SENDERO DEL RÍO SONSAZ - CERRO DEL CAMPO
near Majaelrayo, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
Tiempo en movimiento: 7 h 03.
Aparcamos nuestro vehículo junto a la ancha pista terrosa que une Mayaelrayo y Cantalojas.
Ya a pie discurrimos junto a un arroyo intermitente que desemboca en el Río Sonsaz, que cruzamos para deambular por su margen izquierdo.
A partir de ahora vamos a transitar por un antiguo y delicioso camino de herradura que lleva a una ruinosa y pequeña aldea, camino (hoy estrecha senda) que se va evidenciando progresivamente. En sus últimos kilómetros se nota una limpieza, supongo, realizada por cazadores, pero al principio está algo sucio y, a veces, es difícil de seguir. Hay unos hitos que no aciertan siempre. Se nota que están hechos con buena voluntad, pero no han obtenido un resultado plenamente satisfactorio. Yo los seguí a discreción, dejándome guiar en mayor medida por mi instinto y larga experiencia en seguimiento de caminos en desaparición.
Llegamos a la aldea (donde hay una vivienda restaurada, quizá como refugio de cazadores). A ella también llega un camino más ancho que nos lleva al río, que cruzamos por un puente.
Ahora toca ascender a la sierra, primero por carriles. El último de ellos soterra una conducción de aguas y se extingue junto a una arqueta. Toca atravesar un pequeño canchal y arribar al fin de otro carril superior. Desde ahí hay que alcanzar la cuerda monte traviesa, optando nosotros por arrimarnos al farallón de nuestra derecha y, así, no transitar por algún que otro pequeño peñascal.
Alcanzados un collado y la cuerda de la sierra proseguimos por ella en progresivo ascenso realizando alguna breve y fácil trepada.
Llegamos a las partes más altas visitando, primero, un puntal donde se ubica un vértice geodésico, luego la cumbre con unas espectaculares y próximas vistas al Ocejón y, de postre, otro vértice geodésico. Desde este último se puede descender a la loma del Ocejón y seguirla hasta su cumbre.
En el descenso vamos a aprovechar pasos de ganado, un carril emergente, una trocha provocada por trabajos forestales y una postrer senda que nos devuelve a nuestro vehículo.
Jornada que me fue muy, pero que muy provechosa. Os deseo lo mismo.
Aparcamos nuestro vehículo junto a la ancha pista terrosa que une Mayaelrayo y Cantalojas.
Ya a pie discurrimos junto a un arroyo intermitente que desemboca en el Río Sonsaz, que cruzamos para deambular por su margen izquierdo.
A partir de ahora vamos a transitar por un antiguo y delicioso camino de herradura que lleva a una ruinosa y pequeña aldea, camino (hoy estrecha senda) que se va evidenciando progresivamente. En sus últimos kilómetros se nota una limpieza, supongo, realizada por cazadores, pero al principio está algo sucio y, a veces, es difícil de seguir. Hay unos hitos que no aciertan siempre. Se nota que están hechos con buena voluntad, pero no han obtenido un resultado plenamente satisfactorio. Yo los seguí a discreción, dejándome guiar en mayor medida por mi instinto y larga experiencia en seguimiento de caminos en desaparición.
Llegamos a la aldea (donde hay una vivienda restaurada, quizá como refugio de cazadores). A ella también llega un camino más ancho que nos lleva al río, que cruzamos por un puente.
Ahora toca ascender a la sierra, primero por carriles. El último de ellos soterra una conducción de aguas y se extingue junto a una arqueta. Toca atravesar un pequeño canchal y arribar al fin de otro carril superior. Desde ahí hay que alcanzar la cuerda monte traviesa, optando nosotros por arrimarnos al farallón de nuestra derecha y, así, no transitar por algún que otro pequeño peñascal.
Alcanzados un collado y la cuerda de la sierra proseguimos por ella en progresivo ascenso realizando alguna breve y fácil trepada.
Llegamos a las partes más altas visitando, primero, un puntal donde se ubica un vértice geodésico, luego la cumbre con unas espectaculares y próximas vistas al Ocejón y, de postre, otro vértice geodésico. Desde este último se puede descender a la loma del Ocejón y seguirla hasta su cumbre.
En el descenso vamos a aprovechar pasos de ganado, un carril emergente, una trocha provocada por trabajos forestales y una postrer senda que nos devuelve a nuestro vehículo.
Jornada que me fue muy, pero que muy provechosa. Os deseo lo mismo.
Waypoints
Comments (7)
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buena ruta. queria preguntarte si se puede hacer en bici.
gracias
Gracias. La verdad es que quedé muy contento al comprobar in situ que mi estudio preliminar del terreno había sido acertado. Si lees mi somera descripción sabrás que, al principio, la senda discurre algo perdida; ahí en bicicleta deberías tener mucha más paciencia que un senderista. Bueno, no es imposible, ese tramo requiere de espíritus aventureros. Ahora bien, atravesar los canchales/pedreras con la bici sería una putada, porque las piedras no son de pequeño tamaño (el tramo va de "fin carril" hasta collado" y es de un kilómetro). Ahí tendrías que cargar con la bici, y el terreno es abrupto y empinado.
Un saludo.
Yo llevo mucho años y hemos hecho de todo. Esa zona la hicimos nosotros por primera vez allá por el 1995.
Y si hay que patear algo no nos importa siempre y cuando sea excesivo.
Y por último tu crees que si se hace en sentido inverso con la bici no sería mejor?
Muchas gracias por tu aporte y seguiremos disfrutando cuando podamos claro de esta belleza de sierra que tenemos en Guadalajara.
Un saludo
En sentido inverso peor, porque os vais a partir la crisma en el canchal. Para patear no hay problema, pero para bici... Un saludo desde Sevilla.
Muchas gracias.
El pueblo en ruinas que comentas se llama El Robledo,o Pezuelo de Abajo,se trata de una pequeña aldea que pertenecía a Valverde de los Arroyos,utilizado en la antigüedad por pastores que residían alli (normalmente de forma temporal en verano,aunque alguno vivía allí de continuo).La casa que mencionas que esta restaurada es propiedad de un antiguo agente forestal de la zona,que iba frecuentemente alli con su mula,pero ya la edad no se si se lo seguirá permitiendo, ojalá que si,es un lugar precioso.
Un saludo
Muchas gracias por tu valioso aporte. Esos senderos perdidos son mis preferidos y aporto mi granito de arena para recuperarlos. El sitio es tan bonito como solitario, un pequeño paraíso, sí. Saludos.