SENDERO CHARCO DEL ACEBRÓN, PARQUE NACIONAL DE DOÑANA.
near Cortijo de la Cañada, Andalucía (España)
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Itinerary description
Entramos por el Centro de visitantes de la Rocina y seguimos 7 kilómetros hasta llegar al Palacio del Acebrón, dejamos el vehículo en el parking . El recorrido comienza muy cerca del centro de visitantes Palacio del Acebrón. Es éste un lugar apacible y sosegado localizado en el centro de la zona de protección del arroyo de la Rocina. Una frondosa vegetación enmarca su cauce que, a esta altura, se remansa en una pequeña laguna localmente conocida como Charco del Acebrón. Con una longitud aproximada de 1,5 km,
el recorrido se adentra en el territorio protegido por escenarios que a veces resultan sorprendentes. Podremos disfrutar del bosque ribera, a veces salpicado por la sauceda, el pinar de pino piñonero y el alcornocal.Iniciando el sendero hacia la izquierda nos adentramos en el bosque de ribera, una extraordinaria formación vegetal que, en otras épocas más húmedas, formaba selvas extensas y enmarañadas que crecían cubiertas de lianas y enredaderas y donde hoy sobreviven auténticas reliquias botánicas. Durante la primavera y el verano el bosque se presenta en todo su esplendor. Tras la floración, que se produce entre diciembre y abril, las nuevas hojas forman un dosel verde que cierra el espacio, creando un ambiente umbroso y fresco.
A continuación, y ocupando casi la totalidad del cauce aparecen sauces, localmente llamados zaos, y sanguinos, especie endémica de Andalucía occidental representante de
una flora del terciario que sobrevive en estas zonas frescas y húmedas. Junto a ellos, diversas especies trepadoras como madreselva, parra silvestre o zarzaparrilla forman una compacta masa vegetal donde se ocultan infinidad de pequeñas aves.
Cerca del agua, grandes fresnos flanquean nuestro caminar por la primera de las pasarelas. Ocupan suelos oscuros que raramente se inundan pero que siempre permanecen frescos. Dejamos atrás la pasarela y nos adentramos en el pinar de pino piñonero. Un terreno más seco y elevado que estuvo ocupado hace décadas
por plantaciones de eucaliptos. Hoy, tras la eliminación de las especies exóticas, se ha
recuperado la vegetación autóctona y diversas especies leñosas como espino, romero,
lentisco, jaguarzo, jaguarzo morisco, aulaga o torvisco forman el sotobosque del pinar y
continúan colonizando el territorio. El sendero se adentra de nuevo en el bosque
de ribera para sortear el arroyo. Antes de abandonar esta segunda pasarela, podremos observar, bajo los sauces, interesantes especies de helechos como el real. Tras ellos,
aparece el alcornocal. Centenarios árboles de gran porte extienden sus ramas por un espacio umbrío y exuberante. Mezclados entre los alcornoques pueden observarse
extraordinarios ejemplares de madroños y otras especies de matorral noble como labiérnagos y mirtos. Bajo los árboles se extiende un denso tapiz de helecho común que aumenta el frescor y la espesura de la zona. Aquí el suelo es oscuro y rico y acumula
abundante materia orgánica. En estas áreas más húmedas y resguardadas se forman turberas, biotopos valiosos y extremadamente frágiles que albergan a comunidades vegetales muy raras caracterizadas por la presencia de brezo ciliado, tojo enano y numerosas especies herbáceas de ambientes húmedos. En el último tramo del sendero, varios afluentes del arroyo nos mostrarán especies como la cárice, enea y masiega, entre otras. Los álamos blancos nos acompañarán hasta finalizar el recorrido en el mismo punto que lo iniciamos .
Las actividades de aventura implican muchos riesgos, peligros y amenazas. Éstos incluyen, aunque sin limitarse a: desplazamientos en terrenos peligrosos, montañosos en los que la caída de árboles, ramas, raíces, piedras, rocas, u otros obstáculos o riesgos, las pendientes inclinadas o los terrenos inestables, pueden provocar caídas; desplazamiento sobre nieve, hielo, corrientes, arroyos, ríos, estanques y lagos, así como atravesar estos lugares o pasar junto a ellos; encuentros con animales domésticos, incluyendo perros, y animales salvajes. Distintos problemas de salud relacionados con la excesiva exposición al sol, las picaduras de insectos, la fatiga, la tensión, la deshidratación, los esfuerzos excesivos, la alta altitud y la falta de buen estado físico. Por lo que no me hago responsable de que otras personas puedan usar esta aplicación con la información exclusivamente personal de mis rutas, ya que me meto por sitios que pueden resultar peligrosos o impracticables.
el recorrido se adentra en el territorio protegido por escenarios que a veces resultan sorprendentes. Podremos disfrutar del bosque ribera, a veces salpicado por la sauceda, el pinar de pino piñonero y el alcornocal.Iniciando el sendero hacia la izquierda nos adentramos en el bosque de ribera, una extraordinaria formación vegetal que, en otras épocas más húmedas, formaba selvas extensas y enmarañadas que crecían cubiertas de lianas y enredaderas y donde hoy sobreviven auténticas reliquias botánicas. Durante la primavera y el verano el bosque se presenta en todo su esplendor. Tras la floración, que se produce entre diciembre y abril, las nuevas hojas forman un dosel verde que cierra el espacio, creando un ambiente umbroso y fresco.
A continuación, y ocupando casi la totalidad del cauce aparecen sauces, localmente llamados zaos, y sanguinos, especie endémica de Andalucía occidental representante de
una flora del terciario que sobrevive en estas zonas frescas y húmedas. Junto a ellos, diversas especies trepadoras como madreselva, parra silvestre o zarzaparrilla forman una compacta masa vegetal donde se ocultan infinidad de pequeñas aves.
Cerca del agua, grandes fresnos flanquean nuestro caminar por la primera de las pasarelas. Ocupan suelos oscuros que raramente se inundan pero que siempre permanecen frescos. Dejamos atrás la pasarela y nos adentramos en el pinar de pino piñonero. Un terreno más seco y elevado que estuvo ocupado hace décadas
por plantaciones de eucaliptos. Hoy, tras la eliminación de las especies exóticas, se ha
recuperado la vegetación autóctona y diversas especies leñosas como espino, romero,
lentisco, jaguarzo, jaguarzo morisco, aulaga o torvisco forman el sotobosque del pinar y
continúan colonizando el territorio. El sendero se adentra de nuevo en el bosque
de ribera para sortear el arroyo. Antes de abandonar esta segunda pasarela, podremos observar, bajo los sauces, interesantes especies de helechos como el real. Tras ellos,
aparece el alcornocal. Centenarios árboles de gran porte extienden sus ramas por un espacio umbrío y exuberante. Mezclados entre los alcornoques pueden observarse
extraordinarios ejemplares de madroños y otras especies de matorral noble como labiérnagos y mirtos. Bajo los árboles se extiende un denso tapiz de helecho común que aumenta el frescor y la espesura de la zona. Aquí el suelo es oscuro y rico y acumula
abundante materia orgánica. En estas áreas más húmedas y resguardadas se forman turberas, biotopos valiosos y extremadamente frágiles que albergan a comunidades vegetales muy raras caracterizadas por la presencia de brezo ciliado, tojo enano y numerosas especies herbáceas de ambientes húmedos. En el último tramo del sendero, varios afluentes del arroyo nos mostrarán especies como la cárice, enea y masiega, entre otras. Los álamos blancos nos acompañarán hasta finalizar el recorrido en el mismo punto que lo iniciamos .
Las actividades de aventura implican muchos riesgos, peligros y amenazas. Éstos incluyen, aunque sin limitarse a: desplazamientos en terrenos peligrosos, montañosos en los que la caída de árboles, ramas, raíces, piedras, rocas, u otros obstáculos o riesgos, las pendientes inclinadas o los terrenos inestables, pueden provocar caídas; desplazamiento sobre nieve, hielo, corrientes, arroyos, ríos, estanques y lagos, así como atravesar estos lugares o pasar junto a ellos; encuentros con animales domésticos, incluyendo perros, y animales salvajes. Distintos problemas de salud relacionados con la excesiva exposición al sol, las picaduras de insectos, la fatiga, la tensión, la deshidratación, los esfuerzos excesivos, la alta altitud y la falta de buen estado físico. Por lo que no me hago responsable de que otras personas puedan usar esta aplicación con la información exclusivamente personal de mis rutas, ya que me meto por sitios que pueden resultar peligrosos o impracticables.
Waypoints
Waypoint
33 ft
Pasarela en mal estado.
Waypoint
34 ft
Mirador
Waypoint
36 ft
Mirador
Waypoint
55 ft
Palacio
Waypoint
47 ft
Merendero.
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