Senda Verde de Delika.

La Senda verde de Délika, por el cañon, a los pies del Salto del Nervión, es un recorrido circular que si se hace completo es de algo más de 9 km.
El desfiladero termina en un circo de paredes verticales de roca caliza donde cae el Salto del Nervión, espectacular en época de lluvias o deshielo, hoy seco, aún así precioso el paisaje.
La ruta comienza en un pequeño parking a la entrada de Délika, un pequeño pueblo del Valle de Arrestaria, allí hay un panel explicativo de las características de la senda.
El recorrido está bien señalizado con postes, carteles, y puntos azules.
Atravesamos todo el pueblo de Délika, al final, pasamos por debajo de un viaducto, y enseguida entramos por la puerta de una valla, a través de la cual accedemos a una pista forestal, por la que llegamos a un bonito mirador, desde el que se ven varios saltos de agua con sus pozas naturales. Estamos en diciembre y llevamos un tiempo sin lluvia, así que el río baja con poca agua.
Seguimos el camino en dirección al fondo del cañón de Délika, que ya vamos divisando sus paredes verticales, y que finaliza embutido entre las paredes rocosas de la Sierra de Gibijo a la izquierda, Monte Santiago y Sierra Salvada, de frente y derecha.
Llegamos a un cruce y nos dirigimos a su izquierda, atravesando el bonito puente de Zalborondo, por el sendero de la derecha, volveremos.
El puente de Zalborondo lo construyeron los vecinos de Délika para llevar el ganado a los prados de la Sierra de Gibijo.
Seguimos las señales, bordeando las laderas de la sierra, hasta llegar a un desvío señalizado a la derecha, luego haremos por él el camino de vuelta, (en realidad la Senda Verde acaba aquí, habría que iniciar el regreso por la derecha), ahora seguimos adelante para llegar al río que viene casi seco y nos permite seguir hasta la base del Salto del Nervión, (esta parte ya no está señalizada).
El cauce del río se va encajonando entre las paredes de roca y van apareciendo varios arroyos que bajan por la ladera, vamos por el cañón del Nervión.
A menudo tenemos que pasar el río a uno y a otro lado, por grandes piedras, por supuesto no hay ningún puente, así que en primavera, con el deshielo , y en época de grandes lluvias y crecidas, no se podrá vadear el río, salvo arremangados y con calzado de agua adecuado, osea que habrá que mojarse. Tiene que ser espectacular.
El paisaje a pesar de la sequía, es una maravilla.
Llegamos al final del circo rocoso, dónde nos encontramos unas enormes rocas que ocupan el cauce del río. Desde allí contemplamos las paredes verticales, y en lo alto, el mirador del Salto del Nervión, y el lugar de donde surge el espectacular Salto del Nervión, que hoy nos hemos tenido que imaginar. Salto que descuelga desde más de 200 m por el circo rocoso del cañón de Délika.
Tras la vista de tamaña maravilla, regresamos sobre nuestros pasos por el lecho del río y el sendero señalizado.
Llegamos al desvío aludido anteriormente, y volvemos por la otra orilla respecto del camino de ida.
En época de grandes lluvias, crecidas, o deshielo, es aconsejable volver por el camino de ida, pues hay que cruzar el cauce por lo menos un par de veces.
Continuamos la Senda Verde, atravesando un bosque de hayas y robles, a la derecha tenemos ahora la sierra de Gibijo. Llegamos de nuevo al cruce donde está el puente de Zalborondo, y seguimos hasta el mirador, podríamos haber seguido por el camino de ida, pero por cambiar hemos pasado a la otra orilla. No lo aconsejo pues tiene un tramo, aunque no muy grande, que es un barrizal de estiércol, nada agradable, aún así hemos seguido por allí. Llegamos a una puerta, la atravesamos y ya la pista está limpia.
Enseguida un paso a nivel sin barreras, con semáforo, lo pasamos, y ya no tenemos más que seguir el camino que nos lleva de nuevo a Délika, atravesamos el pueblo y llegamos al parking, principio y fin de esta bonita ruta.