Sendero del río Borosa. Cerrada de Elías (ida por la senda peatonal, vuelta por el sendero). Central eléctrica.

Una muy bonita, y algo exigente, principalmente por su longitud, ruta al lado de un bellísimo sendero, en uno de los parajes más bonitos de la Sierra de Cazorla. Sin duda un clásico del senderismo, de bien ganada y totalmente merecida fama. La grabación es unos 1,6 km más larga de la realidad porque he incluido el acceso al área de aparcamiento desde el Jardín Botánico de la Torre del Vinagre, donde encontramos el inicio del camino que lleva a la Piscifactoria y el Centro de Visitantes desde la carretera A-319.
La ruta grabada comienza en una carretera que sale de la A-319 a la altura del centro de información de la Torre del Vinagre, donde hay un aparcamiento en la orilla del Gualdaquivir. Pensamos en dejar el coche aparcado allí, pero decidimos seguir adelante y volver si no encontrábamos un aparcamiento mejor o estaba lleno el aparcamiento del Borosa. La carretera hace un giro agudo algo más adelante, para cruzar el Guadalquivir y luego sigue por el otro lado del río, cruzando primero el Arroyo de los Yeseros para luego llegar a la Piscifactoría, a cuyo lado están las instalaciones del Parque Natural del Ríoo Borosa y un gran aparcamiento, de pago, pero que todavía tenía bastantes plazas libres (algo no frecuente en fines de semana, cuando la opción de dejar el coche en la Torre del Vinagre puede ser una buena solución).
Estamos en los confines entre los municipios de Santo Tomé y Santiago-Pontones, y el sendero del Río Borosa comienza yendo en busca del río, que cruza por un moderno puente, para de inmediato seguir un prolongado ascenso por la ribera norte del río, una vez entrados en el municipio de La Iruela (por el que sigue todo el recorrido que hemos realizado).
Nos dirigimos primero hacia la Fuente de los Astilleros, mientras el río se encajona progresivamente en un paisaje excepcional, donde las pozas, tablas y rápidos ganan un protagonismo dominante a pesar de la maravilla natural que es la montaña en la que, progresivamente, nos vamos introduciendo. Rodeamos la cabeza de la Sierra de Guadahornillos y la Loma de Carrascalizo para alcanzar la entrada de un barranco lateral, el que, directo hacia el sur en rápido ascenso, forma el Arroyo de las Truchas. Aquí, de nuevo, el río nos ofrece parajes muy bellos (que se suceden a lo largo de todo el trayecto), mientras seguimos avanzando hacia Los Caracolillos, para luego alcanzar el Vado Rosales, donde el Arroyo de la Fuente ofrece sus aguas al Borosa.
Ahí, en el Vado, el amplio camino por el que veniamos nos ofrece un sendero peatonal por nuestra derecha, que atraviesa un puente sobre el Borosa para seguir ascendiendo por el lado sur de su aquí agreste cauce. Estamos en uno de los lugares más bellos del trayecto: la Cerrada de Elías, dominada desde las alturas por el Puntal de la Cerrada, frente al cual el Borosa recibe el Arroyo de la Oradí. Algo más adelante llegaremos a un par de puentes, donde el sendero de la Cerrada se vuelve a unir al Sendero del Borosa., para seguir unidos hacia la Cerrada del Puente de la Piedra.
Continuamos adelante (es imposible darse la vuelta aquí, aunque los km van cayendo, pero es que: ¡Todo es tan bonito!), y así alcanzamos la Huelga del Nidillo, con el frente dominado por el gran circo montañoso del Puntal de las Cabras y El Castellón, a cuyos pies se encuentran la Central Hidroeléctrica del Salto de los Órganos y, algo a la derecha, un poco tapado por la montaña, pero cláramente identificable al avanzar un poco más, la preciosa cascada del Salto de los Órganos.
El camino sigue adelante, hacia los embalses del Salto de los Órganos y Valdeazores, pero ya es algo tarde y hemos cubierto nuestro objetivo, así que nos paramos un rata para las fotos de rigor e iniciamos la vuelta, disfrutando del paisaje. Cuando llegamos a la Cerrada de Elía, decido volver por el camino del Borosa, en lugar de por el sendero peatonal que hemos utilizado antes, pero el resto de la ruta es en ida y vuelta. A buena hora llegamos a la Piscifactoría, donde hay un bar que ayuda a reponerse más rápido, y donde fializa la grabacion.
En conjunto una fantástica y bastante cómoda, aunque por su longitud la consideramos moderada, ruta por uno de los grandes Parques Nacionales, al pie de la Sierra de Cazorla. Tras hacerla comprendemos el por qué del gran número de visitantes que recibe.
Hacer la subida hasta Valdeazores aumenta bastante el nivel de exigencia, pero no parece gran problema si el inicio de la ruta se adelanta lo suficiente, para lo que tal vez lo mejor sea dormir en la Torre del Vinagre o sus cercanías.