Sendero del Encinar del Mazo(PRC-BU-197)

El sendero discurre por dos ambientes y paisajes bien diferentes. En la primera parte discurre por el valle del río Odra, entre fértiles fincas de cultivo y algunas con frutales, siguiendo el curso de sus aguas; posteriormente el relieve cambia, se vuelve más abrupto y montañoso y las encinas y carrascas sustituyen a los cereales y cultivos de secano.

ITINERARIO

Un pequeño parque infantil bajo una fresca chopera a orillas del río Odra constituye el comienzo de la ruta.
Tomando rumbo este, el sendero cruza el río Odra y gira a la izquierda. Durante los primeros pasos del recorrido el camino avanza paralelo al río Odra y la alineación de vegetación de ribera que crece en sus orillas.
Se suceden los cruces pero en ningún momento se abandona el camino de mayor entidad. Con el río y su bosque de ribera a un lado y las fincas de cultivo al otro, el sendero continúa en dirección a un pinar de repoblación.
Llegados a la base del pinar el camino comienza un pequeño y tendido ascenso hasta desembocar en una semiparamera, donde las encinas, espliegos y aulagas se convierten en nuevos compañeros de viaje.
La ruta desemboca en una bifurcación situada en un terreno donde encinas y pinos aislados salpican una zona cubierta de matorral. Tras girar a la derecha el sendero desciende y se interna en el denso encinar del Mazo, que da nombre al recorrido. En esta zona llama la atención el cambio de color de la tierra, que se vuelve rojiza, consecuencia de la elevada proporción de hierro en las arcillas del terreno.
El recorrido continúa bajo la sombra de las carrascas por el conocido Camino del Monte. Tras dejar a un lado varios cruces se desciende por una pequeña linde entre campos de labor hasta llegar al camino carretero que une Rioparaiso y Villabedón.
El paisaje se vuelve ondulado, con numerosos vallejos y pequeños cerros cubiertos de quejidos y pinos negrales. El tramo final con pequeñas subidas y bajadas conduce al senderista al parque infantil donde se inició el recorrido, lugar para tomar un merecido descanso al término de este sendero.