrado.
Cuando llegamos al punto de encuentro de la ida y vuelta de la ruta circular descubrimos una senda digna de las mejores excursiones senderistas. Por ella seguimos hasta el encuentro del Caño Espuña: Un vertiginoso chorro de agua que cae desde gran altura y atraviesa la senda por la que veníamos. La senda sigue su plácido discurrir pero es totalmente aconsejable subir por el margen del chorro vertical (la pendiente es algo dura pero corta y sobre todo compensable). Llegamos a la gran balsa que alimenta el Caño y que a estas alturas de la sierra produce un gran asombro por su confección y su tamaño.
En este punto merece la pena sentarse unos minutos y contemplar algunas obras del hombre como ésta que para nada estropean la naturaleza que las rodea.
La senda se torna casi horizontal y discurre por el margen del canalillo que conduce el agua. Preciosa senda. Amable. Agradable.
Llegamos a un acueducto de varios ojos de noble factura. El paisaje se hace espectacular.
Después de este punto nuestra ruta cambia de dirección para bajar al bello Valle del Guadalentín por un collado denominado del Paleto. No hay señalización pero el giro es evidente.
Por esta senda, amplia, con grandes curvas, vamos bajando con tranquilidad, disfrutando de la gran masa forestal que desde el principio de la ruta nos ha acompañado. Hay que prestar atención a algunos pequeños cruces (los hemos especificado todos en nuestros waypoints). Nos encontramos la conducción enterrada del canal del Taibilla que pasamos en varias ocasiones, siempre siguiendo los criterios, como no podía ser de otra manera, de respeto a nuestro entorno y a la propiedad privada.
Los barrancos por donde discurre la senda de bajada son frondosos y sinuosos. Desembocamos finalmente en una gran pista cuidada que nos lleva al punto de partida.
A destacar que la mayor parte de la senda es muy técnica, magnificamente desarrollada para su uso y se nota la mano de profesionales en su ejecución.