Sendero Local Junta de los Ríos- Tajos del Reyecillo. Bérchules

BÉRCHULES:

Bérchules municipio de la Alpujarra Granadina abarca una importante extensión del Parque Nacional, Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Sierra Nevada. En Bérchules rodeados por una amplia franja de castaños centenarios, se adaptan sus casas perfectamente a la ladera, disponiéndolas de forma escalonada, orientadas al Mediterráneo, siendo frecuentes los tinaos con profusión de macetas en las fachadas, ventanas y balcones, ofreciendo un fuerte contraste entre el blanco de los pueblos y el fondo verde de huertos y bosques.

Como patrimonio natural destacamos los contrastes paisajísticos que podemos disfrutar siguiendo los senderos que discurren por la parte más auténtica y virgen de la comarca de la Alpujarra y del Parque Natural de Sierra Nevada. Caminos milenarios, acequias que recorren placenteramente entre cuidados cultivos, tajos impresionantes, eras donde se realizaban parvas, las centenarias cuevas naturales, cortijos y ruinas que se esconden entre la vegetación y el Río.

Su localización le confiere unas características privilegiadas, mostrando una biodiversidad singularmente variada y rica en contrastes, formando para del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada así como del Bien de Interés Cultural de la Alpujarra Media y La Tahá, es por ello por lo que nuestro municipio está protegido en el 100% de su territorio.


Su construcción es de origen mozárabe durante los siglos VIII y IX. Durante la época mozárabe Bérchules estaba compuesto por los núcleos de Ainalcutar o Alcútar que constaba de 6 barrios, Alcuxurio o Cuxurio con varias rábitas (era, en los primeros tiempos de la conquista musulmana del Magreb, un recinto fortificado edificado en los confines de las zonas fronterizas que servía para proteger las rutas comerciales, pero también para difundir el Islam) que actualmente forman Bérchules, Purchenas que según dicen tenía unos 700 habitantes y Alfonaira situado en el pago de Macola (Marcula). En la actualidad Alfonaira y Purchenas, han desaparecido como asentamientos urbanos.

Según algunos autores el origen de la arquitectura alpujarreña se encuentra en las tribus bereberes que poblaron estas tierras, de hecho existen casas similares en el Rif marroquí y otros lugares del mediterráneo, aunque, igual que ocurre con el origen de la metalurgia, existen precedentes en el neolítico de viviendas similares. Se trata de construir con los materiales de las cercanías, y mejor si los proporciona gratuitamente la naturaleza.


Bérchules está dividido en barrios de muy diferente tamaño y a veces separados por decenas de metros unos de otros. Estos barrios dependen de un núcleo más importante en el que se suelen encontrar los servicios municipales, el juzgado de paz, correos… Cada barrio suele tener su plaza respectiva en la que se encuentra con frecuencia una fuente y algún bar o taberna, iglesia o ermita, panadería o tienda, incluso existe algún comercio que ofrece casi todo lo anterior. La disposición de los grupos de casas es normalmente en un plano paralelo al terreno y con la misma altura.


Las calles tienen un trazado sinuoso y hasta cierto punto caótico y anárquico. Esta disposición, aparte de su adaptación al terreno, tenía una ventaja defensiva clara “los invasores se pueden perder por las calles, mientras desde lo alto de los terraos los habitantes les arrojaban lo que tenían a mano”.


El terrao es la cubierta de las casas de Bérchules, siendo a veces un espacio que comparten varias casas: la propiedad no es siempre vertical sino horizontal. Los materiales utilizados en las construcciones han sido la piedra, madera de castaño, nogal y álamo, cañas, yeso, lajas de pizarra y launa (una arcilla magnesiana de color grisáceo impermeable que cubre los terraos). La obra se realizaba con mezcla de arena, cal y agua en distintas proporciones, en lugar de la arena, cemento y agua como se hace actualmente. En cuanto a las cubiertas, los terraos, se basan en vigas de castaño o álamo apoyadas en los muros de carga, con lajas o losas irregulares de pizarra encima, una mezcla de barro llamado “malhecho” y la launa encima. El borde del terrao se cubre con lajas grandes de pizarra con al menos un lado recto llamadas aleros, con piedras grandes encima llamadas “castigaeras”. Las chimeneas, aunque existan otras formas, suelen ser trococónicas rematadas con un “sombrero” formado por una laja de pizarra y una piedra “castigaera”.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Iniciamos la ruta en el aparcamiento que hay en la entrada de la localidad de Bérchules. Callejeando pasaremos por la PARROQUIA, por LA CALDERERÍA y por el MIRADOR DE LA VICTORIA, donde tendremos unas buenas vistas de Valle del Bérchules. Una vez llegados al pintoresco LAVADERO, que se sitúa junto a la FFUENTE DE GARCÍA, comienza la ruta y encontramos un panel informativo de esta.Salimos del pueblo por el llamado Camino de la Junta de los Rios, que es parte del Camino a Lanteira, antigua vía recorrida por los arrieros que comunicaban la Alpujarra con “el Sened” (Marquesado del Zenete). Los alpujarreños exportaban sedas, frutas, hortalizas e importaban cereales, a través de esta de esta ruta.

Cualquier época es buena para realizar esta ruta, pero siempre, por el espacio montañoso donde nos encontramos, es aconsejable realizarlo tanto en primavera como en otoño. A lo largo del recorrido encontraremos numerosas estacas del Sendero del Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada: Río Grande de los Bérchules.

A pocos metros encontraremos la ERA DE GARCÍA que se ha recuperado y puesto en valor. Al igual que la fuente y el Lavadero, deben su nombre al lugar en el que se ubican, junto al Barrio García. Se trata de una era de trilla utilizada en tiempos pasados por los vecinos de las fincas cercanas, donde se trillaban los cereales y posteriormente se aventaban para obtener el grano; como todas, presenta una planta circular, formada por grandes lajas de pizarra y emplazada en el “viso” para buscar corrientes de aire que facilite la labor de aventado.

El muro perimetral se compone de piedra balatera en seco, las losas de pizarra están ligeramente inclinadas hacia arriba para que el grano se acumule en el interior de la era, las losas de gran tamaño facilitan la labor de recogida y barrido del grano.

En su mayoría las eras son de carácter público y en época de trilla se hacían varias “parvas” al día, teniendo que reservar la era varios días antes debido a su gran demanda; en las parvas trabajaba toda la familia, momento de reunión familiar y celebración de haber obtenido una buena cosecha.

Actualmente esta era, al igual que otras que encontraremos en el recorrido de la ruta, se encuentran en desuso, aunque siguen representando elementos singulares del patrimonio etnológico y etnográfico, en este caso de la Alpujarra de Granada, su recuperación parte de la intención de celebrar alguna parva como recreación histórica con la consiguiente trasmisión de las tareas agrícolas tradicionales, también como la recuperación de cantos y costumbres de nuestros antepasados; de ahí la importancia de la puesta en valor de estos espacios públicos.

Desde la era puede contemplarse un entorno natural y rural de gran belleza, como son los parajes de Cortés, Cueva de la Lobera y la Mezquitilla; inmersos en el Parque Natural de Sierra Nevada.

A partir de la era la ruta la podríamos definir como botánica debido a la multitud de especies de flores que podremos ver; sobre todo en la época primaveral. A cada instante hacíamos una parada para hacer fotos de las llamativas florecillas que encontrábamos a nuestro paso; esto hizo que la duración de la ruta se alargase, pasando de unas 5 horas que sería lo habitual en realizarla, a más de 7 horas, pero la belleza de la flora se lo merecía. En las fotos de las rutas podéis ver muchas de estas flores identificadas. No éramos los únicos a los que las florecillas llamaban la atención, había un sinfín de insectos y mariposas que pululaban de aquí para allá. Todo un espectáculo.

En el trascurso de este cómodo ascenso pasaremos por numerosas huertas, escalonadas por bancales, ingeniosa forma de aprovechar los terrenos inclinados, aljibes para facilitar las labores de riego, cortijos ruinosos construidos con piedra en seco sin ningún tipo de argamasa y a pesar del paso del tiempo aún se mantienen a duras penas en pié.

Una vez pasado el frondoso BARRANCO DEL CHAPARRAL, inundado de dedaleras púrpura, tendremos que estar atentos para desviarnos de la pista por un sendero que parte a la derecha. Al poco pasaremos por otro cortijo ruinoso y su cercana era. Continuaremos por el sendero llegando al CORTIJO DE CHORRERAS en el paraje de Las Tabernillas. En la otra vertiente del valle podremos observar los espectaculares TAJOS DELCAMPANARIO. Un par de cortijos más, entre ellos el CORTIJO DE LAS TABERNILLAS, y llegaremos a uno de los puntos que más nos gusto, el frondoso y exuberante entorno de la ACEQUIA NUEVA, (cuyo nombre se deriva de todos los arreglos que le tienen que hacer todos los años debido a que está ubicada en una zona donde el terreno es inestable) salpicada de orquídeas, nomeolvides, tréboles, malvas, madreselva, pimpinela escarlata….

Una vez situados en la acequia proseguiremos por ella, hacia la izquierda hasta alcanzar JUNTA DE LOS RÍOS GRANDE Y EL CHICO, un precioso paraje inundado de agua por todas partes. NACIMIENTO DE LOS RÍOS: el río Guadalfeo de Bérchules está compuesto por la unión de dos ríos que son:


RIO GRANDE DE BÉRCHULES: se encuentra a 2900 metros de altitud y cuyo nacimiento tiene lugar en el Ventisquero de las Cabras al pie del Tajo Colorado.


RIO CHICO: se encuentra a 2750 metros de altitud y cuyo nacimiento tiene lugar en las laderas meridionales del puerto.


PRESA DE LA ACEQUIA NUEVA: se denomina presa a una barrera fabricada de piedra, hormigón o materiales sueltos, que se construye habitualmente en una cerrada o desfiladero sobre un río o arroyo. Tiene la finalidad de embalsar el agua en el cauce fluvial para elevar su nivel con el objetivo de derivarla, mediante canalizaciones de riego, para su aprovechamiento en abastecimiento o regadío, eliminación de avenidas (evitar inundaciones aguas debajo de la presa) o para la producción de energía mecánica al transformar la energía potencial del almacenamiento en energía cinética y está nuevamente en mecánica y que así se accione un elemento móvil con la fuerza del agua. La presa que encontramos aquí sirve para abastecer a la acequia Nueva y esta a su vez distribuye el agua para el regadío.


Enfrente nuestra contemplaremos la pared de los Tajos del Reyecillo, donde observaremos diferentes cuevas artificiales usadas por los moriscos como último refugio para esconderse de las tropas cristianas. Son numerosas las leyendas sobre los hechos acaecidos en este paraje, principalmente sobre la muerte del último rey morisco Diego López Abén Aboo. Aben-Aboo fue el último rey de los moriscos, después de su primo Aben-Humeya al cual asesino para destronarlo, pero su reinado al igual que el de su primo duraría 10 meses, desde julio de 1570 a mayo de 1571. Cuenta la leyenda que desde el Tajo Reyecillo, Aben-Aboo al verse acosado por las tropas del rey Felipe II, salto con su caballo hacia aquí, quedando las huellas del caballo marcadas en una piedra. Esta zona en la cual nos encontramos es conocida popularmente como “La Pata”.


Tras llegar al río Chico, cruzaremos por un puente y ascenderemos unos metros por una senda empedrada hasta alcanzar las ruinas de la Fabrica de los Moros, de la que se conservan diferentes muros y un arco de herradura, posiblemente una fundición de arenas auríferas o una sedería, de origen andalusí.


FABRICA DE SEDA:


A partir del siglo XI, la Alpujarra vuelve a tener cierto protagonismo, debido a la importancia comercial que adquirió el nuevo puerto de Almería: una buena parte de su territorio se siembra de moreras, compitiendo la seda alpujarreña con las mejores de Oriente.


El momento más fecundo será en los siglos XIV-XV, con una formidable producción de sedas, productos de huerta, vino, frutos secos, esencias aromáticas… que salen hacia el interior o al mar, en muchos casos como pago de impuestos de los reyes nazaríes a los castellanos.


Debido a esta época de esplendor todavía hoy se pueden ver algunos de los productos que cultivaban en esa época como son las moreras. Las moreras son árboles que pueden alcanzar unos 15 metros de altura, sus ramas son de color grisáceo, empiezan a florecer con la entrada de la primavera, sus hojas sirven de alimento para los gusanos de seda, cuyos capullos son utilizados para la fabricación de seda. Debido a la gran cantidad de moreras que había, aquí encontramos los restos de una antigua fábrica de seda dotada de un arco morisco todavía intacto.


Desde la fábrica ascenderemos por un sendero que va entre la Acequia Nueva y el río Grande que nos conduce a un precioso paraje con pozas donde decidimos hacer un receso para reavituallamiento y para refrescarnos.

Retomando el sendero ascenderemos por la CARIHUELA DE LA PATA: Escarihuela o su aferetica carihuela son voces dialectales (manera de hablar una lengua un grupo de personas, una comunidad o los habitantes de una región), especialmente en territorios discontinuos de la cordillera Penibética pertenecientes al antiguo Reino de Granada y de la Región de Murcia, para designar caminos o veredas muy estrechos y pendientes, construidos en zigzag en ladera de montañas escarpadas, a veces tallando la piedra. Esta carihuela es conocida como la “escarihuela de la Pata”.

Continuando con el ascenso pasaremos por los restos del CORTIJO PALADA y después debemos estar atentos ya que hay una intersección, las dos alternativas tienen señalización; tomaremos la izquierda con una señal algo más antigua por un sendero que en suave descenso nos conducirá hasta el cauce del RÍO GRANDE, que cruzaremos por donde mejor consideremos según el caudal.

Tras cruzar el río comienza el tramo más exigente de la ruta un radical ascenso que nos llevara por los TAJOS DEL REYECILLO. Un bonito y serpenteante sendero que discurre bajo masas de pinar, cuya sombra nos hace el ascenso más llevadero en épocas de calor. Encontraremos un par de MIRADORES NATURALES, con unas extraordinarias panorámicas de los Valles del Río Grande y Guadalfeo.

El sendero discurre bajo el Cerro Gordo 2086 m. y encontraremos unas SURGENCIAS DE AGUAS FERRUMINOSAS y un ALJIBE seco. Muy poco después accederemos a la parte más alta de la ruta en el PARAJE DEL GANDUL, donde el sendero enlaza con una cómoda pista en descenso. Posteriormente nos desviaremos por un sendero a la derecha, perfectamente señalizado. El descenso se hace algo más inclinado. Después enlazaremos con una pista que tomaremos a la derecha y que nos conduce a la finca de cortes, que son un conjunto de cortijos. En la antigüedad Cortes pertenecía a la localidad de Narila, la cual llego a un acuerdo con Bérchules por el cual se cambiaba Cortes a cambio de una campana. Todos esos cortijos estaban habitados y sus tierras de alrededor cultivadas. Actualmente cortes pertenece a la Junta de Andalucía la cual ha llevado a cabo varios proyectos entre ellos la reforestación de árboles, concretamente un espectacular y joven robledal por el que transitamos; dotándolos de helipuerto y depósitos de agua para la extinción de incendios. Actualmente están trabajando en un proyecto para la recuperación de la especie de vacuna Pajuna que está en peligro de extinción, estas son las vacas autóctonas de Sierra Nevada.

En el descenso pasaremos por el CORTIJO DE MONTERO con su ERMITA DE CORTES: uno de los cortijos que hay en la finca de cortes estaba habitado por un sacerdote, el cual oficiaba misa e incluso matrimonios en una ermita que se encuentra justo detrás del cortijo. Esta ermita tenía un campanillo que lo utilizaba para avisar a la los habitantes de todos los cortijos para la celebración de los oficios.

Justo después de este cortijo tomaremos un nuevo desvío a la derecha por un sendero que nos conduce a enlazar con el GR-7 A-4 junto a una valla. Tras cerrar la valla al pasar continuaremos por la ESCALIRUELA DE BÉRCHULES, obra maestra de la ingeniería tradicional que nos hace descender un considerable tajo por un serpenteante camino de herradura construido con piedras de una forma magistral; desembocando en el cauce del RÍO GRANDE que cruzaremos por un pintoresco puente rodeados de un genial bosque de galería con un frescor inusual. Junto al PUENTE se encuentran las ruinas de un antiguo MOLINO.

Ahora viene el último esfuerzo de la ruta; un precioso, frondoso y exigente ascenso por una senda entre las huertas cercanas al casco urbano de Bérchules. Por último volveremos a callejear hasta llegar al punto de inicio y final de esta interesantísima y recomendable ruta.