Senda del Escomite, Las Morcillas, Los Carrascos - Sierra de los Filabres
near Los Sapos, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Fecha de realización: 03/12/17
Ruta-pre invernal por la Sierra de los Filabres, en el entorno del Barranco de las Morcillas, entre los 1420 y los 1790 msnm, en un final de otoño en el que la sequía que arrastramos se está haciendo notar por estas latitudes. El pinar será el arbolado predominante, estando el mismo bastante afectado nuevamente, en apariencia por la procesionaria y la sequía. La vegetación propia de ribera, como son los álamos, serán frecuentes en el cauce del barranco si bien los mismos ya han perdido sus hojas casi en su totalidad en estos últimos días del otoño, y es que si bien este año nuestra intención era visitar este bonito barranco en la plenitud del otoño para disfrutar de sus colores, al final por unos motivos u otros se nos ha echado el tiempo encima y hemos llegado tarde. Por el contrario, sí que hemos podido apreciar los restos de la primera y tímida nevada de la temporada en Filabres que tuvo lugar pocos días atrás.
Comentar, que para hacer esta ruta hemos seguido el track subido por Libertad González, (de quien también he cogido algunos topónimos que desconocía) a quién le mando las gracias desde aquí.
Comenzamos la marcha junto al aprisco del Conde, al que se llega en coche desde el collado del Conde por pista en buen estado en unos 2 kms. Con el termómetro a -8 grados a las 8:45 de la mañana, seguimos la misma pista por la que hemos venido en coche. Desde aquí apreciaremos magníficas vistas de Calar Alto - con una fina capa de nieve que se aprecia sobre todo en los cortafuegos y zonas sin cubierta arbórea - y del barranco de las Morcillas a sus pies. Vamos entrando en calor por esta pista con un pequeño desnivel negativo y a los 2 kms. abandonamos la pista para empezar caminar por un cortafuegos con una suave pendiente positiva. Justo al principio nos asomamos al barranco y disfrutamos de unas estupendas vistas.
Seguimos ganando altura poco a poco por el cortafuegos hasta llegar con nula dificultad a la cima del cerro del Escomite, a 1778 msnm, para lo que habremos de desviarnos unos metros por un pequeño cortafuegos que se extiende unos metros al sur desde el cortafuegos principal que veníamos siguiendo. Constituye el Escomite un estupendo mirador natural de toda la ladera que desciende desde Calar alto hasta el cauce del barranco, con sus antiguas cortijadas abandonadas como el cortijo del Pollo del Lino o Los Borregos.
Volvemos al cortafuegos anterior para iniciar ya el descenso por el mismo con una pendiente más acusada que la subida anterior. Transcurridos unos 3,2 kms desde que comenzamos el cortafuegos y pocos metros antes de iniciar el camino por senda, encontramos el que se está conociendo como “pino dormido”, un ejemplar de pinus pinaster ya de cierta talla, que destaca por estar buena parte del mismo tumbado, si bien yo diría que más que dormido, está levantándose, puesto que su copa apunta directamente hacia el cielo.
A pocos metros a la izquierda encontramos la senda que se ha dado a conocer como senda del Escomite, por circundar la ladera sur del cerro del mismo nombre. Apuntar que si bien, el sendero en muchos tramos está claro y es intuitivo seguirlo, en otros es muy recomendable seguir un track por gps ya que la senda se pierde desdibujada por la erosión y el paso del tiempo, así como por la acción humana. Incluso siguiendo el gps hubo ciertos momentos en que bien porque la señal del mismo no era de buena calidad, bien por estar difusa la senda tuvimos dudas y abandonamos el trazado por lo que hubimos de buscar la senda principal haciendo pequeñas trepadas hasta dar con la misma. En cualquier caso, es un disfrute seguir este camino que habrá sido tan usado en el siglo pasado cuando esta sierra estaba llena de vida.
Tras caminar al principio entre pinares y cruzarnos con un nutrido grupo de ciervos, las vistas al barranco de la Golapra serán cada vez mayores. El primer cortijo en ruinas que encontramos aparece en mapas con el nombre de Golapra, como el barranco, cosa que desconozco si es cierta. Entre el mismo y la encina también marcada en un waypoint como encina de las Elenas (desconozco el origen del nombre) seguiremos caminando por esta senda tratando de seguirla sin perdernos en todo momento, lo que requerirá más de un momento de dudas. Tras un requiebro nos encontramos con la encina mencionada, con un porte considerable y desde la que ya nos encontraremos con vistas del barranco de las Morcillas y a poco más de un kilómetro, la primera de las cortijadas que se conocen con el mismo nombre del barranco. Este tramo ya es mucho más claro. Una vez llegamos a la primeras cortijadas caminamos entre las mismas, algunas todavía en condiciones aceptables, con tejado incluso, otras con un estado bastante deteriorado. Veremos restos de hornos de leña, múltiples eras, antiguas chimeneas… no es difícil dejar volar la imaginación e intentar hacerse una idea de cómo sería la vida aquí. Por suerte cada vez podemos encontrar más testimonios o artículos que lo relatan, que juegan contra el paso del tiempo y el olvido.
Seguiremos nuestro camino e iremos entrelazando una cortijada con otra, si bien tendremos la tentación de bajar al cauce del río (con el mismo nombre del barranco) desde la primera de la cortijadas ya que el sonido del mismo nos atrae desde que empezamos a descender por el barranco. No obstante dejaremos el tramo del río para el final tras haber caminado junto a la mayoría de los cortijos. Una vez en el mismo podemos contemplar que lleva un caudal considerable para estas latitudes.
Seguimos caminando junto al arroyo de las Morcillas, cruzamos las aguas de otro discreto barranco a la altura de un antiguo molino, que desciende desde la Fuentecilla, en las proximidades de la cortijada de Los Carrascos. Nada más cruzarlo, buscamos la senda que nos conduzca hasta esta misma cortijada. No hay una camino claro, si trazas de senda, pero zigzagueando y con paciencia se llega tras una empinada subida hasta la misma cortijada.
Los Carrascos es una de las aldeas que más encanto tiene de toda la sierra, por su localización oteando el horizonte, por sus calles y por sus discretas pero vistosas viviendas. Cada vez que voy la encuentro un poco más derruida, cosa que parece irreversible, no obstante siempre es emocionante caminar por allí.
Desde su era buscamos el camino más corto hasta el coche, caminando campo a través cuando es necesario, pasando entre álamos, zarzales, terrazas de cultivo y algún barranco menor.
Una ruta muy recomendable, que recorre alguno de los lugares más bellos de esta sierra. No obstante nos emplazamos a volver a realizarla en una primavera húmeda, puesto que la sensación ha sido un poco agridulce por la sequedad del terreno por la persistente sequía, también apreciable especialmente en el pinar de repoblación cuyo estado vuelve a ser poco esperanzador.
Ruta-pre invernal por la Sierra de los Filabres, en el entorno del Barranco de las Morcillas, entre los 1420 y los 1790 msnm, en un final de otoño en el que la sequía que arrastramos se está haciendo notar por estas latitudes. El pinar será el arbolado predominante, estando el mismo bastante afectado nuevamente, en apariencia por la procesionaria y la sequía. La vegetación propia de ribera, como son los álamos, serán frecuentes en el cauce del barranco si bien los mismos ya han perdido sus hojas casi en su totalidad en estos últimos días del otoño, y es que si bien este año nuestra intención era visitar este bonito barranco en la plenitud del otoño para disfrutar de sus colores, al final por unos motivos u otros se nos ha echado el tiempo encima y hemos llegado tarde. Por el contrario, sí que hemos podido apreciar los restos de la primera y tímida nevada de la temporada en Filabres que tuvo lugar pocos días atrás.
Comentar, que para hacer esta ruta hemos seguido el track subido por Libertad González, (de quien también he cogido algunos topónimos que desconocía) a quién le mando las gracias desde aquí.
Comenzamos la marcha junto al aprisco del Conde, al que se llega en coche desde el collado del Conde por pista en buen estado en unos 2 kms. Con el termómetro a -8 grados a las 8:45 de la mañana, seguimos la misma pista por la que hemos venido en coche. Desde aquí apreciaremos magníficas vistas de Calar Alto - con una fina capa de nieve que se aprecia sobre todo en los cortafuegos y zonas sin cubierta arbórea - y del barranco de las Morcillas a sus pies. Vamos entrando en calor por esta pista con un pequeño desnivel negativo y a los 2 kms. abandonamos la pista para empezar caminar por un cortafuegos con una suave pendiente positiva. Justo al principio nos asomamos al barranco y disfrutamos de unas estupendas vistas.
Seguimos ganando altura poco a poco por el cortafuegos hasta llegar con nula dificultad a la cima del cerro del Escomite, a 1778 msnm, para lo que habremos de desviarnos unos metros por un pequeño cortafuegos que se extiende unos metros al sur desde el cortafuegos principal que veníamos siguiendo. Constituye el Escomite un estupendo mirador natural de toda la ladera que desciende desde Calar alto hasta el cauce del barranco, con sus antiguas cortijadas abandonadas como el cortijo del Pollo del Lino o Los Borregos.
Volvemos al cortafuegos anterior para iniciar ya el descenso por el mismo con una pendiente más acusada que la subida anterior. Transcurridos unos 3,2 kms desde que comenzamos el cortafuegos y pocos metros antes de iniciar el camino por senda, encontramos el que se está conociendo como “pino dormido”, un ejemplar de pinus pinaster ya de cierta talla, que destaca por estar buena parte del mismo tumbado, si bien yo diría que más que dormido, está levantándose, puesto que su copa apunta directamente hacia el cielo.
A pocos metros a la izquierda encontramos la senda que se ha dado a conocer como senda del Escomite, por circundar la ladera sur del cerro del mismo nombre. Apuntar que si bien, el sendero en muchos tramos está claro y es intuitivo seguirlo, en otros es muy recomendable seguir un track por gps ya que la senda se pierde desdibujada por la erosión y el paso del tiempo, así como por la acción humana. Incluso siguiendo el gps hubo ciertos momentos en que bien porque la señal del mismo no era de buena calidad, bien por estar difusa la senda tuvimos dudas y abandonamos el trazado por lo que hubimos de buscar la senda principal haciendo pequeñas trepadas hasta dar con la misma. En cualquier caso, es un disfrute seguir este camino que habrá sido tan usado en el siglo pasado cuando esta sierra estaba llena de vida.
Tras caminar al principio entre pinares y cruzarnos con un nutrido grupo de ciervos, las vistas al barranco de la Golapra serán cada vez mayores. El primer cortijo en ruinas que encontramos aparece en mapas con el nombre de Golapra, como el barranco, cosa que desconozco si es cierta. Entre el mismo y la encina también marcada en un waypoint como encina de las Elenas (desconozco el origen del nombre) seguiremos caminando por esta senda tratando de seguirla sin perdernos en todo momento, lo que requerirá más de un momento de dudas. Tras un requiebro nos encontramos con la encina mencionada, con un porte considerable y desde la que ya nos encontraremos con vistas del barranco de las Morcillas y a poco más de un kilómetro, la primera de las cortijadas que se conocen con el mismo nombre del barranco. Este tramo ya es mucho más claro. Una vez llegamos a la primeras cortijadas caminamos entre las mismas, algunas todavía en condiciones aceptables, con tejado incluso, otras con un estado bastante deteriorado. Veremos restos de hornos de leña, múltiples eras, antiguas chimeneas… no es difícil dejar volar la imaginación e intentar hacerse una idea de cómo sería la vida aquí. Por suerte cada vez podemos encontrar más testimonios o artículos que lo relatan, que juegan contra el paso del tiempo y el olvido.
Seguiremos nuestro camino e iremos entrelazando una cortijada con otra, si bien tendremos la tentación de bajar al cauce del río (con el mismo nombre del barranco) desde la primera de la cortijadas ya que el sonido del mismo nos atrae desde que empezamos a descender por el barranco. No obstante dejaremos el tramo del río para el final tras haber caminado junto a la mayoría de los cortijos. Una vez en el mismo podemos contemplar que lleva un caudal considerable para estas latitudes.
Seguimos caminando junto al arroyo de las Morcillas, cruzamos las aguas de otro discreto barranco a la altura de un antiguo molino, que desciende desde la Fuentecilla, en las proximidades de la cortijada de Los Carrascos. Nada más cruzarlo, buscamos la senda que nos conduzca hasta esta misma cortijada. No hay una camino claro, si trazas de senda, pero zigzagueando y con paciencia se llega tras una empinada subida hasta la misma cortijada.
Los Carrascos es una de las aldeas que más encanto tiene de toda la sierra, por su localización oteando el horizonte, por sus calles y por sus discretas pero vistosas viviendas. Cada vez que voy la encuentro un poco más derruida, cosa que parece irreversible, no obstante siempre es emocionante caminar por allí.
Desde su era buscamos el camino más corto hasta el coche, caminando campo a través cuando es necesario, pasando entre álamos, zarzales, terrazas de cultivo y algún barranco menor.
Una ruta muy recomendable, que recorre alguno de los lugares más bellos de esta sierra. No obstante nos emplazamos a volver a realizarla en una primavera húmeda, puesto que la sensación ha sido un poco agridulce por la sequedad del terreno por la persistente sequía, también apreciable especialmente en el pinar de repoblación cuyo estado vuelve a ser poco esperanzador.
Waypoints
Risk
5,170 ft
Bajada al cauce del barranco (resbaladiza)
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Es una pena que un sendero con un entorno tan interesante y bonito se encuentre en un estado tan abandonado.
La vegetación hace perder el sendero en la mayor parte de su recorrido, y hace que tengas que dedicar toda la atención al track en vez de poder disfrutar del entorno.
Gracias por compartir, y un saludo.
Hola, totalmente de acuerdo. Si este sendero se pusiera en valor y se restaura, ganaría mucho el disfrute del mismo porque es verdad que has de ir atento todo el tiempo al track. Pero se trata de una antiguo camino que utilizaban los serranos y nunca se hizo con fines lúdicos, por eso cuando los pobaldos de la sierra se abandonaron, lo antiguos caminos también. En cualquier caso es un gustazo poder caminar por el y esperemos que en un futuro se acondicione. Saludos y gracias.