Sendero de la Huerta de Murcia Noreste PR MU 114 (Ruta de la Acequias Murcia)
near Monteagudo, Murcia (España)
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Itinerary description
La Huerta de Murcia nació de manos del pueblo árabe en la confluencia de los ríos Segura y Guadalentín. Los musulmanes supieron extraer las aguas del Segura y distribuirlas por la huerta. Para ello crearon un complejo sistema hidrológico, predecesor del actual sistema de regadíos, a partir de la presa de la Contraparada. Este sistema sería el punto de partida de un sabio aprovechamiento que hace que las aguas se introduzcan en la vega. En la huerta, las aguas se distribuían a través de acequias, permitiendo el cultivo de frutales, cítricos y hortalizas. Las acequias mayores que discurren por ambas riberas del Segura son la Alquibla y la Aljufía.
En el siglo XVI los moriscos granadinos introdujeron la morera en la Huerta de Murcia. Este árbol era usado en la construcción de barracas, en el mobiliario, y como alimento para el gusano de seda. La morera se convirtió en la gran fuente de riqueza de Murcia hasta bien entrado el siglo XIX. Los huertanos emplearon este producto como complemento para su economía y supieron armonizar su producción con la del cultivo de hortalizas y cereales. Pero, poco a poco, la morera sería desplazada por un cultivo apenas valorado hasta entonces: el naranjo. La Huerta de Murcia se extiende por la Vega Media del Segura, a lo largo de la llanura fluvial surcada por este río y su afluente el Guadalentín, popularmente conocido a su paso por Murcia como El Reguerón. La huerta murciana se encuentra flanqueada por dos alineaciones montañosas que bordean paralelamente la llanura en la que se asienta. La más próxima al mar se compone de las sierras de Carrascoy, Puerto de la Cadena, Cresta del Gallo y Miravete, elevaciones de mayor porte y altura que los cabezos de Espinardo, Torres, Monteagudo, Esparragal y las Peñicas, que componen las alineaciones interiores y que sobresalen entre el mar de verdor huertano. La Huerta de Murcia está compuesta por los municipios de Murcia, Beniel, Santomera y Alcantarilla, desde la Contraparada hasta el Mojón del Reino, limítrofe con Alicante. Su extensión admitida alcanza los 23 kilómetros de largo por unos 10 de ancho.
Las arterias se llaman acequias, brazales y regaderas; las venas, azarbetas, meranchos y azarbes. Las acequias mayores, las menores, las hijuelas, los brazales y las regaderas conforman las arterias acuáticas que dan vida a la huerta murciana. Canalizan las conocidas aguas vivas. Pero el sistema no sería perfecto de no existir otros cauces de retorno que permitan eliminar los excedentes, sanear la tierra y evitar los temibles encharcamientos y las enfermedades que provocan.
La red de venas huertanas comienza en útiles cauces denominados escorredores, que reciben el agua de las filtraciones o avenamiento, que por este término se le conoce. Las aguas pasarán entonces a las azarbetas, un tanto más grandes que aquellos, y a otros denominados azarbes, landronas o meranchos, cuya función es encauzar los sobrantes del riego hacia otras zonas de la huerta y a Orihuela.
En los márgenes de las acequias mejor conservadas crecen de manera natural álamos, sauces, saúcos, fresnos y olmos además de cañas, juncos o cola de caballo. Cerca de las casas y en los linderos de los bancales que se mantienen de modo tradicional encontramos granados, perales, moreras, higueras, nispereros, incluso nogales, llamados nogueras en la Huerta. Así mismo, existen otras variedades tradicionales de frutales, algunas de ellas en peligro de desaparecer, como son el nispolero, el pero nano o la naranja sanguina. Y, como puedes comprobar mirando al horizonte, destaca la palmera datilera, toda una seña de identidad del paisaje huertano.
Se inauguró el domingo 3 de Marzo del 2019. El sendero permite conocer el trazado de acequias y azarbes, así como elementos patrimoniales y ambientales asociados a nuestro singular entorno.
Transita por las localidades de Casillas, Monteagudo, La Cueva, El Esparragal, Orilla del Azarbe, Cabecicos, Santa Cruz y Llano de Brujas, siempre por las inmediaciones y evitando en lo posible los núcleos urbanos. A lo largo de ella se disfruta de inmejorables vistas sobre los paisajes huertanos y aprovechando la información de los numerosos carteles, pueden aprenderse muchos detalles sobre el complejo sistema de riego ancestral y en general sobre este hábitat tan peculiar.
El PR-MU 114 apenas tiene desnivel y su longitud es de poco más de 15 km. A diferencia de lo que se suele entender por un PR senderista, este recorrido es casi todo por asfalto.
El itinerario está bastante bien señalizado con flechas, carteles y pegatinas en las farolas con la señal de PR.
Hay que prestar atención en todo momento al tráfico, aunque éste sólo es denso en momentos muy puntuales y muy bien avisados con cartel.
Comenzamos al lado de la Iglesia de Monteagudo donde hay un pequeño parking y es punto de partida de tres rutas, la de hoy Sendero de la Huerta de Murcia Noreste PR MU 114, también podemos hacer el Sendero de los Castillos de Monteagudo PR- MU 37 y el Sendero de la Huerta de Monteagudo SL-MU 21.
Salimos de Monteagudo por la derecha en el Carril Luciano, más adelanta no vamos hacia la izquierda por el Carril Campillo hasta llegar al Azarbon , aquí a este azarbe lo llaman así. Azarbe (del árabe sarab, a través de la forma hispánica assarb)1 es la acequia que transporta las aguas sobrantes del regadío. Es un elemento tradicional de la huerta. Tras los riegos, las aguas sobrantes, bien directamente o bien por filtración son canalizadas en este tipo de construcción para evitar encharcamientos, así como para facilitar su reutilización. Las canalizaciones más pequeñas que aportan agua a los azarbes son conocidas como azarbetas.
Llegamos al partidor de la Cueva: el partidor de la cueva es el comienzo de dos acequias. En la Huerta, a las aguas que sirven para regar, las que circulan por las acequias, se les llama aguas vivas y a las que se recogen tras el riego, las de los azarbes, aguas muertas. Pues bien, aquí se da uno de los casos en los que las aguas muertas se convierten en aguas vivas ya que el Azarbe de Monteagudo se “parte” en dos acequias, la del Brazal Alto de la Cueva, a la izquierda y la del Brazal Bajo, a la derecha. Los tablachos que se ven sirven para repartir el agua por ambas acequias según sea la tanda, de no contar con estos tablachos, toda el agua correría hacia el Brazal Bajo por gravedad.
Llegamos a otro lugar curioso: la Fuente de San José, este tranquilo lugar fue antiguamente un enclave de algarabía donde se congregaban vecinos de todas las edades pero, sobre todo, las mujeres. La razón: un manantial. Una fuente con abundante agua limpia y fresca. Aquí acudían gentes de La Cueva y de la vecina pedanía de Las Lumbreras a por el agua fresca y limpia que brotaba de esta fuente. Cuentan que su caudal era tal que se llenaba un botijo ¡en tres segundos! un lugar donde lavar ropa y conversar, cuando más ajetreo se generaba era al hacer la colada. Como puedes observar, existen dos lavaderos. En uno lavaban las mujeres de Las Lumbreras y en el otro las de La Cueva por una razón de comodidad: al llegar cargadas con el lebrillo, la cesta, la ropa sucia y el jabón, deseosas de dejar su carga, se instalaban en el lavadero que más próximo quedaba en su camino. Entre ellas se ayudaban a escurrir las sábanas enrollándolas de lado a lado del lavadero. Traían también cuerdas que ataban a los árboles para tender la ropa lavada. Y mientras tanto, sus hijos correteaban alrededor de ellas en busca de ranas y cangrejos, además de la faena, compartían momentos de bromas, canciones e intimidad en una época en la que las mujeres no contaban con muchos lugares para la diversión.
De allí nos dirigimos al Cruce de la Landrona de San José con el Merancho del Norte, se construyó a finales del siglo XVI y permitió desaguar estas tierras que estaban empantanadas y poder cultivar en ellas, luego a finales de los 80 del siglo pasado se consiguió bajar el nivel freático dando paso al cultivo de cítricos y hortalizas que antes no se podía porque se inundaban todos los años y solo había moreras y membrillos que sus raíces toleraban el encharcamiento.
Llegamos a la Acequia de Pitarque, desgraciadamente en el año 2015, parte de este cauce de riego tradicional fue entubado con la consiguiente destrucción de su hábitat natural.
Nuestra siguiente parada es el Azarbe Mayor, el gran colector de la huerta: Varios los azarbes se juntan en un Azarbe Mayor: el Azarbe Mayor del Norte, a este lado del río y en el otro, el Azarbe de Beniel, que continúa hacia tierras de Orihuela. El Azarbe Mayor comienza a unos 4 Km, en el Molino de Batan, ubicado en el Camino Viejo de Monteagudo, en Zarandona, la anchura debe ser de 20 palmos (20,08 cm el palmo), la misma medida que las acequias Mayores (la Aljufia y la Alquibla).
Seguimos por Marancho Gilico por el Camino de Cabecicos hacia la Acequía de Raal Nuevo, esta acequia toma el agua del Azarbe Mayor y tras regar numerosos bancales en más de seis kilómetros de recorrido la vierte a otra azarbe: el Merancho de los Giles.
Pasamos por Ermita de San Félix de Cantalicio, patrón de Cabecicos que pertenece a Llano de Brujas. Volvemos hacia atrás y por la Vereda Riquelme nos dirigimos al Azarbe del Meranchín donde las aguas que circulan por este merancho provienen del final de la acequia Aljada, que más adelante veremos, y de diferentes landronas que recogen el agua de los bancales de la zona.
Pasamos por la Acequia Aljada (aquí parte una variante de la ruta que acorta, no la cogemos), Brazal del Agujero cruce Landrona de Casanova llegamos a la Vereda de San Antón por el carril Serafines, para llegar a la depuradora Rincón del Gallego (EDAR), entronque de las Acequias de San Antón versus Acequía Benetucer con la Acequia Santa Cruz. Por cerca de Lllano de Brujas, nos dirigimos hacia la Acequia Aljada y por el Carril Pérez de Casillas hacia Casillas, allí por la iglesia de Casillas.
Terminamos por el final de la Acequia Casteliche, acequía menor deriva de la Acequía Mayor Aljufia y la vierte en el Azarbe Mayor muy cerca de aquí. En ella se da unos de los casos en los que de la acequía surge una hijuela: una acequía de menor tamaño que nace de ella, discurre de manera paralela regando otras tierras y devuelve el agua sobrante a la misma acequia (a hijuela de esta acequía es la de Benipotrox que circula por Zarandona) y fín de ruta.
Glosario:
Aceña, Ceña, Ceña de pié: Procedente del vocablo árabe Saniya, designa los ingenios que permitían extraer agua de un pozo y elevarla al exterior mediante la fuerza de un animal.
Acequia (saqiya árabe): Cauce de agua derivado de un río, fundamentalmente con destino a riego o a usos industriales.
Acequia mayor: Acequia que toma el agua directamente del río.
Acequia menor: Acequia que toma el agua de una de las acequias mayores.
Acequiaje: Tributo que pagan los regantes para hacer frente a la conservación de acequias.
Acequiero: Persona que rige el uso de las acequias.
Acuífero: Masa de agua subterránea que llena los huecos de las rocas, a través de las que circula lentamente.
Agua de gracia: Riego extraordinario de unos terrenos. Podía darse en terrenos sin regadío habitual o bien en períodos de especial sequía, para paliar sus efectos.
Aguaducho: Crecida del río.
Aguas muertas: Aguas procedentes del avenamiento de las tierras, recogidas a través de escorredores, azarbetas y azarbes hasta ser conducidas nuevamente al río, de donde procedían.
Aguas vivas: Aguas destinadas a riego, procedentes del río, a través de una red de acequias.
Aguateniente: Dueño de los derechos de aguas.
Álabe: Tablas de madera encargadas de recibir la corriente de agua en un molino y mover el engranaje del mismo.
Albollón: Conducto de aguas residuales y de lluvia hacia las acequias y el río.
Alcalde de aguas: En Lorca y Caravaca, concejal que resolvía en las cuestiones de riego.
Alhatara: Primitivo método de elevación de agua que se realizaba con una pértiga colocada sobre una horquilla que tenía atada una vasija en su extremo, que había que hacerla descender al pozo o caudal de agua al que se quería acceder.
Aljibe: Depósito para almacenar agua de lluvia destinada posteriormente al consumo humano o animal.
Alporchón: Denominación que recibía en Lorca el acto diario de subasta de aguas.
Arcaduz: Cangilón.
Atajar: Cortar el curso de las aguas en un cauce de riego.
Atochada: Entramado de esparto para recubrir las paredes de las acequias y boqueras.
Avenamiento: Evacuación de las aguas sobrantes de un terreno por medio de un sistema de canales que desembocan en otros paulatinamente más grandes hasta llegar nuevamente al río de donde salieron.
Azacaya: Canal derivado de una noria. Se utilizaba como fuente pública.
Azarbe : (Llamado también landrona o merancho) Cauce de avenamiento que reúne las aguas de varias azarbetas.
Azarbeta: Cauce de avenamiento que recibe las aguas sobrantes de tres o más regantes.
Azud: Presa efectuada en un río para tomar agua de ella mediante acequias. Bancal: Trozo de terreno dedicado a un cultivo.
Batán: Los batanes, o molinos traperos eran los utilizados para acondicionar telas y paños.
Boquera (riego de boquera): Canal realizado por el hombre para aprovechar las aguas pluviales para riego.
Brazal: Canal procedente de una acequia para distribuir sus aguas entre los regantes.
Brenca: Estribo en el que se sujeta y por el que sube y baja el tablacho de una acequia.
Caballón: Sobreelevación de tierra en un terreno para retener más agua en caso de lluvia abundante. Facilita la circulación y evacuación de las aguas pluviales.
Cabeza de cauce: Extremo de un cauce que recoge las aguas para riego.
Cangilón: Cada uno de los recipientes encargados de recoger agua en una noria.
Ceñil: Artilugio para elevar agua que era movido con los pies por uno o más hombres.
Cola: Extremo de un cauce por donde circula el agua sobrante de los riegos.
Cola de agua: La que queda en el cauce tras concluirse el riego.
Contraparada: Dispositivo practicado en los azudes que permite devolver al río el agua derivada de él cuando no es necesaria.
Epigeas (aguas): Aguas superficiales.
Escorredor o escurridor: El más pequeño y primario de los cauces de avenamiento. Recibe las aguas sobrantes de uno o dos regantes.
Escorrentía: Agua de lluvia que circula libremente por un terreno.
Freático: El manto o capa freática es la capa de agua subterránea formada por la infiltración de las precipitaciones que alimenta pozos y manantiales.
Heredamiento: Conjunto de tierras o parcelas regadas por un cauce.
Hila o hijuela: Porción de agua destinada al riego.
Hipogeas (aguas): Aguas subterráneas.
Jaricar: Operación de reunir varias hilas en las subastas de agua para conseguir componer riega y conducir el agua comprada a la distancia necesaria.
Lumbrera: Respiradero practicado en el trayecto de un qanat por el que entraba la luz, permitiendo, al mismo tiempo, el paso de los agricultores para efectuar labores de mantenimiento.
Manantial: Afloramiento en superficie de un manto acuífero subterráneo.
Molino: Maquina para moler, cuya muela y mecanismo es habitualmente movido por agua o viento.
Monda: Operación de limpieza de la red de riego.
Mota: Orilla de tierra elevada en los márgenes de un río o acequia.
Noria (ñora): Artefacto para elevar agua movido por la propia corriente del cauce en que se halla. Esta era recogida por unas vasijas o arcaduces que depositaban el líquido en una zona más elevada del terreno.
Noria de sangre (aceña): Artefacto para elevar agua compuesto por una rueda vertical encargada de sacar agua y otra horizontal, sobre la que iba enganchado uno o dos animales de tiro.
Parada: Represa realizada de forma permanente o transitoria para cambiar la dirección de una corriente.
Partidor: Consistía en un cubo elevado a mayor altura que las muelas. El agua de la acequia se conducía hasta una altura de entre 5 y 10 metros y, cuando se precipitaba, ejercía suficiente presión como para mover el mecanismo.
Qanat: Galería subterránea que recogía las aguas de lluvia con destino al riego o para el consumo de la población.
Quijero: Lado del cauce de una acequia o azarbe.
Rafa: Elevación temporal de las aguas de una acequias para posibilitar el riego de unos terrenos más altos.
Regadera: Último y menor de los cauces de aguas vivas. Toma el agua de un brazal y lo distribuye directamente a las parcelas.
Reguerón: Canal de grandes proporciones para conducir las aguas de lluvia para riego o para evitar desbordamientos en caso de precipitaciones intensas.
Rueda: Noria
Sangrador: Abertura en un caballón para permitir el paso de las aguas de un terraza a otra.
Sobreacequiero: Funcionario encargado de dirimir los conflictos relacionados con el riego.
Sobreacequiero: Guarda de una de las acequias mayores.
Solera: Fondo del cauce de una acequia o azarbe.
Tabla: Crédito otorgado por el ayuntamiento a los huertanos para obras y reconstrucción en la red de riegos. Funcionó en la Edad Media y la Moderna.
Tablacho: Compuerta con que se cierra un cauce para cortar su corriente.
Tajamar: De un partidor: obra curva o angular que corta y reparte la corriente.
Tanda: Turno de riego.
Tarquín: Légamo que depositan en los terrenos que inundan las avenidas de un río. Resulta muy beneficioso para los cultivos.
Terraza: Escalón de terreno construido en las laderas de las montañas con la finalidad de aprovechar el suelo para el cultivo.
Toma: Abertura practicada en un cauce de riego para recoger parte de las aguas que discurren por él.
Trenque: Defensa que se realiza en una muralla para desviar la corriente de un río.
Turbias (Riego de turbias): Riego con aguas de avenida.
Waypoints
Parking
Desde aquí salen tres ruta la de hoy Sendero de la Huerta de Murcia Noroeste PR MU 114, también podemos hacer el Sendero de los Castillos de Monteagudo PR- MU 37 y el Sendero de la Huerta de Monteagudo SL-MU 21
Izquierda Azarbón
Azarbon, aquí a este azarbe lo llaman así, Un azarbe (del árabe sarab, a través de la forma hispánica assarb) es la acequia que transporta las aguas sobrantes del regadío. Es un elemento tradicional de la huerta. Tras los riegos, las aguas sobrantes, bien directamente o bien por filtración son canalizadas en este tipo de construcción para evitar encharcamientos o inundaciones, así como para facilitar su reutilización. Las canalizaciones más pequeñas que aportan agua a los azarbes son conocidas como azarbetas. Las arterias se llaman acequias, brazales y regaderas; las venas, azarbetas, meranchos y azarbes
Izquierda y derecha Partidor de la Cueva
El partidor de la cueva: comienzo de dos acequias. En la Huerta, a las aguas que sirven para regar, las que circulan por las acequias, se les llama aguas vivas y a las que se recogen tras el riego, las de los azarbes, aguas muertas.Pues bien, aquí se da uno de los casos en los que las aguas muertas se convierten en aguas vivas ya que el Azarbe de Monteagudo se “parte” en dos acequias, la del Brazal Alto de la Cueva, a la izquierda y la del Brazal Bajo, a la derecha. Los tablachos que se ven sirven para repartir el agua por ambas acequias según sea la tanda: de lunes a jueves hasta las 14h. para el Brazal Alto y de jueves hasta el domingo para el Brazal Bajo. De no contar con estos tablachos, toda el agua correría hacia el Brazal Bajo por gravedad. El procurador del Azarbón y de estas dos acequias cuida que los cauces y sus tablachos funcionen correctamente y de que se monde cuando corresponda.
Izquierda y poco después derecha
Fuente y Lavadero San Jose e izquierda
La Fuente de San José, este tranquilo lugar fue antiguamente un enclave de algarabía donde se congregaban vecinos de todas las edades pero, sobre todo, las mujeres. La razón: un manantial. Una fuente con abundante agua limpia y fresca. Aquí acudían gentes de La Cueva y de la vecina pedanía de Las Lumbreras a por el agua fresca y limpia que brotaba de esta fuente. Cuentan que su caudal era tal que se llenaba un botijo ¡en tres segundos! un lugar donde lavar ropa y conversar, cuando más ajetreo se generaba era al hacer la colada. Como puedes observar, existen dos lavaderos. En uno lavaban las mujeres de Las Lumbreras y en el otro las de La Cueva por una razón de comodidad: al llegar cargadas con el lebrillo, la cesta, la ropa sucia y el jabón, deseosas de dejar su carga, se instalaban en el lavadero que más próximo quedaba en su camino. Entre ellas se ayudaban a escurrir las sábanas enrollándolas de lado a lado del lavadero. Traían también cuerdas que ataban a los árboles para tender la ropa lavada. Y mientras tanto, sus hijos correteaban alrededor de ellas en busca de ranas y cangrejos, además de la faena, compartían momentos de bromas, canciones e intimidad en una época en la que las mujeres no contaban con muchos lugares para la diversión.
Derecha por la Landrona de San José
Si bien las acequias se ramifican y disminuyen de tamaño hasta llevar el agua a los bancales, los azarbes se unen y aumentan de tamaño conforme se alejan de las tierras regadas. Así, los escorredores, pequeños cauces situados junto a los bancales, recogen el agua de avenamiento, la que se filtra por la tierra tras el riego, descargándolos de su excesiva humedad. Varios escorredores se van agrupando y forman las azarbetas, y éstas a su vez forman las landronas, los azarbes o meranchos. Por último, varios los azarbes se juntan en un Azarbe Mayor: el Azarbe Mayor del Norte, a este lado del río y en el otro, el Azarbe de Beniel, que continúa hacia tierras de Orihuela.
Azarbe del Merancho del Norte
El Merancho del Norte se construyó a finales del siglo XVI y permitió desaguar estas tierras que estaban empantanadas y poder cultivar en ellas, luego a finales de los 80 del siglo pasado se consiguió bajar el nivel freático dando paso al cultivo de cítricos y hortalizas que antes no se podía porque se inundaban todos los años y solo había moreras y membrillos que sus raíces toleraban el encharcamiento
Acequia de Pitarque
Desgraciadamente en el año 2015, parte de este cauce de riego tradicional fue entubado con la consiguiente destrucción de su hábitat natural
Azarbe Mayor izquierda
Azarbe Mayor, el gran colector de la huerta: Varios los azarbes se juntan en un Azarbe Mayor: el Azarbe Mayor del Norte, a este lado del río y en el otro, el Azarbe de Beniel, que continúa hacia tierras de Orihuela. El Azarbe Mayor comienza a unos 4 Km, en el Molino de Batan, ubicado en el Camino Viejo de Monteagudo, en Zarandona, la anchura debe ser de 20 palmos (20,08 cm), la misma medida que las acequias Mayores (la Aljufia y la Alquibla). Varios azarbes se juntan en un Azarbe Mayor: el Azarbe Mayor del Norte, a este lado del río y en el otro, el Azarbe de Beniel, que continúa hacia tierras de Orihuela. Los azarbes recogen el agua sobrante del riego y los avenamientos y la conducen, aguas abajo, para regar otros bancales o bien devolverla al río. Además actúan como sistema de drenaje en caso de inundaciones.
Acequia Raal Nuevo en Camino de Cabecicos
Seguimos por Marancho Gilico por el Camino de Cabecicos hacia la Acequía de Raal Nuevo, esta acequia toma el agua del Azarbe Mayor y tras regar numerosos bancales en más de seis kilómetros de recorrido la vierte a otra azarbe: el Merancho de los Giles
Ermita de San Felix de Cantalicio
Ermita de San Felix de Cantalicio Patron de Cabecicos que pertenece a Llano de Brujas
Azarbe de Meranchín
Azarbe del Meranchín, las aguas que circulan por este merancho provienen del final de la acequia Aljada, que más adelante verás, y de diferentes landronas que recogen el agua de los bancales de la zona. La Huerta, además de ser un sistema agrario muy productivo, cuenta con diversos valores naturales. Este es un buen lugar para conocer algunos de ellos. Numerosos árboles asociados a la vida en la Huerta, además de las hortalizas cultivadas, en la Huerta están presentes otras muchas especies vegetales. Así, en los márgenes de las acequias mejor conservadas crecen de manera natural álamos, sauces, saúcos, fresnos y olmos además de cañas, juncos o cola de caballo. Cerca de las casas y en los linderos de los bancales que se mantienen de modo tradicional encontramos granados, perales, moreras, higueras, nispereros, incluso nogales, llamados nogueras en la Huerta. Así mismo, existen otras variedades tradicionales de frutales, algunas de ellas en peligro de desaparecer, como son el nispolero, el pero nano o la naranja sanguina. Y, como puedes comprobar mirando al horizonte, destaca la palmera datilera, toda una seña de identidad del paisaje huertano.
Ermita de San Antón
Se encuentra ubicada en la margen izquierda del río Segura, en el Rincón de San Antón, perteneciente a la Pedanía de Llano de Brujas. Dispone de una hermosa torre campanario y en el atrio un coro elevado sobre el crucero de su estructura.
Izquierda depuradora Rincón del Gallego, entronque de las Acequias de San Antón versus Benetucer con la Acequia Santa Cruz
Aqui llegamos al entronque de las Acequias de San Antón que se continua Benetucer con la Acequia Santa Cruz
Cruce Acequia Casteliche y Pozuelos
Aquí llegamos al final de la Acequia Casteliche, acequía menor deriva de la Acequía Mayor Aljufia y la vierte en el Azarbe Mayor muy cerca de aquí. En ella se da unos de los casos en los que de la acequía surge una hijuela: una acequía de menor tamaño que nace de ella, discurre de manera paralela regando otras tierras y devuelve el agua sobrante a la misma acequía. La hijuela de esta acequía es la de Benipotrox que circula por Zarandona
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Easy to follow
Scenery
Easy
Bonita y cultural ruta por la huerta norte de Murcia. Idónea por su extensa información para comprender el sistema de regadío de la misma. !Muy recomendable!.
Recomendable paseo por nuestra huerta
Muy bonita ruta con una excelente descripción y señalización
Muchas gracias por la mención. Entre las explicaciones sobre la marcha y vuestra crónica, nadie puede salir sin haberse empapado un poco de esta parte -importantísima- de nuestra historia viva.
Saludicos.
Gracias a ti también, tus relatos están bien escritos y son amenos. Yo creo que aquí me pasé bastante, pero no se obliga a nadie a leer hasta el final. Un saludo.
Querido Franzapa, aquí existen dos escritos diferenciados: una primera parte poco informativa y algo lírica del que suscribe, y una segunda extensa e intensa de Paco “necesaria” para (quien la lea hasta el final) entienda y conozca los entresijos de nuestra Huerta.
Saludos fenómeno.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Buena ruta para ir en familia pocos vehículos
Francisco Gonzalez gracias por la valoración.