Sendero Puertos de Torremolinos PR-A 172, Mirador de la Cañada del Lobo (Málaga)

Nuestra ruta de hoy la haremos por los Montes de Torremolinos.

Iniciamos el recorrido dejando el vehículo en calle Vicente Blanch Picot, en el Pinillo, y desde ahí, tomamos un sendero a la derecha que nos lleva hasta el túnel por donde pasa la autovía. Lo pasamos y seguimos por la derecha, por el Arroyo de los Pinillos.

Este sendero lo seguimos poco más de 1km., y giramos a la derecha, entre pinos, hasta cruzar el Arroyo del Pedregal, que continuamos por el margen izquierdo, dejando a nuestra derecha la cantera.

A partir de aquí, comenzamos una subida algo más fuerte. Seguimos el sendero de la Cañada del Lobo.

A unos 600m. de altitud, nos encontramos con el Mirador de la Cañada del Lobo.
Este es un mirador muy bien cuidado y con la escultura de un lobo al fondo, la que le da su nombre.

En este mirador natural, disfrutaremos de una bella panorámica de todo lo que nos rodea, llegando nuestra vista hasta alcanzar, en días claros (que no fue nuestro caso), Sierra Nevada. Un paisaje para contemplarlo, a pesar de las canteras que también veremos al fondo.

Continuamos recorrido hasta llegar al Puerto del Viento (573 m.). Aquí seguimos por carril de la izquierda y ya comenzamos la bajada de vuelta, que la haremos por el Sendero de los Puertos de Torremolinos PR-A 172.

Pasaremos por el Arroyo de los Gatos, que lo tendremos que cruzar. Y más adelante, por el Arroyo del Pedregal. Ninguno de estos arroyos que cruzamos, lleva ni gota de agua, dicho sea de paso.

Y seguimos la bajada, bastante pendientes y muy arenosa, lo que hace que tengamos que ir con mucho cuidado, ya que son muy normales los resbalones en este camino.

Y llegamos a los últimos metros de la ruta, que lo hacemos por el mismo sendero de ida hasta donde la iniciamos y donde la terminaremos hoy.

Una ruta muy entretenida, con su punto de esfuerzo, sobre todo en la primera mitad: la subida por la Cañada del Lobo, y con unas vistas bastante amplias, y que sin duda, nos ha merecido el pequeño esfuerzo.