-Sendero del Fresnedoso por Azapiedra.

-A escasos trescientos metros de lo que fue la Carretera que unía Pozoblanco con Belmez, hoy en día convertida en pista y conocida por los lugareños como la "Pista de IRIDA", en el camino conocido y señalizado a su entrada desde la mencionada pista con el nombre de "Azapiedra", en la ubicación: Latitud-38º 18' 35" N. Longuitud-5º 1' 54" W. comenzamos esta ruta.
-Discurre el camino en sus primeros pasos por entre manchas de olivar que se abren hueco entre el espeso monte. El Río Cuzna, que por estos lares no es más que un pequeño arroyuelo lo acompaña en su trayectoria con un bosque en galería donde el álamo, el madroño, la zarza y un sinfín de vegetación lo arropa por momentos.
-Continuamos la marcha siempre en ligera ascensión por el camino de "Los Corzos", ahora ya entre pinares y jaras, donde si es la época, el níscalo aflora entre las hojas aciculares que el pino dejo caer en su día.
- Llegados al punto más alto, siempre inmersos en el pinar, toca descender en busca de la senda del arroyo Fresnedoso. (NOTA: En pleno descenso nos vamos a encontrar un tramo de unos doscientos metros de camino alambrado, tendremos que sortear este tramo por entre la jara). Nos abandona el pino para dar paso a unos viejos olivos tomados por el monte con su sempiterno cortijo resistiendo amargamente el envite del tiempo. Es la antesala de la senda. El lugar como ya he dicho en otras ocasiones es de fábula, no hay prisa, hay que disfrutarlo.
- Recorrida la "vereda", llegamos a lo que en su día fue la "Casa de La Viñuela", donde ya ni su horno se tiene en pie, fruto del devenir del tiempo. Seguimos bajando hasta llegar al Camino Viejo de Espiel a Villanueva. Una vía donde la pizarra aflora a su antojo y que nosotros tomaremos en busca, primero, de las ruinas de la casa del "Águila" y más tarde de nuestros medios de transporte. Una vez más la ruta llega a su fin.