Senda/desfiladero de los Arrudos, desde Caleao 17-01-2019 (IBP = 60 HKG)

Paseo de ida y vuelta lineal por el Parque Natural de Redes. En concreto la ruta discurre por la Senda de los Arrudos partiendo desde Caleao, pasando por el desfiladero del mismo nombre, llegando hasta la fuente La Fontona y alcanzando el punto en el que sale la desviación hacia la Mayá El Acebal y el Pico Torres (punto kilométrico 7, aprox., de la ruta PR-AS 61 que llega hasta el lago Ubales). Participamos en la ruta siete miembros del grupo "colgao del monte" incluido nuestro guía/jefe.

La previsión meteorológica daba lluvia y frío. Sin embargo, durante el tiempo que duró la excursión no llovió, aunque permaneció nublado. Al llegar al punto intermedio de la ruta (cota de 1.126 msnm), cayó una nevada copiosa, durante unos breves minutos, que tuvo su encanto. El grado de dificultad técnica de la ruta es de FÁCIL. Gran parte de la ruta se hace por senda amplia y cementada y una larga zona del desfiladero se hace sobre peldaños naturales de piedra que son fáciles de superar, máxime si el correspondiente esfuerzo se toma con calma. En caso de lluvia o suelo mojado, hay que transitar la zona del desfiladero con más de precaución tanto en el trayecto de subida como, sobre todo, en el de bajada.

La ruta se inicia desde una zona ancha del camino, que permite el aparcamiento, próxima a la Ermita de San Antonio. Se llega a ella, cogiendo un desvío a mano izquierda antes de subir al pueblo de Caleao. La ruta está señalizada con postes indicadores y no tiene ninguna pérdida. A pesar de ser época invernal, apenas hay charcos ni zonas de barro en el camino y, como ya indiqué anteriormente, buena parte de la ruta (especialmente el primer tramo) se hace por senda cementada. Durante gran parte del recorrido, la senda va paralela y cercana al arroyo de los Arrudos, lo que facilita la observación de pequeñas cascadas y el paso por varios puentes, algunos sobre el camino y otros salvando tramos que atraviesan de un lado al otro el lecho del arroyo y del propio desfiladero. Tanto antes de la entrada a la zona del desfiladero como a su salida, se disfruta de unas vistas preciosas de los montes que lo flanquean, con los árboles de las zonas altas cubiertos de nieve, en esta época del año.

El desfiladero de los Arrudos debe su nombre a un utensilio tradicional formado por una vara de acebo de unos 2.5 metros de altura en la que se colocaban varias estacas cruzadas a modo de peldaños para facilitar la subida en los puntos más difíciles del recorrido.

Superada la zona del desfiladero, la senda discurre tranquilamente por una ladera y termina por alcanzar el lugar donde se sitúa la fuente La Fontona, desde donde parte una traída de agua a Gijón. Siguiendo adelante, la ruta se adentra en una zona de bosque abierto, a través de la cual pudimos pisar algo de nieve y disfrutar de unos minutos de nevada intensa que resultaron agradables. Al iniciar la vuelta, quizás favorecido por el hecho de que iniciábamos la bajada y por el consiguiente descenso de la cota de altura, la nieve dejó de caer.

Si se observa atentamente el track de la ruta en el tramo próximo al final de misma, se puede observar que el trazado de llegada se desvía del de ida, y sin embargo, el camino usado es el mismo. Se trata de un tramo de ruta que discurre por una zona abierta, sin problemas para la recepción de la señal de GPS, así que no entiendo que ha podido pasar para que tenga lugar esa discrepancia en el trazado...

Una vez llegados al punto de partida, decidimos caminar hasta el núcleo de Caleao para intentar comer en una posada. Es en ese trayecto donde nos llovió, con el agravante de que la posada estaba cerrada. Así que, deshicimos el camino, cogimos los coches y nos dirigimos hacia La Encrucijada, punto en el que la carretera que viene desde Coballes se bifurca para ir a Caleao o a La Infiesta y La Felguerina. En ese punto, en el restaurante "La Encruceyada", paramos para comer y reponer fuerzas.

En resumen, ruta preciosa y muy sencilla de caminar, recomendable en cualquier ocasión del año siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean razonables.