Senda do Faxeiral

Este sábado estuvimos en Busmayor, localidad perteneciente al municipio de Barjas en León, cerca de la frontera con Galicia.
Llevamos tiempo con ganas de conocer el Hayedo de Busmayor, uno de los mejor conservados de Europa, gracias a lo recóndito del valle y a la conservación de las gentes que lo habitan, hacen del hayedo un lugar de cuento.
Comenzamos dejando el coche en el aparcamiento de la Cantina de Busmayor y caminamos en dirección al comienzo de la senda do Faxeiral. Esta senda sirve como toma de contacto con el hayedo, es fácil poco más de 6 km y 380 metros de desnivel. A partir de ella se pueden hacer diferentes combinaciones ampliándola hasta los 27 km, como he visto en la web Wikiloc y subir a 1600 metros. Como era nuestro primera visita e íbamos con la intención de hacer muchas fotos, disfrutar del paisaje y comer en la cantina, nos decidimos por ella.
La senda haciéndola en el sentido de las agujas del reloj comienza en pendiente y en el primer km hay tal cantidad de cascadas que los amantes de la fotografía tienen para echar el día entero en ese km. De hecho María se me quedaba allí ejjejejjeje, la verdad que es una pasada ese primer km. A continuación seguimos subiendo y por un momento desaparecen a la vista los riachuelos, no al oído adentrándonos más en el hayedo. Ahora en Otoño esta espectacular, con esos tonos ocres, amarillos y marrones que lo inundan todo. Ya de por si los hayedos no dejan crecer el sotobosque debido a su frondosidad, así que el suelo se convierte en un manto de hojas, dando la impresión de un sitio encantado. Continuamos la senda para ascender, ahora por una pista más ancha hacia el punto más alto de la ruta, dónde paramos a tomar algo de media mañana y a admirar el valle desde la altura. Se puede seguir subiendo, pero nosotros decidimos seguir nuestro plan continuando por la senda marcada. Ahora en el descenso volvemos a encontranos con dos cascadas igual de bonitas que las anteriores. Paradas ineludibles para hacer más fotos y seguimos descendiendo por el sendero hasta llegar al fondo del valle. Comentar que esta primera parte transcurre por la cara sur del valle, por lo tanto el sol apenas llega tapado por la altura de la montaña que bordea el valle por el sur. Bordeando el valle ahora sí accedemos a su cara norte, la cual recibe el sol y comienza sobrarnos la ropa a pesar de que estabamos entre 1 y cinco grados, algo más al mediodía, al sol se estaba bien pero a la sombra hacía mucho frío, encontramos hielo en los charcos que estaban a la sombra. La ruta finaliza en bajada, nos lo tomamos con calma, ya sabéis que sufren más las rodillas bajando que subiendo y la cuesta es larga y empinada. Seguimos disfrutando de las vistas del hayedo mientras bajamos y de varios merenderos al borde del camino.
Finalizamos la ruta dónde habíamos comenzado, en el aparcamiento de la Cantina, habíamos llamado el día anterior para reservar, el bar es pequeño pero acogedor y la pareja que lo lleva muy agradable. Comimos fuera el menú del día; 4 primeros y cuatro segundos a elegir más bebida, postre y café por 12,50€ abundante y muy rico. Otro punto a favor es que tenían estrella de Galicia, para mí es importante jejjejejjejejje. También nos llevamos un tarro de miel de la zona, de castaño, brezo y algo más me comentó la chica, no me acuerdo, multifloral como se suelen llamar. En sitios así suelo aprovechar y más después de ver el programa de Agrosesfera sobre la cantidad de miel china que nos venden con etiqueta española por qué contiene una mínima cantidad de esta...buscarlo en su web.
Con esto finalizamos un día genial en una zona a la que le teníamos muchas ganas. Sólo ha sido el comienzo, nos queda mucho que explorar por aquí y en diferentes épocas del año. Incluso se puede hacer con niños, si están acostumbrados a andar claro, nosotros no llevamos a Martín por los comentarios que leímos sobre el frío, el desnivel, etc en alguna web. Pero la verdad que Martín con 7 años podría hacerla sin problema,eso sí, a ritmo de niños, pero así también disfrutas la ruta el doble enseñando a amar la naturaleza y a disfrutar de ella.