SENDERO DE LA GARGANTA VERDE (P.N. SIERRA DE GRAZALEMA)

PARA LA REALIZACION DE ESTE SENDERO SE NECESITA AUTORIZACION POR PARTE DEL PARQUE NATURAL.
Iniciamos esta ruta desde la carretera que une el Puerto de las Palomas con Zahara de la Sierra, 5 km antes de llegar a esta localidad donde encontraremos un lugar habilitado para estacionar los vehículos y desde donde se inicia el sendero que llaneando nos conduce hacia el desfiladero en dirección N y que está perfectamente marcado. La vegetación que nos acompaña está formada por lentiscos, adelfas, encinas, quejigos y laureles.
Al poco del inicio hay una desviación a la izquierda que nos lleva al Mirador del Río Bocaleones, verdadero escultor de esta maravilla natural. Son escasamente 100 ms. de recorrido y merece la pena hacerlo porque te da una perspectiva espectacular de la Garganta. Una vez contempladas esta maravillosa panorámica, deshacemos esos 100 m y volvemos al sendero original que continua ascendiendo un poco.
A unos 700 m del Mirador comienza la bajada al río, prácticamente tallada en la roca, en algunos tramos muy vertical y en algunas zonas no exentas de peligro si no extremamos la precaución. A lo largo del camino podemos contemplar la colonia de buitres leonados que sobrevuelan majestuosamente sobre nosotros, algunos de ellos muy cerca de nuestro sendero, que pasa en algún momento justo por debajo de sus lugares de nidificación, que por cierto, la de la Garganta Verde es una de las mayores colonias de cría de toda la Península Ibérica y de toda Europa. Es sobrecogedor ver a estos buitres sobrevolar sobre y bajo nosotros o posados en los farallones rocosos que nos rodean, como saboreando la carnaza que tienen en frente de ellos. En frente y al otro lado de la garganta llama la atención la tupida masa forestal que cubre completamente el Barranco del Arroyo de los Volcanes con toda la gama imaginable de verdes.
Al llegar al cauce fluvial del Río Bocaleones, repleto de grandes cantos rocosos, avanzamos en sentido descendente por donde el río nos permita en función del cauce que lleve hasta llegar a La Ermita, gran cueva que presenta el desfiladero en su margen izquierdo con el techo cuajado de estalactitas de tonalidades rosadas y verdosas. Su nombre se debe por recordar su cúpula a la de un edificio religioso. Sin duda, nos encontramos en uno de los lugares más mágicos de todo el Parque Natural de Grazalema, un enclave que irradia energía telúrica y cuyo silencio y soledad tan imponentes solo se ve alterado por las gotas que caen desde el techo o los graznidos de las chorvas piquirrojas.
Aquí finaliza el sendero, a partir de aquí el cañón se estrecha muchísimo y no continuaremos más debido a su peligrosidad ya que debido a los sucesivos saltos de agua que hay a continuación se precisaría de material de escalada así como neoprenos para progresar por él. Estamos en uno de los primeros lugares de España donde se practicó el descenso de cañones.
Ya solo nos queda volver sobre nuestros pasos y emprender la dura subida por escalones en la roca por la que hemos bajado y retornar a nuestros vehículos