Senda del Oro

Ruta que empieza en San Antolín (Ibias) y que recorre antiguas explotaciones mineras auríferas romanas.
Al llegar a San Antolín hemos de buscar su ayuntamiento y la iglesia que se encuentra a su lado. Justo al lado de la iglesia hay una calle que hemos de coger y en el primer cruce girar a la izquierda para descender al río. Cruzar un puente y allí al lado de una palloza restaurada empieza la ruta.
La ruta remonta la orilla derecha del río Ibias, primero en ascenso por la zona de la Viña de El Trigal, y luego remontando la senda paralela al río tras descender por unas escaleras rústicas que ayudan a salvar el desnivel y un puente de madera.
Alcanzado el caserío de la Pena'l Corvo continua por un buen camino hasta un cruce que por la derecha nos llevará en dirección a Cercos.
En Cercos se pueden ver desde viejos ejemplos de arquitectura rural, junto a nuevos elementos arquitectónicos como es el hotel, donde hay una exposición sobre el patrimonio de Ibias y la minería romana.
Regresamos al cruce anterior y ahora vamos a remontar el camino entre castaños y algún pino hasta el pueblo de Villamayor. Allí caminamos entre sus casas, de gruesos muros de mampostería de pizarra, que nos dirigen a un antiguo camino que comunicaba Villamayor con San Antolín. Más adelante llegaremos a una señal que nos indica un camino que aunque está un poco abandonado y parece que no es por allí, si que es la ruta correcta. El camino es el del margen derecho el que esta pegado al muro. Comenzamos a bajar, primero de forma suave, con buenas vistas sobre el valle y los desmontes auríferos romanos, hasta llegar a un lugar donde podemos ver un cortín (estructura de piedra de forma circular en el interior de la qual se colocaban colmenas para evitar la visita de los osos). Si en la bajada nos desviamos un poco podemos visitar el cortín y acceder también a un mirador sobre el valle.
Volvemos al cruce anterior para en una rápida y pronunciada bajada aprovechando un antiguo canal romano para hacer los desmontes de las minas de oro llegamos al punto de partida.