Sendero de las “milcurvas”-Senda de Fuente Alta-Sendero del Abuznel-Caño de las “milcurvas”. Anthercas

Partimos 19 Andarin@s Caminando por La Vida, del aparcamiento en la carretera de Fuente Alta (Alhama-Collado bermejo) junto al canal del trasvase Tajo-Segura; en dirección a la Hidroeléctrica Carmona, nos desviamos por el primer puente; una vereda por la izquierda es la que deberíamos haber tomado en vez de seguir recto; rectificado el cambio de rumbo, salimos a la carretera de Fuente Alta; tras 570 m, ascendemos por amplio sendero empedrado; seguimos la pista que, pasando por las ruinas de la Casa Forestal del Paleto, nos lleva por un cortafuegos y bosque de coníferas, a sortear la Rambla de Moriana y seguir en ascenso por el sendero de las “milcurvas”.

Vemos las ruinas de la Casa de Fuente Alta enfrente y a nuestra misma altura, se halla situada en un gran saliente rocoso entre un ramblizo y la Rambla de Azaraque, obligándonos a seguir subiendo dar un rodeo por la Senda de Fuente Alta; alcanzamos las ruinas del cortijo, acompañados de algunos viejos olivos, tomamos el mantente con vistas de Carracoy y el Valle del Guadalentín; sin viento, calentados al sol y envueltos en el bello paisaje circundante, disfrutamos de un ratico de relax y de reflexión sobre el modo de vida de los pobladores que habitaron este grandioso paraje.

La vivienda de Fuente Alta, nos habla de un modo de vida marcado por la austeridad, economía de subsistencia y autoconsumo. Posiblemente fue una de las muchas casas de pastores, jornaleros o labradores que no necesitaban más que una planta y si disponían, como este caso, de una pequeña porción de tierra, precisaban de una parte alta (sala) donde almacenar y ventilar el grano, guardan la chacina de la matanza (por San Andrés) y otros productos que se recolectan o elaboran. Con la creación del parque natural, se pusieron muchas restricciones para los usos agrícolas y ganaderos del suelo; la segunda mitad del siglo XX se caracterizó por una vuelta a las ciudades y el abandono de los campos.
Reanudamos la marcha bordeando la zona abancalada en subida hacia el sendero, enlazamos con él en una zona muy bella de frondosa vegetación donde nace Fuente Alta y se entuba, aunque una pequeña parte del escaso caudal, desciende libre por zona selvática hacia la Rambla del Azaraque.

La senda de Fuente Alta, a partir de un cruce con otra en mejor estado, se va estabilizando, y cuando llegamos al inicio de una pista en el collado (687 m), la soltamos por la izquierda, descendiendo por el Sendero del Abuznel; en una de sus cerradas curvas; asesorados por Juan Antonio Larios, seguiremos rectos en claro ascenso por una trocha que, al poco, inicia un vertiginoso descenso al Caño de conducción de las “milcurvas” con tubería de goma hasta “balsa del Chocolate”, a veces la muerden los jabalíes, para aprovecharse de un agua que escasea en esta Sierra Espuña.

Transitamos por el paso de servidumbre del caño, hasta entroncar con el sendero de las “milcurvas” justo en el tramo de mampostería en seco, construido antaño mediante la colocación manual de la piedra, sin ningún tipo de mortero que la cohesione, con la necesaria experiencia y destreza, para arrancar el muro, seleccionar cada piedra, acoplar sus caras, trabarlas o colocar los ripios.

Lo seguimos al canal del trasvase Tajo-Segura, caminamos por el margen sin asfalto hasta los vehículos. Rematamos la faena masticando el triunfo en la Venta Don Jamón; a los postres, reparto de camisetas personalizadas, chulísimas, con el distintivo de la efigie icónica, representativa de nuestro grupo Andarines Caminando por La Vida, gracias a la labor de nuestro compañero Manuel Moreno, al que damos las gracias por lo guap@s que estamos embutid@s en ellas.

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